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En mi cabeza todavía no entra el hecho de que haya escrito hace tres días en este cuaderno. Y no lo estaría haciendo de no ser porque quiero escribir en un sitio blanco y limpio, ya que las pocas hojas de máquina que me quedan son para un trabajo de Literatura y mi teléfono anda sin carga y además no hay luz.

He llegado a la conclusión de que necesito un amigo. Pero no un amigo como Barry y Harry-mis "amigos" del colegio-, con ellos no, porque no quiero a un fastidio más con quien hablar de cosas innecesarias y mierdas de esas, y mucho menos de cosas dizque cultas y existenciales porque eso no removerá el estiércol de las personas que dejan su paso en la tierra. Y pensando y repensando, no encontré a nadie, siendo como soy no le contaría nada ningún ser humano... El punto es que si fuera diferente le diría mis cosas a alguien. A una persona que no considerara lo suficientemente absurdos mis problemas de adolescente. No encuentro a nadie dentro de lo que cabe en las personas que en mi existencia he conocido; en el colegio no hay; en casa mucho menos, jamás le contaría algo a mi padre, y mucho menos a mi madre; y mi terapeuta... no. Aunque ella ha demostrado que las cosas que le digo que no le debe de decir a nadie no lo hace. cómo saber lo que le cuenta a mis padres, ellos no lo saben ocultar.

Para: EllebDonde viven las historias. Descúbrelo ahora