No puedo creer que Onnie fue lo suficientemente capaz como para decir mi secreto. Se lo había dicho a él, Fede y Mangle, ellos prometieron ocultarlo, pero el maldito rompió la promesa.
Se siente terrible cuando le dices a una persona de toda confianza un secreto y luego éste lo revela al público y hace que casi te maten.
Cruel no? Bueno, así son los humanos mayormente en la vida. Cruel y malvados.
En ciertas partes me dan ganas de vengarme de Onnie, pero recuerdo que eso podrá irme peor para la misión personal de mantener la paz entre ambos humanos y criaturas.
No debo, seguiré con mi misión.
En eso escuche algunas cosas venir hacia acá. Rayos, los demás cazadores!
Cabalgue lo mas rápido que pude, peor Lee chilló de dolor tras ver que recibió una flecha en su pata trasera.
-Lee!- grité preocupada y vi que varias flechas seguían lanzando, no debía matar a nadie.
Traté de ayudar a mi caballo, pero fue en vano ya que los malditos lo mataron con millones de flachas por todo su cuerpo.
Él era mi amigo, no me importa si era un animal o mascota, le tenía bastante cariño.
Tomé mis cosas y tuve que seguir corriendo a pie, perdiéndome en el bosque dirigiéndome al punto de encuentro con Freddy.
