Día 30

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Solo éramos un par de adolescentes quienes se amaban a distancia. Aún recuerdo cada detalle, cada cosa que hablábamos, el como añorabamos la presencia del otro, recuerdo cada madrugada cuando hablábamos tanto que ninguno de los dos quería dejar de hacerlo. Recuerdo cada encuentro que teníamos, esos que no planeabamos pero que estaban llenos de risas y se convertían en momentos perfectos.
Como en aquella vez que recorriste una distancia considerablemente larga en bicicleta por verme porque te enteraste que llegue al lugar donde vivías.
O como aquella vez que llegaste a mi casa muy temprano en la mañana, yo estaba dormida y me despertaron tus gritos. Me preguntaba quien era él idiota qué llamaba tan temprano, pero al asomarme por la ventana me encuentro con que eras tú, asi que salí con mi pijama, mi cabello desordenado y tú, con esa sonrisa pícara, me preguntaste si me habías despertado. Recuerdos así, por más insignificantes que parezcan, son los que me mantienen despierta hasta altas horas de la noche. Recuerdo que te amé con locura y sin importar la barrera de la distancia la cual nos separaba.
Me parece injusto que sólo queden recuerdos, y no nosotros.
Realmente creí que lo nuestro era perfecto.
me enamorabas y yo escribía.

Ya no estás tú©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora