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-De donde ha salido esto?

-Lo encontré en el espejo, lo habían pegado.

Otabek cerro el puño sobre la fotografía, con un gesto de rabia e impotencia, y se la guardo.

Yuri tuvo que morderse el labio para no pedirle que se la devolviera. La quería para 3 semanas después tirársela a la cara cuando se quedara sin lugar en donde vivir por culpa suya.

-Gracias, tengo algunos asuntos pendientes con una ex novia.

-No me había dado cuenta, acaso la abandono y ella se quiere alejar de usted?

-Yo no la abandone, ella me dejo a mi.

Yuri sintió ganas de ironizar pero se contuvo, ya que el rostro de Otabek mostraba una falta de emoción muy sospechosa. Era demasiado absoluta, demasiado perfecta, como si estuviera haciendo un esfuerzo para disimular su dolor. Evidentemente aquella mujer le había echo daño. Y Yuri sabia lo que dolía sentirse de ese modo.

-Si, bueno...Estará mejor sin una mujer como esa

Se metió las manos a los bolsillos y pensó que el también se sentiría mejor si no dejara de sentirse atraído por Otabek Altin. Por atractivo que le pareciera seguía siendo su casero; un maldito al que solo le preocupaban sus beneficios.

Poco a poco y manteniendo la espalda contra la fila de lavabos, retrocedió en dirección a la puerta, tenía que salir de allí antes de cometer algún grave error, un error como ofrecerle su compasión o peor aun una aventura sexual.7

Otabek se dio cuenta de que intentaba huir y se lo impidió. Con un movimiento rápido, apoyo las manos en los lavabos y lo atrapó entre sus brazos.

Los hermosos ojos esmeralda de Yuri Plisetsky se clavaron en los suyos. Era de estatura pequeña y aspecto delicado, pero el supo que el aire de fragilidad que emanaba era solo eso, un aire. Ya le había demostrado que tenía carácter y valentía.

Lo observó con detenimiento y sintió un acceso de deseo tanto intenso como inesperado. Con su cabello revuelto y su plaquita inclinada, parecía una especie de hada desarreglada.

Otabek apretó los dientes y se dijo que debía mantener el control.

-Quiere venir conmigo y compartir sus preocupaciones sobre el nuevo proyecto de desarrollo con el resto de los inversores?

-Con ese viejo irritable y arrogante de cabello blanco? De ninguna manera. Además todavía me queda media hora de trabajo... y a diferencia de algunos YO necesito el dinero. Las personas como usted me dan asco señor Altin. Destrozan las casas, y la vida de la gente, y llaman "Proyectos de Desarrollo" a lo que en realidad es solo una forma de ganar dinero a costa de los débiles.

-Yo no...

-La gente como usted- le interrumpió- ni siquiera puede entender lo que se siente tener una vida de pobreza y dificultades.

Otabek trago saliva y se apartó de los lavabos. El lo entendía perfectamente, había nacido pobre y se había tenido que esforzar mucho para conseguir la riqueza y el respeto de los que ahora disfrutaba.

-Usted no sabe nada de mi.

-Que no? Que aquella mujer le hubiera escrito eso en su foto deja mucho que decir de usted no le parece?

Los ojos verdes de Yuri se iluminaron con tanto calor y energía, que el se volvió a excitar. En sus treinta y dos años de vida , jamas había conocido a un hombre que lo excitara de ese modo, era desconcertante. Jodidamente sexy

El amante de un millonarioWhere stories live. Discover now