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— Entonces... —mamá comenzó.
Acabamos de salir de la cena con Shawn y todo salió perfecto, a mamá claramente le cayó bien y Shawn al final no estaba tan nervioso.
— ¿Qué pasó? —fruncí el ceño.
— Estoy algo desconcertada —ahora ella frunció el ceño—. ¿Lo tuyo con Shawn es verdaderamente serio, cariño?
Yo asentí.
— Creí que era obvio, ¿por qué?
— No lo sé, es simplemente que es muy diferente a Dylan —enarque una ceja.
— ¿Qué tiene que ver Dylan en todo esto?
Por suerte, mi mejor amigo decidió salir con Tyler está noche y se que no está escuchando esto.
— Sabes que yo siempre he querido que ustedes salgan y cuando me enteré que terminó con esa chica desagradable pensé que tal vez era su momento, realmente me sorprendió enterarme de Shawn —se encogió de hombros y tomó su taza de café.
— Mamá, por el amor de Dios, deja eso, ya lo he dicho mil veces, no va a pasar —rodé los ojos.
— Mónica —bufé—, lo conoces desde los doce años, ambos son como uña y mugre y Dylan es un chico maravilloso.
— Es mi mejor amigo, nada más.
— Shawn es muy dulce, en serio. Pero no lo sé, cuando te veo con Dylan me parece simplemente perfecto, ustedes encajan perfecto —volví a rodar los ojos—. Sólo piénsalo, ¿si? No te digo que dejes a Shawn ya mismo, sólo quiero que sepas que para mi, Dylan siempre será el indicado.
Bufé y me dejé caer por completo en el sofá.
Seguimos hablando de cosas triviales pero no logré sacarme las palabras de mamá de la cabeza en toda la noche.
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