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Queridoya noamigo mío

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«Mi amigo»

Qué extraño es ahora llamarte así.

¿Aún puedo llamarte «Amigo»?

Tú dirás que sí. Que sigo siendo esa persona súper importante para ti. Que soy tu «Lindo cariño». Pero sabes, tus acciones nuevamente me demostraran que tan falsas son esas palabras.

¡Vaya! Ahora me duele recordar esos tiempos en la que hablábamos y hablábamos sin parar, desde esas boberías que te hacen reír por horas hasta de esas preocupaciones que nos —me— quitaban el sueño. Eras como un hermano para mí. La persona en quien podía confiar todo, incluso mis lágrimas. Lastimosamente, en estos momentos me doy cuenta que yo para ti no era, ni seré jamás eso, que sencillamente soy 'ese conocido' que para saber si aún te acuerdas de él, te tiene que enviar una fila de mensajes cuya respuesta tarda días o semanas en llegar con un escueto 'Oh sí, he estado muy bien. Me alegro saber de ti'

Duele mucho, Eren. Duele mucho más porque yo aún te sigo queriendo como mi mejor amigo ¿Sí lo sabes? Pero ya no importa. Ya no sostendré más este peso en mi pecho.

¿Qué nos pasó? Me pregunto ahora que el momento de la despedida ha llegado, una despedida de la que tú no sabrás, porque no vale la pena siquiera intentarte explicar lo que siento, pues tú volverás a insistir en que nada ha cambiado, que sigo siendo especial para ti, que me quieres igual.

No es cierto, lo sé y tú lo sabes, solo que no me quieres lastimar, así como yo jamás lo haría contigo. El problema es que allí radica lo doloroso de esta situación. El mantener el pequeño engaño que ahora es nuestra amistad, nuestro infundado cariño.

Y es que tú ya encontraste a esa persona quien en verdad consideras como el que será 'el amigo de tu vida', pero yo, yo no tengo la fuerza para abrirle mi corazón a otra persona y encontrar consuelo. Y tú más que nadie sabe el porqué. Te lo dije aquella vez, cuando te empezaste a filtrar en mí. Mi corazón es de cristal, frágil y quebradizo.

Y ahora está así, en un centenar de fragmentos en los que un distorsionado reflejo cubierto de heridas sangrantes se burla de mis errores. .

Qué difícil es querer. Que cruel es entregarlo a quien en realidad no lo sabe comprender.

Tal vez me estoy comportando muy egoísta, muy caprichoso, pero venga, no es así cuando queremos a alguien muy fuertemente. Queremos ser la estrella más brillante.

Los amigos también sentimos celos, mucho más cuando sabemos que seremos desplazados...olvidados. Y los celos van matando el cariño, sustituyéndolo por rencor.

No te quiero odiar. En verdad te quiero, y por eso es el momento del adiós.

Hubiese deseado ser muy especial para siempre acompañarte en el camino, para cumplir con todas esas pequeñas promesas que nos hicimos y me dejaron un sabor de dulce ilusión en el paladar. Te juro que las atesoraré como los buenos recuerdos que de ahora en adelante serán. El recuerdo de lo que creí y sentí fue nuestra amista.

Espero que algún día, cuando nos topemos por las calles, este recuerdo también venga a ti y me saludes como el 'conocido' que fui para ti. Con tu sencillo 'Hola, espero que sigas bien'

Es hora de empezar a olvidar.

Adiós, querido –ya no— amigo mío.

...

Levi contempla la hoja arruga en donde ha escrito lo que su boca jamás podrá liberar.

Allí está ella, llena de manchones y borrones, de lágrimas que aún bajan por las pálidas mejillas, destiñendo los recuerdos que tratará de olvidar al plasmarlo en aquella despedida.

Inhalando profundamente la dobla con cuidado y la deja sobre la banqueta de aquel viejo parque, para que sea desechada como basura, para que se la lleve el viento y se pierda en los confines de alguna calle o una sucia charca. Tan solo olvidada, igual que el cariño que brindó. 

Querido-ya no-amigo míoWhere stories live. Discover now