Relatos YAOI :3 Eróticos Ahre (?

Sería bueno repetirlo.

Lo odio, lo odio, lo odio. ¿Por qué tiene que ser tan sexy?, ¿Es que no se da cuenta de las malditas erecciones que me provoca?

Sí, allí estaba yo, como un estúpido mirándolo, apreciando su belleza, sus ojos, su cabello. Soy un imbécil.

¿Es que acaso no sabes algo más que sólo maldecirte? Realmente eres un estúpido... Digo, yo soy un estúpido.

-Oye weón, presta atención a la clase si no el profe te va a webiar to' el rato.

Y sí, allí estaba mi amigo el chileno, el que siempre está tirando groserías de aquí y allá, el que siempre se está peleando con todos, el que se cree rudo y es rudo.

-Tengo la calificación más alta del curso, soy el único que entregó el jodido análisis que se tenía para hoy, el profesor me tiene más ganas que el tipo que me estuvo acosando ayer, ¿Y tú crees que me importa? -Hablé sin importarme si alguien me escuchó. Desvié mi mirada del chico, ya que, estaba comenzando a sentir cosquilleos en mi estómago y mi amigo estaba despertando.

-¿Podrías darme un poco de inteligencia?, mis notas están pal pico -recostó su rostro en la mesa, yo me quedé mirándolo hasta que él habló- ¿Tantas ganas le tienes?, al menos oculta tu erección que si el profesor te ve, probablemente te viole después de clases.

-Ugh -Me quejé para después poner mi cuaderno en mi parte baja, escondiendo mi erección.

La clase terminó, todos salieron como si su vida dependiera de ello y yo sólo me quedé allí, pensando.

Bueno, no estaba pensando en sí, estaba tratando de imaginar a una vieja cagando o bañándose, lo que sea para que mi erección bajara.

O al menos para no desesperarme, por que el muy pendejo viene hacia a mi.

-¡Hola! -Habló ése estúpido con una brillante sonrisa.

-Hola -Traté sonar indiferente, pero por dentro me moría por chupar...

-Uh, ¿Cómo estás?- Genial, aquí con una erección que tú mismo provocaste, gracias.

-Bien. -Miré a un lado, y el estúpido de mi amigo ya no estaba. Miré hacia mi alrededor, nadie estaba en el salón, ni siquiera el profesor. Regresé mi mirada hacia él, intentando tener contacto visual con esos hermosos, eróticos, profundos ojos.

-Bien -dio un suspiro largo- iré al grano: ¿Por qué me estabas mirando tanto en clases? -Su rostro mostraba seriedad, ¿Se habrá enojado?

-¿De qué hablas?, yo estuve toda la clase con mi compañero. -Mentí poniendo una excusa.

-Ajá -Dijo mirando hacia la puerta. Obviamente no me creyó.

Lo vi metiendo sus manos en su pantalón, y después gruñendo enojado.

-Mierda, ¿En serio se me olvidó? -Murmuró para él mismo pero yo lo escuché, aunque no sé muy bien si fue un murmuro.

-¿Qué pasa? -Pregunté, mirando hacia las ventanas, tratando de no sonar desesperado o algo que lo asuste.

-Ugh, nada, sólo se me olvidó traer mi dinero y ahora no tengo qué comer gracias a mi estupidez. -Se sentó en el pupitre a mi lado, lo miré unos segundos hasta que se me encendió el foco, y un poco más que eso.

-¿Sabes?, yo podría darte dinero. -Dije mirándolo con una sonrisa, a él le brillaron los ojos y se me acercó, demasiado a mi rostro. No puede evitar sonrojarme a causa de su cercanía así que él habló.

-¿En serio?, ¿En serio harías eso por mi? -Dijo con un tono entusiasmado, se veía lindo.

-Sí, pero con una condición. -Sonreí. Él me vio un poco raro, pero después se sentó correctamente en la silla dispuesto a escucharme.