capítulo 8

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Narra Jake


(ANTES DEL ACCIDENTE)

Estaba en mi casa intentando trabajar sin éxito no podía dejar de pensar en la conversación del otro día cuando volvimos a su casa.

Estábamos hablando sobre ir de viaje cuando él coja vacaciones en la cafetería. Cuando me fue a besar le puse la mano en la boca impidiéndolo, entonces me pregunto si me pasaba algo, que si él había echo algo mal, le dije que no pasaba nada.

Sonó una notificación en mi móvil, haciendo que vuelva a la realidad, era un mensaje de Nico: "¿Puedo ir?"

Le conteste: "Lo siento estoy fuera por un rato" aunque era mentira.

Mirando mi anillo pensaba en cómo decirle en que él no había hecho nada malo, que solo estaba...

Desvié la mirada a la ventana, el tiempo se estaba enfriando, debería ir a la tienda de comestibles antes de que cerrara.

En cuanto abrí la puerta de la casa, me encontré a Nico apoyado en la pared con cara de enfado.

-¿Acaso no estabas fura por un rato? –dijo mirando el suelo.

-Nico...

-Si me ibas a mentir por lo menos apaga las luces para que no te descubra –dijo mirándome fijamente- O... ¿Es que hay alguien a quien no quieres que vea?

-Estás equivocado –dije rápidamente.

-¡Entonces ¿Por qué me estas evitando? ¿Acaso hice algo para que me odiaras?! –dijo poniendo una cara que esperaba respuestas, parecía que iba a llorar.

No era capaz de decirle que él no había hecho nada malo. Vino a mi memoria las escenas de Nico con el niño con el que tropezó, con si sobrino...

-¿Podrías dejarme solo? Odio esa parte de ti –dije tapándome la cara con las manos- Vamos a pretender que nada paso desde un inicio –las palabras me costaba decirlas- seguramente, no estábamos destinados a conocernos.

No le podía decir que estaba asustado de estar destruyendo su futuro.

-¿Qué estás diciendo? –dijo dolido.

No podía verle así, sabía que yo era la causa de su dolor así que me gire para volver a entrar en casa. Pero Nico me agarro de mi mano.

-¡Hey! Espera.

-¡Por favor, déjame ir! –grite empujándole.

Después de eso Nico salió volando de espaldas por las escaleras.

-¡NICO! –grite a todo pulmón.


Por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora