9. - A - Amar

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No estaba seguro de que había pasado, todo estaba en calma casi como si alguien le arrullara, las caricias en su cabello, un sutil olor a tierra mojada y una suave brisa salada.

Con estas manos voy a proteger todo lo que ames

Aquello que te trae felicidad

Alguien estaba cantando pero no podía escuchar claramente que decía, solo se dejo ir por la tonada y la calidez que le estaba inundando

Con estas manos voy a destruir todo lo que te cause temor

Aquello que llegues a odiar

Luego como si otros sonidos se empezaran a hacer presentes paulatinamente, el cantar de las aves, el sonido de las cigarras, una campana de viento meciéndose, el lejano sonido del agua. Las olas del mar.

La llama vertical y Línea Horizontal formara un camino para ti

En este mundo que te pertenece

Abrió los ojos, se encontraba rodeado por la nieve pero extrañamente no tenia frio, completamente solo en lo que parecía un bosque

¿Dónde estoy?...-no entendía que pasaba no recordaba como llego a ese lugar, noto entonces unas pequeñas manchas rojas en la nieve –esto es... ¿sangre? –se levanto quitándose la pesada capa de nieve sobre él

Siguió las pequeñas manchas descubriendo un auto volcado y estrellado contra un árbol, la gran mancha de sangre que coloreaba la nieve le puso nervioso, como no queriendo mirar más de lo necesario solo deslumbro una mano que parecía de mujer saliendo por la ventana del auto, su piel ya congelada con un enfermizo tono azulado ¿Cuánto tiempo llevaría allí?

Esto...debe ser un recuerdo tengo que encontrar la forma de salir de aquí –se alejo de allí, no quería saber nada de eso. Todo era tan desolado y tan quieto diferente a donde pensó que estaría cuando seguía "dormido"...hasta que escucho una pequeña risa.

Lady and Gentleman ¡La diversión está a punto de comenzar!

Se quedo prácticamente estupefacto, esa era su voz, SU VOZ, por lo cual no tenía sentido apresurándose a donde esa pequeña risa y su propia voz. Quitando la rama de un pino vio un claro, cubierto todo de nieve y allí en medio una pequeña mata de cabellos blancos cubiertos por un gorro de lana verde.

Se acerco con cuidado escuchando los pequeños aplausos y risitas. Era Zarc un pequeño Zarc de quizás 5 años, cubierto apenas por una camisa de manga larga de lana de color verde pastel, le faltaba un guante café, su pequeño pantalón blanco manchado de un poco de sangre y le faltaban los zapatos. Lo que estaba frente al infante era un muñeco de trapo...flotaba para estar un poco por encima del menor y era terriblemente parecido a él.

RINNE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora