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El chico se encontraba en el suelo de su estudio, mientras observaba todas las partituras que debía aprenderse. Era un poco estresante tener un proyecto final y no saber qué cosa presentar para lograr la aprobación de todos tus profesores que te vieron crecer.

Una pequeña bolita rubia se interpuso en su campo visual, subiéndose a su cuerpo. ¿No podía ser más adorable?

— ¿Qué pasa, mi amor? – Murmuró cuando vio el puchero de su novio, a la par que este enredaba sus deditos en su cabello.

— No has comido nada en todo el día, Yoonie. – Habló aún con el puchero presente en sus labios, cosa que el mayor aprovechó para besarlo fugazmente.

Era cierto. Desde que se había despertado, no había visto bocado alguno y al ver por la ventana como la luz del día comenzaba a irse, creyó que era momento de que su cuerpo se alimentara. No quería preocupar a su novio.

Con una mirada pícara ante una repentina idea, pasó con ternura su nariz por la mejilla del menor escuchando su risa.

— ¿No te puedo comer a ti? – Preguntó con ojos inocentes, viendo el más que notorio sonrojo en el otro. Llevaban casi tres años juntos y Jimin continuaba sintiéndose avergonzado cuando le soltaba cosas como esas.

— Y-yo no s-soy comida...– Susurró desviando la vista del mayor, se sentía nervioso.

— Lo sé, cariño. – Sonrió Yoongi ante su ternura, para tomar aquellas mejillas y dejar suaves besitos en esos labios abultados. – Vamos. – Susurró y se disponía a levantarse junto al menor.

Ya una vez separados, iba saliendo de su cuarto cuando notó que la presencia de su novio no se encontraba cerca. Se volteó confundido, viendo al rubio agachado en el piso.

— ¿Qué haces? – Dijo mientras se devolvía hasta él.

Miró como los ojitos de Jimin brillaban y pasaba sus dedos por las notas escritas en el pentagrama. Por un momento no entendía que era lo que estaba haciendo, pero al leer el nombre de la canción entendió todo.

— ¿Está es...– Comenzó a decir el menor, extendiendo su mano hacia él para entregarle la partitura.

— Si...– Respondió sin siquiera escuchar por completo la pregunta. – Está es la primera canción que toque para ti. – Sonrió, confirmando los pensamientos de su novio.

Hace años no tocaba esa dulce melodía y hasta la había olvidado entre todas las demás partituras que había ido adquiriendo con el tiempo. ¿Por qué la había olvidado cuando era una canción tan importante para él?

— ¿Puedes...? – Preguntó Jimin apuntando el piano, obteniendo como respuesta la risa del mayor.

Yoongi tomó la mano de su pequeño y se sentaron juntos frente al lindo piano que habían comprado hace poco.
Sin esperar demasiado, el peli azul comenzó a pasar sus dedos por las teclas del instrumento, dejando salir la dulce melodía y llenar a su corazón de felicidad.
Aquella canción la había compuesto hace algunos cinco años atrás, todo porque había conocido a cierto vecino que era demasiado adorable para su ser.
Esa melodía tenía plasmado todos sus sentimientos de adolescente enamorado y  hipnotizado, por quien estaba a su lado en aquel instante.

Nunca le había confirmado a Jimin desde cuando había comenzado a amarlo. Quizás fue en el mismo instante en el que se lo presentaron aquel día, o cuando este comenzó a ir cada día a su hogar, llenando sus monótonos días de colores.
La verdad no tenía idea de cual fue el momento preciso en que su corazón le perteneció por completo al menor. Pero ahora definitivamente tenía la seguridad de que era total y completamente suyo.

Una vez finalizada la canción, miró a su lindo acompañante que intentaba retener las lágrimas. Ante la ternura que le produjo, no pudo evitar llevar sus manos hasta aquellas mejillas, solo para acercarlo y poder besar sus labios.
Le besó lentamente, intentando borrar todo rastro de tristeza en el rostro del menor.
Cuando sintió que ya estaba más tranquilo y solo se dedicaba a suspirar entremedio del beso, se alejó para sonreírle. Obteniendo lo mismo por su parte.

— ¿Por qué le has puesto "first love"? – Comentó mientras entrelazaba sus deditos con los pálidos de su novio.

Yoongi rió ante ello porque la respuesta era bastante obvia. Al menos para él.

— Porque es una canción para mi primer amor. – Apretó la mano del chico, sintiendo unas inmensas ganas de reír al ver la cara de Jimin.

Ya no estaba sonriendo y solo se dedicaba a mirar las teclas frente a él. Se notaba celoso.

— ahhh – Murmuró a penas, solo para luego voltearse a su novio. – ¿Y se podría saber quién se supone que es? – Preguntó con la voz cargada de envidia.

Ay, Jiminnie, pensó Yoongi.

Si el menor sólo fuera un poquito más observador, tendría la respuesta frente a sus ojos. Pero como conocía lo suficientemente bien al rubio, sabía que estaba comenzando a odiarlo por quizás tener a alguien más ocupando una parte de su corazón.

Eres tú.Sonrió el peli azul. – Tu eres mi primer amor, Jimin.

La boquita del menor no tardo en abrirse, demostrando su asombro y tiñendo sus mejillas de carmesí. Yoongi tenía claro que su novio era lento, pero no sabía hasta qué punto. Sonrió aún más cuando el chico se escondió en su cuello, intentando ocultar todo lo feliz que estaba. Él tenía más que claro que su pequeño amaba escucharlo hablar tan cursimente.

A pesar de que él tenía la manía de cambiarse constantemente el color del cabello, quien le daba vida a su existencia no era nadie más que el menor. Quién se había encargado de colorear cada rincón de su alma, con su tierno amor y adorable presencia. Dejando temblorosos trazos en su corazón, en cada etapa por la que pasaban juntos. Generando que su corazón tuviera todo un mosaico, marcando cada ciclo vivido.

Porque nadie más que Jimin le había hecho ver la vida como si se tratara de un maravilloso arcoíris.

Fin.






Muchas gracias por darle apoyo a este mini-fanfic❤️
¡Espero que les haya gustado mucho!

Colorful Neighbour ~ YM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora