Es irónico,
la droga que tanto
amabas se desenganchó
de ti, y no tú de ella.
Es triste,
donde estaba tu camello,
era donde más frecuentabas,
solo para conseguir tu droga.
Me encantaba como lucía,
rozar mis labios sobre ella,
tenerla entre mis manos,
solo el hecho de tenerla
ya sentía sus efectos.
Pero una vez pierdes tu droga,
haces todo lo posible
para volverla a consumir
o sencillamente tenerla
entre tus manos.
Llegas un punto de desesperación,
donde la ves en todas partes,
creandote falsas ilusiones,
consumiendo,
lo que crees que te satisfacera
no te llenará ni la mitad
como hacía ella, "tu droga".
Ahora te arrepientes de haberla auyentado.
Es triste e irónico, esa droga,
la única que querías,
la única que te setisfacía,
se desenganchó de ti.
