Capítulo 15.

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-- ¿Qué me quieres mostrar? 

Error entonces se separó del menor para darle el espacio correspondiente, y así quitarse los zapatos, la habitación estaba a falta del aire acondicionado por lo que el frío no era problema, hasta creía poder dormir como solía hacerlo con ropa mínima.

Ink se quitó el abrigo dejándola en la silla que le estaba perturbando un poco, bajo su visión creía que alguien podría estar sentado ahí y mejor cubrirlo con ropa para dejar de tener su mente tan perturbada, jugó con su bufanda, nervioso, ahora que estaba en un momento de mayor confianza quería saber su opinión de su cuerpo, de sus costillas que tenían aquellos tatuajes, o marcas de nacimiento para ser más precisos, su alma parecía querer salir de su pecho, pero no podía culparse, estaba asustado por lo que pudiera decir, apenas podía superar dejar ver su mancha en la mejilla, todo su torso era un salto arriesgado.

Se quitó la bufanda y prosiguió en levantar su remera dorada poco a poco sin embargo el terror le inundó dejando que a medio camino se arrepintiera, suspirando, aunque pronto Error tomó sus manos para ayudarle, ofreciendo una expresión de confianza, así pudo quitarse la remera mostrando sus costillas.

El azabache sinceramente había quedado embobado al ver todo su torso, pese a que sean manchas de nacimiento parecían ser elaboradas con pincel fino y sudor, simétrico y bastante bello, le encantaba como se veía, no tenía palabras con cual expresar lo que su mente decía a mil por hora, ensimismado viendo cada contorno, Ink se sintió algo observado pero respiró profundo esperando su respuesta.

-- E-Es... wow. 

-- ¿Malo? ¿Horrible? ¿Feo? ¿Repu---

-- Ink. No. Es lo contrario, había oído que las marcas de nacimiento eran bastantes extrañas, es decir, también las tengo en mi rostro pero los tuyos... Madre mía...

-- Siento que me estás comiendo con la mirada.

-- Heh... No puedo evitarlo. ¿Puedo...?

El menor asintió dudoso de lo que se refería, mas de inmediato lo supo cuando uno de los falanges ajenos delineó con sutileza y suavidad una de sus costillas, su anatomía se tensó, mas se ayudó con la respiración a relajarse, no iba a recibir golpes, no de él, confiaba que no le haría nada malo, y así fue que con la misma delicadeza, acarició varias de sus costillas, como si estuviera conociendo al tacto cada proporción de sus marcas, y descubría algunas partes extrañas para costillas, aún explorara gran parte.

Llegó hasta la clavícula, donde Ink soltó un suspiro sin poder evitarlo, la sensación que producía su tacto era extraño, donde su cuerpo tembló a gusto, le estaba gustando, y para dejarse llevar de esas caricias cerró sus cuencas, con una mano delante su boca en la tentación de morderse un dedo para dejar de suspirar tantas veces, se encogió de hombros.

El mayor seguía apreciando el regalo que le habían ofrecido, tenía la necesidad de sentir aquello que era suyo, pues apenas Ink proclamó sus labios en aquel beso ambos se habían convertido en propiedad del otro, su mano llegó hasta el cuello y su cabeza se acercó lentamente hasta dejar su aliento ahí, desde aquella cercanía, sentía claramente las respiraciones nerviosas del menor, quería destensarlo, no quería que sufriera en aquel momento donde la intimidad lo estaba haciendo actuar bajo instintos ciegos.

Apagó la luz en un movimiento rápido para dejar el de la lámpara encendida y así poder besar al menor, con un suave beso amoroso como solían compartir ambos repetidamente, Ink correspondió a los segundos, las manos abajo, su cuerpo pesaba, y a medida que su suave e inocente beso seguía, Error lo acostó para que dejara de temblar tanto.

Se separaron para tomar algo de aire, aunque Error sintió unos escalofrios recorrer su columna cuando lo oyó jadear.

-- Error...

Depressive ¦ ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora