- Es un poco peligroso que camines sola por el bosque durante la noche - le dijo Kija preocupado.
- No te preocupes, sé defenderme sola - dijo Akane guiñando un ojo al peliblanco.
Después de eso, Akane caminó tranquilamente por el bosque hasta llegar a un claro dónde se puso a entrenar un poco. En eso, llegó un cierto rubio que se acercó a la chica sin que se diera cuenta.
- Señorita Akane, no debe sobreesforzarse - dijo Zeno sorprendiendo a Akane.
- ¡Zeno! ¿Desde cuándo llevas aquí? - preguntó Akane.
- La verdad es que la seguí - respondió el Dragón Amarillo rascando su nuca avergonzado. Era extraño ver al joven así, pero en presencia de la pelirroja se sentía diferente. Se ponía nervioso al estar a solas con ella.
- Zeno, hace tiempo llevo preguntándome una cosa - comenzó Akane - tal vez me tomes por una loca pero necesito que me respondas con sinceridad. Cuando era una niña, recuerdo estar jugando en Awa y haber visto a un adolescente exactamente igual a ti y que por casualidad, también se llamaba Zeno, ¿eras tú? - esta pregunta sorprendió al de cabellos rubios. Le había pedido que contestara la verdad, pero si lo hacía ella descubriría su inmortalidad.
- Si, era yo - dijo Zeno ahora serio. Se sentía incapaz de mentir a la chica que amaba.
- Pero no has envejecido nada y han pasado más de diez años de ese encuentro - dijo pensativa Akane - no me digas que...
- Si, es lo que piensa señorita, soy inmortal. Por muchos años que pasen, me mantengo con esta apariencia. Vivo desde la primera generación de dragones y he visto como nacían y morían miles de dragones - comenzó a explicar el ojiazul - ha sido muy duro ya que todas las personas de las que me encariñaban terminaban muriendo. El día que nos encontramos fue un gran sorpresa para mi.
Flashback
Zeno deambulaba por Awa observando a todas las personas de su alrededor. Hombres, mujeres, ancianos, ancianas, niños, niñas...Todos morirían alguna vez pero parecía que no les preocupaba aquello. Entonces una pelota dió en su pie, disolviendo sus pensamientos acerca de la muerte y centrando su atención en aquella niña. Esa pequeña de cabello rojo y ojos violetas. Al verla no pudo aguantar la sorpresa y sus ojos casi se salían de sus órbitas.
- Disculpe señor - dijo la niña cogiendo su pelota. La niña se giró para volver a su juego. Fue ahí cuando Zeno notó que la niña jugaba sola.
- Espera - le dijo Zeno haciendo que la niña se girara - ¿puedo jugar contigo?
- ¿Está seguro? si lo ven jugando conmigo lo tacharán de extraño.
- ¿Por qué me tacharían de extraño? - cuestionó el rubio un poco confundido.
- Todos se alejan de mi por el color de mi pelo. Es de un inusual color y todos los niños me llaman cabeza tomate - explicó Akane mirando al suelo.
- No hagas caso de lo que te dicen, a mi me gusta - dijo Zeno cogiendo la pelota y lanzándola suavemente hacia la pequeña - por cierto, ¿cómo te llamas?
- Akane, ¿y usted? - preguntó ahora la niña.
- Zeno.
Fin del flashback
- Entonces, ¿la inmortalidad es el poder de Dragón Amarillo?
- Más bien lo considero una maldición - dijo en un susurro casi inaudible - señorita Akane, le pediría por favor que esta conversación quede entre nosotros.
- Tranquilo Zeno, no diré nada a nadie, te lo prometo - dijo ahora Akane abrazando a Zeno pillando por sorpresa a este. Le dolió descubrir la verdad que ocultaba el Dragón Amarillo, pero a la vez, se sentía un poco feliz de saber que Zeno tenía tal confianza hacia ella. Al separarse del abrazo, Zeno se fue de allí ya que necesitaba un tiempo a solas con si mismo. Era la primera vez desde hacía mucho tiempo que contaba cual era su poder.
Akane se quedó mirando la luna. Le faltaba poco para estar completa. Estaba tan distraida que no se percató de unos soldados que la vigilaban. No eran soldados de la aldea del Hakuryuu, sino los soldados enviados por el rey y dirigidos por Ryota. Tenían todo planeado. Ryota le mandó que fabricaran un sedante natural. Iba a lanzarlo a Akane, pero no podía fallar porque si no la chica se daría cuenta y sería imposible secuestrarla. Lanzó y le dió en el cuello. Esta se giró y todos los soldados la estaban apuntando con sus armas. Ryota apareció entre las sombras. La vista de Akane comenzó a nublarse y su conocimiento iba empeorando por segundos. Lo único que cruzó su mente fue gritar y eso hizo. Soltó un grito desgarrador que se escuchó en la aldea, dejando a todos sorprendidos. Entonces Akane cerró los ojos y cayó al suelo.
- ¿Esa no era Akane? - preguntó alterada Yona. Eso disolvió las dudas de los dragones y de Hak para salir corriendo al bosque. Lo que se encontraron fue a Akane durmiendo profundamente en los brazos de Ryota y este junto con un gran número de soldados montados todos en caballos.
- Ryota, suelta a Akane - gritó Hak.
- Nunca, ex-general Son Hak - contestó Ryota dando un golpe a su caballo para que corriera en dirección al castillo del rey.
- No dejaremos que se lleven a nuestra maestra - dijo Kija aumentando el tamaño de su garra.
- Hagan tiempo para que no me alcancen - dijo Ryota galopando lo más rápido que podía su caballo. Jae-Ha saltó para detener a Ryota pero este lanzó unas cuchillas al peliverde cuando se encontraba muy cerca, haciendo que el Dragón Verde cayera al suelo dolorido. Los soldados no dejaban que los dragones pasaran de ese punto. Nuestro grupo se encontraba en un estado de desesperación al ver como el caballo que llevaba a Ryota y Akane se desvanecía entre la oscuridad. Habían vencido a todos los soldados pero era demasiado tarde. Lo único que tenían para encontrar a Akane eran las huellas del caballo que la transportaba así que sin dilación alguna, el grupo de viajeros emprendió su camino para rescatar a su compañera y amiga Akane.
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La otra reencarnación [Akatsuki No Yona]
FanfictionLa leyenda del Rey Hiryuu era conocida por todo Kouka y Yona era la reencarnación del Dragón Rojo. Precisa de la ayuda de los dragones y va en su búsqueda. Los encuentra, pero sin esperarlo se tropezarán con una chica casi idéntica en apariencia a l...