CAPÍTULO 3

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La ciudad de Damasco lleva algo más de cincuenta años como

capital del califato. Durante este tiempo, una cantidad ingente

de dinero y poder se ha ido acumulando en su seno, siendo

patente sobre todo en la avenida Augusta. Mientras Puc recorre

esta amplia calle, no puede evitar fijarse en las farolas de aceite

que se pueden ver cada pocas decenas de metros, cubiertas con

un panel de un material que él desconoce, que refleja la luz de

las dos mechas que arden bajo ellas, protegiéndolas del viento

y la lluvia y ampliando también su luminosidad. Bajo sus pies, la

avenida está perfectamente empedrada, de manera que el tránsito

de carros por ella es más rápido y cómodo, además de ser

limpia en caso de lluvia, no solo por no tener la típica arena que

se convierte en barro con el agua, sino porque, además, debido

a la inclinación de los distintos tramos de calle hacia unos agujeros

que se encuentra cada varios metros, llamados sumideros, el

agua desaparece de la calle. Una camarera con la que ha hablado

le ha contado que, bajo la ciudad, los romanos, construyeron

una red de alcantarillado que dirigía el agua recogida por unas

canalizaciones hacia un punto común, profundo en el suelo, y

que después iba a parar a las afueras de la ciudad. Esta red de

alcantarillado queda localizada solo en la parte que los romanos

construyeron, por lo que el resto de la ciudad carece de esta ma108

ravilla de la ingeniería que dejó el legado de los romanos, entre

otras muchas cosas.

Puc proviene de una familia de cazadores y pescadores nubios,

una lejana tierra más allá de Egipto bañada por el río Nilo,

acostumbrada a los rigores del desierto y a vivir como nómadas,

viajando constantemente, por lo que cualquier ciudad le parece

un lugar asombroso y peligroso a la vez. Pero Damasco despierta

en él una sensación de admiración especial al darse cuenta lo que

el hombre consigue construir cuando se lo propone y por algo

más que le seduce en la ciudad, aunque no sabe decir exactamente

el qué. Quizá la mezcla de la arquitectura de decenas de

civilizaciones que han poseído la ciudad durante más o menos

tiempo, o como el ser la capital del califato Omeya la ha situado

en una posición excepcional para enriquecerse y poder así engalanarse

con mil cúpulas doradas y capiteles bellamente decorados.

Hace casi dos días que contactó con Blame y Forsac para conocer

los avances de la búsqueda de la muchacha que escapo

a través del fuego, y desde entonces no sabe nada de ellos. El

De cómo Gunthar perdió el colganteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora