Azul

Parte 7

Desperté muy temprano, Helena se había ido después de conversar conmigo, su trabajo ya estaba hecho; no pude dormir en toda la noche, a pesar de que Cristian no despertó, ni se quejó en ningún momento, tenía miedo de que la herida se abriera o que sintiera frio, pero era una tontería, tenía su chaqueta, más un frazada que luego le coloque y los puntos estaban muy bien hechos.

Él despertó mientras lo observaba, aún tenía un brillo por el sudor,-buenos días, ¿no es muy apresurado decirte que eres el primer chico que invito a casa?- a pesar de su visible cansancio me sonrió, realmente divertido.

-Te prepararé un café y un poco de granola, si quieres puedes ducharte arriba, tienes mucha sangre aun-dije, evitando pensar en el mareo que venía cuando recordaba toda la que había perdido hace algunas horas

El chico se levantó pesadamente , le entregue una toalla limpia y se fue al baño, mientras yo preparaba el desayuno, me quedan muy pocas provisiones, algo de café y granola para desayunar, ya no queda pan, ni las sopas instantáneas que eran mi almuerzo, creo que necesitare el dinero de mi empleo más de lo que esperaba.

Cuando Cristian salió de la ducha, me quede como boba, era realmente guapo, iba sin polera, claro la del día anterior estaba manchada de sangre, y su cabello oscurecido por estar tan mojado le quedaba muy bien.

-no creo que tengas una polera que me quede- me dice haciendo que reaccione

-dudo que seas de mi talla- le digo, divertida al pensar en que use una de mis blusas.

Me despedí diciéndole por quinta vez que me llamara para decirme como se encontraba, aun me sentía muy preocupada por él; se subió al autobús usando la polera verde que me conseguí con mi vecina, era varias tallas más grande pero aun así no lucia mal, me sonrió antes de que partiera la máquina.

Al llegar a mi casa limpie efusivamente todas las manchas de sangre, incluso parecía verla en lugares donde ni siquiera había estado Cristian. Sin darme cuenta habían pasado horas y salí rápidamente a tomar el autobús para ir a mi trabajo.

Comencé rápidamente cuando llegue, absorta en mis pensamientos, en Cristian, y lo sucedido, no noté que Maia había faltado hasta el almuerzo, cuando intente preguntarle a Fabiola que había pasado dijo que hoy era su día libre. Había terminado todo temprano pero aun no eran las 4, hora de mi salida, y camine por la casa, solo para pasar el tiempo, llegue a un pasillo que tenía algunos cuadros de la familia, los 3 sentados en un sillón (típica foto familiar), el señor Halloway cerca de un cohete esperanza, su esposa cuidando unas...¿flores?, si ¡flores! En un jardín, había también un chico vestido pulcramente con el uniforme de la empresa Esperanza, al mirarlo más de cerca me doy cuenta que es el chico que vi ayer en la casa, es el hijo de lo Halloway, me pareció extraño que ahora no se involucrara con nada respecto al "negocio familiar", que ni siquiera asistiera cuando su padre hablaba en la televisión, o que al menos pasara más tiempo en su casa.

Cuando por fin dieron las 4 de la tarde salí apresurada, estaba exhausta, no había dormido bien la noche anterior. Al regresar no pude evitar sonreír al ver un mensaje en la contestadora

–emm hola soy Cristian, estoy bien, espero que tú también, mi madre quería morirse cuando le conté – ríe con una tos luego se calla – bueno gracias por todo y espero volverte a ver- dice apresuradamente y luego deja un silencio- te veo luego ¿sí?-

Su mensaje me deja con una sonrisa lo que queda del día, aunque también me preocupa, ¿enserio querrá volver a verme después de lo que sucedió?, sé que no fue mi culpa, pero aun así, siento como si lo fuera...

Al día siguiente no quiero saber nada de la televisión, ni del "esperanza", es el sexto día después del lanzamiento, a esta fecha siempre se pierde el contacto con el cohete, de aquí en adelante, los pasajeros de la nave, mi hermana, deberán viajar por su cuenta en el espacio, encontrándose con quien sabe qué; me gustaría saber cómo esta Rebecca, si está asustada, si piensa en mí, si podrá ser ella quien nos salve...

Llego al trabajo y sin decir palabra comienzo mi trabajo, lo único que puedo pensar es "6 días ", ¿Es posible que olvide el sonido de su voz como lo hice con mamá?, solo necesitaba abrazarla una vez más; recorro la casa como un alma en pena, tan ensimismada, que ni siquiera me di cuenta que me seguían, no hasta que él mismo llama mi atención con una tos demasiado falsa, me doy vuelta por fin saliendo de mis pensamientos.

-perdón pero, no pude evitar notar que algo te sucede- me dice Max, rascándose el cabello, como si estuviera realmente preocupado

-¿Por qué preguntas?- le respondo, algo a la defensiva

-pues chica, no has hablado con nadie desde que llegaste, y ni siquiera notaste que te estado siguiendo todo el día- lo dice como si fuera lo más obvio del mundo.

-eso suena algo escalofriante-

-sí, es cierto, pero necesito un enorme favor tuyo-

-¿un favor?-

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1) Lo mas seguro es que demore un tiempo en escribir el siguiente cap. estoy muy ocupada en el liceo y no he tenido suficiente tiempo para escribir

2)intentare hacer mas largos los capitulos, así que conectado con el punto anterior demorare mas en cada uno de ellos

Solo eso gracias por todo los amoo

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