El amante de un millonario

#4

-Esta bien no se preocupe, les diré que lleven todo a mi piso.

El lo miro con asombro.

-No, me niego.

-Por todos los diablos, sea razonable Yuri. Solo es una solución temporal. Dejaremos sus cosas en mi casa y le encontrare un lugar donde pasar la noche.

Yuri suspiro

-Esta bien. Pero le aseguro que le haré responsable si se pierde algo por el camino.

Yuri tenia tan pocas cosas que los de la mudanza solo se tardaron 40 minutos en sacar todo y llevarlo al camión. Otabek espero a que Yuri saliera del lugar e inmediatamente cerro la puerta.

Pero Yuri no se movió

Se quedo a lo alto de la escalera con una bolsa de viaje en una mano y la caja del gato en la otra. Se sentía derrotado. Su cuerpo se había encogido en el abrigo viejo y desgastado que lo cubría.

De repente Otabek sintió la necesidad de rodearlo entre sus brazos. La misma necesidad que sentía cuando su hermana volvía a casa a primera hora de la mañana, colocada con la droga que hubiera elegido.

-Vamos Yuri, a que esta esperando?

Yuri permaneció inmóvil y Otabek suspiro con impaciencia.

-No se puede quedar aquí- Insistió

-Es que tiene una idea mejor?- lo desafió

A Otabek se le ocurrió una idea definitivamente mejor. Que pasara la noche en su cama, desnudo, con aquellas piernas y aquel frágil cuerpo apretados contra el.

Pero definitivamente se lo calló. Ademas, tuvo la extraña sensación de que Plisetsky había adivinado sus pensamientos.

-Le reservare una habitación en un hotel para que pase la noche, ya le encontraremos algo mañana

Su respuesta fue automática

-No

-Yuri, es muy tarde para encontrar un sitio donde...

-No me refería a eso- Interrumpió- Es que no puedo ir a un hotel

-Porque no?

Yuri agacho la mirada, Otabek aun no entendía, pero entonces escucho un maullido, y supo que tenia a un animal

-Un día cuando volvía a casa del trabajo, la encontré en una caja y la adopte, Ningún hotel de aquí aceptaría a un gato en la habitación. Y no se le ocurra invitarme a su casa porque no lo aceptare

El se quedo desconcertado

-Prefiere pasar la noche en una escalera por culpa de un gato?

-Por supuesto. Puede que usted no tenga corazón pero cuidare a este gato así sea lo ultimo que haga.

-Y podría ser la ultima cosa que haga-ironizo-Esto es increíble

Otabek pensó que en realidad el era realmente lo increíble. Increíblemente ingenuo o asombrosamente insensato o las dos cosas a la vez.

Echo un vistazo a la hora y se dio cuenta de que ya se estaba haciendo tarde. Si no arreglaba el problema de inmediato no podría llegar a tiempo a la cena de negocios, así que se inclino y tomo la bolsa de Yuri.

-Espere un momento,Que hace con mis cosas?

-Las voy a llevar a mi piso

-Oh, no...

Yuri quiso quitársela, pero no pudo porque el ya había empezado a bajar por las escaleras

-¡Alto!

El no se detuvo

-Vendrá conmigo a mi casa- ordeno. No tengo tiempo para discutir ahora

-¡No voy a ir a ninguna parte!

Yuri no quería acompañarlo a su piso, no quería quedarse a solas con aquel hombre impresionante y soltero. No quería estar en el lugar donde probablemente se pondría a ver la sección de deporte solo en paños menores. No quería tener nada que ver con el ni con su forma de vida.

Además, Otabek Altin era un desconocido para el. Solo sabia que lo iba a desahuciar y que lo deseaba con toda su alma

Corrió hacia el, lo alcanzo y tiro de la bolsa de viaje que Otabek se había colgado en el hombro, tiro con tanta fuerza que un tirante se desgarro y la bolsa callo al piso tirando todo lo que contenía, desparramando su ropa interior por la calle.

-¡Mire lo que ha pasado por su culpa!

Yuri no dijo mas. Se quedo en silencio, ruborizado al ver sus interiores favoritos de color rojo y manchas de tigre con unas letras que decían "Tiéntame".

Se inclino lo mas deprisa que pudo para recogerlas, pero ya era demasiado tarde, Otabek se le había adelantado y su interior ya colgaba por uno de sus largos dedos.

Si lo hubiera mirado a los ojos, habría descubierto su brillo de humor. Sin embargo se sentía tan avergonzado y tan extrañamente excitado a la vez, que no se atrevió a mirarlo. Solo se limito a murmurar algo y a tomar la prenda que colgaba de su dedo.

Entonces se dio cuenta de que se estaba mojando y le puso el paraguas por encima

-Todo es culpa suya

-Todo? Me quiere hacer responsable de todas sus desgracias?

-Por supuesto que si, mi vida ha sido un infierno desde que lo conocí aquella noche. Mi vida ha sido un problema desde ese día

Otabek le miro con firmeza

-Yuri, creo que debería dejar de buscar culpables y empezar a comportarse de forma racional. Ademas, sus desgracias tienen la mala manía de restregarse contra mi.

-Yo no restriego nada contra usted señor Altin, usted se restriega solo. Y lo hace verdaderamente bien

Yuri se volvió a ruborizar al caer en la cuenta de las palabras que estaba utilizando. Pero hizo un esfuerzo y se obligo a mirarle a los ojos.

Recogió sus cosas, las volvió a meter, regreso a las escaleras en busca de la caja de su gata y se dirigió hasta el. Justo en ese momento se dio cuenta de que le estaban haciendo una propuesta muy generosa y convincente

-Esta bien, Que me esta ofreciendo exactamente? Quiero saberlo para que no haya malentendidos

-Le estoy ofreciendo que venga a mi piso. No tiene a donde ir y me siento responsable de su situación+

-Recuerde que tengo un gato y que no iré a ninguna parte sin el

-Por mi no hay problema, solo se trata de pasar la noche. Mañana buscaremos un lugar apropiado para usted.