Rescate

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Abro los ojos y veo que estoy debajo de una especie de techo hecho con ramas y hojas, trato de sentarme y todo me da vueltas, de pronto llega Peeta con una pastilla y poco de agua, esta es ya la 7 pastilla que me tomo y todavía no se para que son, espero esta vez ya no quedarme dormida para poder preguntarle y no es bueno que por mi culpa tengamos que arriesgarnos a que algún tributo nos encuentre en este lugar, pero también me da miedo levantarme y poner en riesgo la vida de mi bebé.

-Ten- dice dándome la pastilla y el agua- tomate la pastilla para que estén mejor- yo solo asiento con la cabeza y me tomo la pastilla.

-¿Cuántas pastillas son las que me tengo que tomar? y- pregunto ya que las veces anteriores no duraba suficientemente despierta para alcanzar a preguntar, el me da una triste sonrisa y coloca una mano sobre mi vientre y dice.

-Ya solo te faltan 5 y son para que no les pase nada- dicho eso me da un beso en la coronilla y me ayuda a levantarme y también ir a donde esta Finnick ya que no tengo suficiente fuerza para caminar por mí misma gracias al incidente que tuve ayer y no haber comido no ayuda mucho que digamos. Por suerte Finnick tiene a su derecha una cesta llena de camarones limpios y listos para comer.

Nos sentamos frente a Finnick, nos comemos los camarones, cuando de pronto unos gritos nos interrumpen.

-¡MUEVANSE DE UNA BUENA VEZ¡- solo una persona seria capaz de gritar así y es a la que menos me esperaba topar en la arena.

-¡JOHANNA¡- grita Finnick mientras corre en dirección asía Johanna, Peeta y yo nos levantamos para seguirlo, cuando llegamos vemos a Finnick conversando con una Johanna bañada de sangre seca y a pocos metros están Beetee y Wirees, el primero esta de tirado boca arriba en la arena abrazando una especie de carrete con algún tipo de cable en él y la segunda está caminando en círculos diciendo algo que no alcanzo a escuchar.

-Creíamos que era agua así que nos acercamos a la lluvia, pero en vez de ser agua era de sangre, no podíamos ver nada, así que gracias a eso Bligth se dio contra el campo de fuerza- dice Johanna un poco enojada.

-Oh, lamento la perdida- dice Finnick, supongo que lo dice ya que el si lo conocía.

-Gracias, no me caía muy bien que digamos pero era de casa, pero eso no es todo, después de la lluvia Majara, se cayó por un pequeño barranco y se golpeó la cabeza así que gracias a eso ahora tiene una conmoción cerebral y bueno a Voltios le clavaron un cuchillo en la cornucopia, en eso Wirees se acerca a Johanna y dice.

-Tic, tac tic, tac-

-si ya te escuche- dice Johanna agitando la mano al aire a modo de indiferencia.

Luego yo me acerco a Wirees y Peeta a Beetee, a los cuales llevamos a la orilla del mar para poder limpiarlos y ayudar a Beetee con su herida, cuando terminamos, pasa Finnick corriendo justo en medio de nosotros cargando a una MUY enojada Johanna, luego la sumerge en el agua y ella comienza a decir demasiadas palabrotas las cuales no quiero escuchar así que mejor centro mi atención a las palabras de Wiress para tratar de comprenderlas.

-Tic, tac-

-Si tic, tac- luego igual que anoche suenan las doce campanadas.

-¡TIC, TAC TIC,T TAC¡- Grita Wiress y ahora todo tiene sentido las doce campanadas ahora que está el sol en el centro de la arena lo cual significa que es medio día, y caen los relámpagos en el mismo árbol de anoche, solo puede significar una cosa ¨LA ARENA ES UN RELOJ¨

-Wiress tenías razón la arena es un reloj- al escuchar esas palabras ella parece tranquilizarse, supongo que porque por fin alguien entendió lo que quería decir.

Luego que termináramos de limpiarlos, comer, beber agua y que yo me tomara mi pastilla, les explico lo de la arena y todos me miran como si estuviera loca o algo por el estilo.

En Llamas: ¿Qué Pasaría Si Algo Fuera Diferente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora