✾Drabbles; DontDid.✾

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El chico de iris azules llegó de pésimo humor a su casa, había tenido un día terrible desde el momento en que se levantó.

Asuntos estresantes del trabajo, lo de todos los días, pero extrañamente ése día los sentía mucho más intensos.
Escuchar de nuevo todos los comentarios malos que hacían de él, escuchar cómo lo comparaban con su pareja, Splendont.

El no poder concentrarse en lo que hace por todos los pensamientos que se acumulan en su mente y que hacen que le duela la cabeza, sentía que en cualquier momento iba a enloquecer.

No es bonito que te comparen con alguien más, y no es que despreciara a su novio por ser mejor que él, solamente lo dejaba en qué pensar.

Cerró la puerta de golpe y fue directamente a su cuarto, una vez dentro se quitó la ropa de trabajo que usaba a diario e intentó relajarse.

Pero ese intento fue en vano, terminó llorando mientras abrazaba su almohada.

En la sala se escuchó el sonido de la puerta siendo nuevamente abierta, seguido de unos cuantos pasos.

—¡Splendid! ¿Ya llegaste? —Era Splendont. El peliazul no respondió nada.

Los pasos volvieron a escucharse por toda la casa, Splendid presentía que su novio entraría a su cuarto, mas no le dio mucha importancia.

—¿Splend? —El pelirrojo se asomó por la puerta de la habitación—, ¿por qué no respondiste?

Se alarmó al escuchar sollozos por parte del contrario, rápidamente se acercó y se sentó en la cama junto a él.

—Hey, ¿qué tienes?

—Dime, ¿por qué?

El de ropas rojizas se quedó algo desconcertado con su repentina pregunta.

—¿A qué te refieres?

Splendid se volteó para verlo entre lágrimas.

—¿Por qué estás con alguien tan inútil y débil como yo? —preguntó sollozando, a Splendont le dolía bastante verlo así.

—P-Pero... Tú no eres nada de eso, azulito...

—¡C-Claro que lo soy! —respondió de forma algo violenta—. ¡Deberías despreciarme como todo el mundo lo hace! ¡¿por qué no lo haces?! —Llevó una de sus manos a su rostro, cubriendolo y tratando de limpiar sus lágrimas—. Yo... Y-Yo no te merezco...

Eso fue lo último que dijo antes de volver a comenzar a llorar desconsoladamente, de nuevo.

Splendont se sentía terriblemente impotente, impotente porque no sabía exactamente qué decirle, tenía miedo de no arreglar la situación.

Sin darle muchas vueltas al asunto solamente quitó la mano del rostro de Splendid, después comenzó a llenarlo de besos y con sus manos limpió sus lágrimas.

—No vuelvas a decir eso de nuevo, ¿de acuerdo? —dijo, sus ojos también se cristalizaron, pero hizo lo posible para no llorar también—. El único imbécil que no merece el amor del otro soy yo, Splend... Yo no merezco a una persona tan gentil y amorosa como tú —acarició una de las mejillas del otro con su pulgar—. D-Deja de llorar y de pensar tonterías... Joder, te amo tanto y me duele demasiado verte así.

Splendid no dijo nada más, tampoco cesó el llanto, solamente se limitó a abrazar fuertemente a su novio mientras sollozaba.

—P-Perdón... —habló débilmente—, hoy tuve un mal día...

—Lo noté... —El pelirrojo correspondió con la misma fuerza el abrazo—, pero ya pasó todo, Splendid... Trata de calmarte, ¿sí?

—... Gracias por soportarme... —se separó el menor, mirando al otro a los ojos.

El de iris rojizas solamente le dio un beso en los labios y lo volvió a abrazar.

—Gracias por estar conmigo...

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Perdón, pero estoy escuchando canciones tristes y la inspiración me llegó bien cabrona :'^(

Les juro que casi estaba chillando mientras escribía lo de arriba, ay.

No sé si esto cuente como Drabble, ya que son como más de 500 palabras... Pero bueno, tenía que publicarlo.

-Katte.