Relatos YAOI :3 Eróticos Ahre (?

Mi querido amigo.

Ya no puedo soportarlo, siempre lo veo, en el trabajo, en mi casa, en mi mente, y no puedo hacer nada. Él es mi amigo, pero no puedo dejar de excitarme tan solo verlo en ropa interior. Odio tanto que se vaya a acostar así.

Pero lo que más odio, es tener en claro mis sentimientos hacia él, pero no sé lo que él siente, ¿y si me estoy equivocando? ¿El estará interesado en otra persona?.

Estoy poniendo en riesgo nuestra amistad, pero ya no lo soporto, necesito de él, necesito tocarlo, sentirlo, escucharlo gemir mientras me vengo en su interior.

Salí de mi habitación directo hacia la habitación de Tyler. El chico que no me deja dormir en las noches.

(Quise ponerle Josh al seme de éste relato pero sería demasiada referencia, si saben a lo que me refiero xdxd)

Estaba a unos centímetros de la habitación, escuchaba los gritos de Tyler diciendo mi nombre, gritándolo. Pensé que estaba en peligro, corrí hasta la puerta pero paré en seco, al ver que esos no eran gritos, más bien gemidos.

Extrañado, abrí un poco la puerta dejando un pequeño hueco para ver.

Él se estaba masturbándose en la cama mientras se mordía el labio, se le escapaban algunos jadeos y gemidos que decían mi nombre. No aguanté más y empecé a desabrochar mi pantalón

-¡Aahh! joder Ryan ngh.

Sin tocar la puerta, entré a la habitación, Tyler me vio y se quedo quieto, me vio sorprendido, quiso esbozar algunas palabras, pero no lo logro. En cambio yo estaba muy decidido, el iba a ser mío.

-Ry-Ryan...No-no es lo que parece. -Quitó su mano de su miembro más rojo que nunca. Yo me acerqué rápidamente a el y comencé a besarlo, el se quedó quieto. Me separe de él, comenzando a tocar su entrepierna haciendo que soltara un gemido bastante alto que me hizo perder la cordura.

-s-sigue. -Dijo susurrando muy bajo. Le escuché y seguí con mis movimientos.

Le besé con más intensidad, él no seguía el beso. Mordí su labio inferior, él gimió en mi boca y me dio el paso de mi lengua entrar a su boca.

Él no movía su boca ni nada, eso hizo que la saliva le saliera de su boca, recorriendo su mandíbula. Eso me excitó más y he acelerado el movimiento de mi mano, haciendo que se corriese en ella y en mi camiseta que tendría que lavar después.

El me miró con las mejillas rojas, desvío la mirada poniendo su brazo en su cara para taparse.

-¿Po-por qu-qué has he-hecho eso? -Dijo tembloroso y jadeando.

-¿Por qué te estabas tocando mientras decías mi nombre? -Pregunté con una sonrisa pícara.

-Es q-que, yo no e-estaba...

-No mientas, te he visto tocando te mientras decías mi nombre. -Me acerqué a su oído con intensión de susurrarle- Eso me hizo calentarme.

Él se sonrojó y no habló más, dejo que yo tomara el control.

Me saqué la camisa y los pantalones quedando solo en bóxer. Él me miraba con el rostro rojo y soltando suspiros.

Dirigí tres dedos a la boca de Tyler. Él entendió y los lamió como si fuera una piruleta. Me encantaría que hiciera lo mismo con otra cosa...

Saqué mis dedos y los dirigí a su entrada. Metí un dedo, él se sujeto a mi cuello con fuerza soltando gemidos bajos y jadeos.

Después metí el segundo dedo, el ya estaba gimiendo fuerte en mi oído, se agarraba con fuerza a mi cuello, su caliente aliento chocaba con mi piel haciendo que en estremeciera.

Metí el tercero y los moví en su interior para que se acostumbrara. Él empezó a mover sus caderas haciendo que mis dedos agitaran su interior. El gemía de placer, la saliva se le caía, era muy placentero verlo así.

Saqué mis dedos, dirigí mi pene hacia su culo y lo metí en su pequeña cavidad, él gimió más alto que otras veces. Este chico me va a volver loco.

Yo soltaba jadeos. Empecé a acelerar mis embestidas haciendo todo más placentero.

La cama rechinaba a causa de nuestros movimientos, cosa que no pensaba parar. He esperado tanto tiempo por esto, parece un jodido sueño.

-¡A-ahh!, más por favor. Aahh. -Sus gemidos me volvían loco, hacia querer romperlo. -¡Más rápido Ryan! -Gimió. Escucharlo decir mi nombre quitó la poca cordura que tenía, ya no me importa nada. Empecé a follarlo más fuerte, rápido y profundo. Él solo se limitaba a gemir. Salían lágrimas de sus ojos, no sabia si era de placer o de dolor, pero lo excitado que estoy ahora no me hace pensar claro, ya me voy a correr.

-¡Ryan, Ryan! -Ver su cara así. Con lágrimas, saliva en la cara, sonrojado, jadeando y gimiendo. Joder, si que me excita.

No sabía si yo podía ir más rápido, pero así lo parecía. Unas embestidas más y Tyler se corrió en nuestros pechos dejando todo su semen. Yo aun no me corría. Sentí que el interior de Tyler apretaba mi pene. No pude más y me vine en su interior.

Pero yo no quería parar. Había esperado por esto por cinco jodidos años.

Volteé el cuerpo de Tyler, dejándolo en cuatro. Él parecía asustado, giré su cabeza para besarlo.

-¿Q-qué haces? -Preguntó con su rostro sonrojado.

-Yo no quiero parar, mi niño. -Comencé a masturbar su miembro dejando que él gimiera. Él acostó su cabeza en la cama, cubriendo su boca con su mano para parar sus gemidos, algo que me molesto un poco.

Tomé sus manos y las alejé de su boca poniéndolas en la cama. Me acerque a su oído y le susurré cerca de este.

-Quiero que gimas mi nombre hasta que te quedes sin voz -Dije firme cómo si fuera una orden, tenía una gran necesidad de que dijera mi nombre.

Metí mi miembro sin previo aviso, sujetando sus caderas con una mano y con la otra acariciando su miembro.

-¡Aahh! ¡Ryan más fuerte, se siente muy bien! -Gimió. No lo pensé dos veces, agarré con las dos manos las caderas de Tyler y lo hice más fuerte.

Mi pene llegaba a lo más profundo de su interior, tocando su próstata haciendo que él gimiera.

Sus gemidos se hicieron más fuertes y seguidos, su interior me apretaba dándome a entender que estaba a punto de correr.

Su interior se cerraba cada vez más dándome una sensación exquisita, estaba a punto de llegar al orgasmo.

Mis movimientos se hicieron más torpes y perdí la coordinación, disfrutando el interior de Tyler.

Sin previo aviso me corrí en su interior con un gruñido de satisfacción, él soltó un sonoro gemido que se escuchó en toda la habitación corriéndose en las sábanas, con la respiración agitada.

Me desplome encima de él, besándole su cuello, hombros y espalda.

El no tardó en dormirse, pero antes abrazó mi torso. Yo lo abracé de vuelta y nos dormimos.

Por fin, me he follado a Mi querido amigo.