Capítulo VII - Una noche y un baile

133 6 8
                                    



Varios días transcurrieron y Jean no quería ver a Marcel, pero esto era imposible, debido a que ambos vivían en la misma casa. Cuando Jean se reunía junto a Camille a caminar por el jardín, está podía notar que Jean, no era el mismo chico energético de antes, ahora lucía algo intranquilo y nervioso, notándose mucho más cuando Marcel estaba cerca.

Fue entonces que Camille acercándose a Jean dijo:

- ¡Oh! Mira mi hermano se acerca y viene en camino hacía aquí...- Notando rápidamente como el semblante de Jean cambiaba de manera rauda, poniéndose nervioso y turbado, entonces Camille tomo nuevamente la palabra y dijo:

- Siento haber tenido que mentir pero últimamente no has sido el mismo, te noto muy sumido en tus pensamientos, no es normal verte así... ¿Acaso ha sucedido algo entre mi hermano y tú? – Jean quedo sorprendido por la pregunta tan directa y entendió que Camille era muy perspicaz. Y aunque Camille se encontraba a su lado, sus pensamientos extrañamente solo estaban sumidos en Marcel, y tomando un gran respiro, Jean contesto:

- Creo que hicimos mal al mentir, Marcel podría descubrir en cualquier momento la verdad y yo no podría soportar si algo sucediese, no quisiera que me odie... porque yo...- y comprendiendo que estaba a punto de decir algo que aún no entendía bien se calló bruscamente. Pero Camille prosiguió la oración: - Porque tú, no quieres alejarte de él...

- Por supuesto que no es así – replico Jean, - Lo digo por todos ustedes, una mentira así enojaría mucho a Marcel y podría pensar lo peor debido a esta mentira.

Camille mirando con mucha ternura a Jean mencionó:

- No hay nada de mal en tenerte aquí en casa, tú has sido el único que me ha mostrado amistad sincera, sin sobreprotección, con tu espontaneidad y carácter alegre, has traído alegría a esta lúgubre mansión, no hay nada que reprochar, solo agradecer.

Estas sinceras y dulces palabras emocionaron a Jean y recordó con mucha emoción por que apreciaba y amaba tanto a Camille, entonces pensando que ese era el momento adecuado pensó en confesarle su amor, cuando reunió todo el coraje que necesitaba y tomo las manos de Camille y mirándole a los ojos dijo:

- Camille... yo... hace mucho tiempo quise decirte esto... yo... te....- Camille estaba muy sorprendida, y cuando Jean iba a continuar con su confesión ambos escucharon una voz que les llamaba, Jean volteo muy sorprendido, y al girar se tropezó con el largo vestido que traía puesto, y pensando que tendría una caída segura contra el pavimento, cerró los ojos pensando en el duro golpe que recibiría, y oyó la voz de Camille diciendo ¡cuidado!

Pero grande fue su sorpresa al no sentir el duro golpe del piso, si no la suavidad de unos brazos que lo sostenían, y levantando la mirada, sus ojos se encontraron con los de Marcel, ambos se quedaron viendo por escasos segundos, pero luego Jean volvió en sus sentidos y la vergüenza se apodero de él, poniéndose muy colorado, sintiendo que su corazón se le saldría por la boca, quería huir inmediatamente pero sus pies se sentían muy pesados como el plomo, fue entonces que Marcel tomo la palabra y pregunto de manera muy suave y atenta si se encontraba bien, Jean asintió y se soltó de Marcel quien aún no sostenía en sus brazos.

Luego de aquel encuentro tan accidentado, se oyeron los pasos de alguien más, entonces se dieron cuenta que había otra persona en el lugar, se trataba de Russell, amigo de Marcel, ya antes Jean había conocido a Russel, y aunque no habían interactuado mucho, se podría decir que su relación era cordial, pero Jean noto que este veía con mucha atención a Camille, sintiendo que ambos pretendían a la hermosa joven, convirtiéndose en rivales de amor.

Le Petit Lys - Double AmourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora