—Asegúrate de conseguir estos libros de la biblioteca—dijo Liliana apuntando algo en un papel. —Vas a necesitarlos.
—Así que, Lily, ¿te puedo decir Lily, verdad?
Harry estaba sentado en una silla, al costado de
Liliana. Ahora que Liliana estaba en su plan de conquistas, Harry no pararía hasta tenerla en su cama. Liliana ignoraba a todos los “bastardos” que coqueteaban con ella en la escuela, y eso para psicología del hombre era mucho más atrayente. ¿Quién los entendía?
—Supongo que sí—dijo rodando sus ojos y siguiendo con los apuntes en mi cuaderno.
— ¿Qué te parece, Firehell, mañana por la noche, tu y yo?
—Claro que no, estoy muy ocupada.
Tenia ganas de reírme en la cara de Harry, pero el ejercicio de algebra me tenia mas perdida que no tenia tiempo.
—Pero…podría llevarte a mi lugar. ¿Paso por ti?—dijo ella.
Okeeey, esperaba que Liliana siga rechazándola el resto de la noche. ¿Llevarlo a su lugar? ¿Hablaba de la biblioteca no? Voltee a verla, y un brillo en dentro de su boca me llamo la atención. Un objeto brillante estaba dentro de su boca.
NO HABÍA FORMA. NO HABÍA FORMA. Liliana Prescott, la chica con el promedio perfecto, la chica Harvard, la presidenta del comité de alumnos.
Tenía un pircing. En sus labios. Demonios, si escondía eso así de bien, ¿Qué podría estar escondiendo a parte de eso? ¿Un tatuaje? No me sorprendería.
—Creo que es un plan—Harry sonrió de oreja a oreja.
Liliana Prescott era una completa puta.
Espera, espera. Liliana no era puta, es mas, podría ser que es virgen al igual que yo. ¿Por qué le acababa de decir puta en cerebro? ¿Por qué en este momento tenia un retorcijón en mi pecho? ¿Por qué tenia ganas de golpearla en este momento?
—Liliana creo que vamos a tener que volver a programar nuestra cita, tengo que…hacer, varias cosas.
— ¿Cómo qué?—preguntó Harry curiosamente.
—Como…tengo una…—miente.miente.miente—cita…cita con Tyler.
—Oh, ¿Por qué no me dijiste nada __________? Entonces, ¿Qué te parece el próximo miércoles?
—Como sea.
De todas las mentiras en el mundo, ¿Por qué tenia que inventar una cita con Tyler? Porque no invente algo menos vergonzoso, mierda. Estaba jodida. Jodida. Harry ya me estaba fulminando con la mirada, quería desaparecer, desparecer ahora mismo.
—Pero, siéntete como en casa. Ya sabes.
—No lo creo, Liliana. Debes irte. Ahora—dijo Harry sin dejar de mirarme.
Liliana recogió sus cosas de la mesa, y salió del departamento tan rápido como pudo. Camine lo más rápido posible a mi habitación, pero la voz de Harry me alcanzo.
— ¿Una cita con Tyler? No me dijiste que ibas a volver a salir con Tyler. ¿Por qué demonios vas a salir con ese idiota _____________? Pensé que habías aprendido la lección cuando tenias trece años. Tyler es un hijo de…
—No te atrevas a insultar a sus padres, Harry.
—Iba a decir otra cosa, pero igual. ¿No pensabas decírmelo?
Tenía ganas de golpear mi cara contra la mesa, ¿eso era raro? Estaba mintiendo, y se me estaba volviendo una costumbre.
—No—solté antes de pensarlo.