Capítulo 10.

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Ahora era conocido por sus compañeros con quienes salió la semana pasada por el "novio de Error", y realmente se sentía bastante nervioso por ser nombrado de aquella forma tan vergonzosa, más que por él, era por como respondía el azabache a las burlas, veía su rostro de irritación pero aquel último día en la noche de películas al despedirse de sus compañeros lo vio sonrojarse, ello para Ink se le era extraño.

Momentos que se preguntaba si había algo más en los sentimientos que afloraban en medio de su depresión por los demás, ¿Qué es lo que sentía por sus amigos? ¿Por su familia? ¿Es que se había detenido a pensar en su zona de confort? ¿Todo lo que había logrado hasta ahora? No le prestó atención a la película que estaban viendo los hermanos junto a él, alejándose de la realidad. 

Aún recuerda la primera vez que habló con Geno, fue un caso donde su ansiedad lo había desesperado, llegar al llanto mientras se escondía en el baño, nunca se sintió tan agradecido por un desconocido por calmarlo, sentir sus brazos cálidos y maternales, y que no lo utilizara, que siempre lo cuidara, preocupara por su bienestar, lo veía como un hermano, uno que siempre necesitó cuando más le urgía. Sentía plena confianza en él, y hablar sin titubeos o temor a arruinarlo no importaba, Geno lo comprendía, y agradecía su paciencia a esperar su respuesta para cualquier cosa.

La madre de Geno también había hecho un vuelco en su dañada alma, ofreciendo cobijo, un amor de una verdadera madre, cálida, ella y su primer hijo sí que tenían muchos parecidos en como hacían sentir su ser, aunque muchas veces le recordaba a su propia madre, lloraba al recordar.

Mientras tanto con Error tenía ciertos problemas al razonar, lo hacía sentir en la cuerda de la comodidad o disgusto, no era que la personalidad ajena le fastidiara, temía que el ambiente que tenían se arruinara por su propia estupidez, trataba como podía en congeniar en lo más posible al estar a su lado, porque realmente disfrutaba estarlo, le llenaba el pecho, pero temía que lo hiciera porque le recordaba a su difunto amigo o porque el azabache lo cuidara por pena.

Se cubrió el rostro con sus manos, evitando llorar por las suposiciones, como estaba sentado junto a quien ocupó por completo su mente, este rápidamente pero sin que los demás se diesen cuenta posó su mano en su hombro para atraerlo a sí, ofreciendo cobijo, no iba a molestar en preguntar que ocurría, o es que quizá no quería que los demás vieran su extraño comportamiento, pero eso bastó para que Ink volviera a calmarse, cerrando sus cuencas y seguir en su reflexión.

Y es que. ¿Qué rayos sentía por Error? Ya no era primera vez que lo dibujaba, que ocupaba sus pensamientos mientras veía la ventana de su solitaria habitación en aquella desagradable casa, le gustaba hablar con él, compartir momentos solos los dos, le hacía sentir diferente. ¿Era un amor que realmente necesitaba después de todo ese tiempo de depresión?

Tenía muchas preguntas. ¿Cómo era posible? ¿Y si la depresión era por la soledad que él mismo se implantaba? Quería acabar con su vida, y estaba aún decidido a eso, pero su mente cada vez se llenaba de paz, cariño y mimos, poco a poco sus pensamientos suicidas acababan, pero no entendía como era eso posible.

Es decir. 

Solo habían pasado casi tres meses desde que entró a ese instituto, semanas comparadas a los semestres completos de depresión potente, a los cientos intentos de suicidios y a las marcas permanentes en su cuerpo por acabar su respiración o circulación de magia de forma rápida, estar intentando cortarse con un cuchillo de cocina a comparación a estar acurrucado en los brazos del azabache, ignorando lo demás...

La vida tenía un poco más de color ahora. 

El tiempo era irracional. Muchas cosas podían pasar en un cerrar de ojos. ¿No?

Depressive ¦ ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora