Era mediodía del día siguiente. Sofía ya estaba despierta pero seguía dentro de la cama, permitiéndose ser perezosa, ya que hoy tenía turno de tarde en el bar. A diferencia de otras veces no se había despertado con resaca, ella sabía que el tequila nunca la defraudaba. Sonó en su móvil el tono de entrada de sms. Se levantó de un golpe de la cama, se puso como loca a buscar el móvil por toda la habitación, al final apareció debajo de la almohada. Miró el móvil, era un sms de "naranja móvil", que ofrecía una oferta si te cambiabas a su compañía. Sofía tiró el móvil a la cama, decepcionada. Justo volvió a sonar el tono de sms. Esta vez era Carlo, el sms decía:
"Hola bella, espero no despertarte con este mensaje. Me apetece mucho verte. Si quieres podemos quedar esta tarde en plaza de Sol??? Un beso"
En la cara de Sofía se dibujó una sonrisa. Enseguida se percató de que comenzaba a sentir cosas por aquel chico. Fue entonces cuando apareció en su cabeza la idea de que quedaban algo menos de dos semanas para que Carlo finalizase sus prácticas y volviese a su país. Le entró un nudo en el estómago. Una sensación de rabia y de ansiedad. De ansiedad por aprovechar al máximo los días que él estuviese, sin pensar que pronto se marchará. Enseguida le contestó al mensaje:
"Hola diablo rojo... jeje. Estás mejor?? Has podido dormir bien? Esta tarde tengo que trabajar en el bar, pero si quieres podemos quedar cuando termine, a las diez de la noche??? Otro beso para ti ;)"
Carlo leyó el sms con algo de tristeza y de ansiedad también. Le apetecía muchísimo verla, si por él fuera iría a verla ahora mismo, pero no sabía donde vivía. En doce días salía su vuelo de vuelta a Turín pero no le quedaba otra que esperar a la noche para verla.Contestó a su sms:
"Diabiola roja! Sí estoy mejor. Pero no he podido dormir ni un minuto, he estado toda la noche pensando en ti...;) No sé si aguantaré tanto tiempo sin verte. Tendré que hacer un gran esfuerzo. A las diez nos vemos entonces. Un beso en la nariz :)"
Carlo dejó el móvil a un lado para seguir en las prácticas. Él ya estaba en la radio, esa mañana le había tocado madrugar después del incidente del vómito, se encontraba algo revuelto, pero le daba igual, se sentía feliz, como hace mucho tiempo que no lo hacía. Estaba con sus compañeros preparando la emisión de la tarde. El programa de la tarde consistía en sorpresas anónimas, la gente dejaba un mensaje de voz para alguien, daba un número de teléfono para quien iba dirigido ese mensaje y a continuación se emitía en directo el mensaje y la canción que también se quería dedicar. A Carlo se le encendió la bombilla.
Eran las tres de la tarde cuando Sofía entró al "Bienservido". Saludó a sus compañeros entre bromas como cada vez que entraba de turno de tarde. Ese era su turno preferido. Además, esa tarde se sentía especialmente motivada, la idea de ver a Carlo le rondaba todo el rato por la cabeza.
Carlo se conocía muy bien y sabía que no podía esperar hasta las diez, así que en cuanto llegó a casa se duchó y se puso sus vaqueros rotos preferidos y su camiseta blanca a juego con sus deportivas. No se lo pensó dos veces y se marchó hacia el "Bienservido".
Ya eran las siete de la tarde en el bar y empezaba a llenarse la terraza de gente con ganas de probar las mejores tapas y cañas de Madrid. En la barra siempre tenían puesta la radio, casi siempre "Radio 3", les gustaba a los que allí trabajaban el programa de por la tarde. Sofía estaba atendiendo una mesa cuando le vibró el móvil, era un número largo así que decidió cogerlo por si era importante:
—Sí, dígame —contestó ella.
—!Hola! Somos de Radio 3, hay alguien que ha dejado un mensaje y una canción para usted, esperamos que le guste.
ESTÁS LEYENDO
Tequilas de amor
RomanceSofía es una veinteañera alojada en Madrid. Sirve cafés en una cafetería del centro. En su tiempo libre sale de fiesta con sus compañeras de piso hasta acabar con todos los chupitos. Carlo es un joven italiano que acude a Madrid durante el verano a...