Capítulo 1

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Era el día, el gran día, todo perfecto, todo hermoso, una gran  orquesta sinfónica tocaría la marcha nupcial, la iglesia estaba adornada con preciosas rosas blancas y lirios, mi vestido era blanco con detalles de encaje en la espalda y brazos, un bello tocado decorba el hermoso peinado que Eija había hecho con mi cabello y el precioso buquet de rosas blancas y vino que tenía como ramo. Todo parecía ser único, esepcional...pero entonces, justo cuando la marcha nupcial iniciaba y yo salía tomada del brazo de mi padre hacía el altar un sonido de trompetazo me despertó.
Abrí poco a poco mis ojos, si, todo había sido un sueño, pero el sueño más perfecto que había podido tener.
Nunca he sido nadie importante, nunca he sido notada, ni en la escuela o en la calle, ni siquiera en el grupo de apoyo al asilo de ancianos al que normalmente ayudo. Y si jamás había sido notada por mi círculo interno de gente con la que normalmente interactuo, mucho menos iba a ser notada por la persona que más quería que me notará en este mundo Bill Skarsgård, sí el es mi vida, mi amor platónico, mi crush o como sea que se le diga hoy en día a tú actor favorito.
Por cierto mi nombre es Becca Stanford mi papá deciende de padres americanos y mi mamá de padres Españoles, Abner y Sheyla. Tengo dos hermanos Axel y Esteban, ambos menores que yo, Axel de 15 y Esteban de 17, yo estoy por cumplir los 22 y también a punto de terminar mi carrera profesional en comunicación. Mi papá siempre odio la idea de que yo estudiara esa carrera y mamá tampoco la apoyaba del todo. Les costaba tanto entender el motivo por el cual había elegido dicha profesión y la verdad es que ya estaba cansada de que cuestionarán mi decisión.
Faltaban tan solo dos meses para mi graduación y mi gran sueño era terminar la carrera y emprender mi rumbo a nueva York tratando de buscar un empleo en alguna revista de moda o dedicarme al periodismo. El plan era toparme de una o de otra forma con el hombre de mis sueños, Bill.
También tenía a Maylen mi mejor amiga. Ambas estudiábamos comunicación y estábamos en el mismo salón, Teddy era nuestro mejor amigo siempre estamos juntos los tres para proyectos, tareas y para el receso. Ya me había acostumbrado tanto a estos soperutanos que la idea de ir a Nueva York terminado la carrera ya no era tan agradable, aunque habíamos hecho un pacto de que nos veríamos consecutivamente una vez que yo estuviera en Nueva York, Teddy en Florida y Maylen en Nueva Zelanda. Teddy y Maylen sabían de mi pequeña obsesión con Bill.
-Ya pensaste en cómo les dirás a tus padres que te irás a nueva York-comento Teddy abalanzandose sobre mí mochila una vez que sonó la campanilla de salida, tope un poco sobre el marco de la puerta debido al empujón que Teddy me dió.
-Lo mismo digo yo, se que tus padres tampoco están de acuerdo a que su único hijo se vaya a Florida-Teddy se soltó de mi mochila he hizo muecas mientras Maylen soltaba una risilla burlona.
-¡Basta chicos!-exclamo Maylen-los tres sabemos que les guste o no a nuestros padres nos iremos, y no olviden que nosotros no nos dejaremos de ver, los quiero tanto tontos-dijo Maylen.
-Awwwwn-exclamamos Teddy y yo ya que Maylen era la ternura del grupo.
-¡Ternurita!-exclamo Teddy mientras jalaba el gorro de Maylen tapándole los ojos y yo soltaba una carcajada.
-¡Brutos!-exclamo Maylen mientras se acomodaba el gorro sobre su cabeza.
-¿Qué les parece si vamos por un Starbucks?-les dije a lo que ambos aceptaron.
Y así pase la tarde con mis dos mejores amigos, hablamos de cómo serían nuestras vidas una vez terminada la carrera, de cuáles eran nuestras ideas una vez que llegasemos a las ciudades a las que nos iríamos, de cuáles eran nuestras aspiraciones y aún que la mia era obvia Teddy preguntó.
-¿De verdad sigues con la tonta idea de conocer a ese tal Bill Sk...SS...lo que sea?-dijo al no saber pronunciar el apellido de Bill.
-Skarsgård-tome un poco de mi cappuccino caramelo-por supuesto Teddy, claro que lo conoceré, ustedes dos saben perfectamente que he deseado conocer a Bill por años, así que está oportunidad no la dejaré pasar.
-Eso si se te presenta la oportunidad Bec-Dijo Maylen jugando con el popote de su café.
Después Teddy cambió el tema bromeamos un poco y después de una buena tarde acompañada de mis amigos llegue a casa agotada y aunque sólo quería llegar y dormir, mamá llamo a todos a la mesa para la cena. Papá aún no llegaba de trabajar así que solo cene con mamá, Axel y Esteban. Axel platicaba de algo con Esteban en voz baja, sabía que no querian que los escuchara.
-Saben que es de muy mala educación secretearse cuando están frente a otras personas-dije tomando una de las enchiladas que mamá había hecho para cenar y mordiendola.
-Descuida Bec, solo hablabamos de que tal vez nunca conoscas a tu Bill mientras que la prima de Steysi es periodista en una revista de Moda para Nueva York y ya estuvo con "tu Bill" en más de tres entrevistas-dijo Axel mientras Esteban se burlaba con risillas apenas audibles. Si para la peor de mis suertes mis hermanos sabían también de la obsesión que tenía por conocer a Bill y era la razón por la que siempre se burlaban de mi, y aunque yo era su hermana mayor no me respetaban, Mamá los callo de una patada por debajo de la mesa a lo que ambos se quejaron, yo bajé la mirada por un instante para después levantarme de la mesa e irme a mi cuarto.
Entre mis sollozos mientras corría por las escaleras para llegar a mi recámara escuchaba los agudos gritos de mamá pronunciar mi nombre, cuando llegue al filo del último escalón de arriba escuché como claramente mamá les dijo a Axel y Esteban.
-No vuelvan a burlarse de los sueños de su hermana.
Sueños, esa palabra resonaba en mi cabeza aún cuando me sumergí en lo cálido de mi recámara. No puede ser posible que tanto para mis amigos como para mi familia el deseo que tengo por conocer a Bill aunque sea en una entrevista sea solo un sueño, sólo eso. Me miraba al espejo en mi recámara y me hacía la pregunta de todas las noches.
-¿Lo lograré?
Me puse mi pijama y me metí en mi cama, cobijando mis piernas y aferrandome a mi almohada una lágrima cayó por mi mejilla y cerré con fuerza mis ojos, odiaba sentir eso, odiaba sentir el no importarle mis sentimientos si quiera a mi familia.

Te Encontré©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora