En otra vida

Capitulo 12

Mientras tanto al otro lado del festival Historia y Reiner iban caminando hacía la rueda de la fortuna, a diferencia de los otros chicos, ellos disfrutaban más de una buena y entretenida platica.
Una vez llegaon a la fila, Reiner decidió aclarar una duda.
- aun no entiendo como Ymir te dejó salir sola conmigo- dijo entre cortas risas 
Ella también rió encantadora.
-la verdad tuve que esforzarme para convencerla, pues ella definitivamente no lo iba a permitir-
- ¿qué hiciste? – preguntó con una sonrisa
- es vergonzoso, mejor te cuento un secretito- susurró giñando el ojo 
- vale, no se digo a nadie - dijo Reiner coqueto
- el que nos separáramos de Berth y Annie estaba planeado con antelación – dijo la chica rompiendo las esperanzas de Reiner, quien pensaba que sería algo romántico, aunque la curiosidad le ganó
- ¿de qué hablas? –
- Bueno, resulta que Annie quería que las cosas fueran así –
- wow, eso no me lo hubiera esperado de alguien como ella – el rubio abrió los ojos
- yo tampoco me lo creí cuando me lo dijo – sonrió
- no parece una actitud propia de ella –
- por otro lado ….yo...- dijo la pequeña rubia pero fue interrumpida por el señor de la rueda, quien les indico que ya era su turno de subir.
La parte en la que se encontraban de la rueda se elevó hasta el punto más alto y justo en ese momento los fuegos artificiales empezaron brindándoles una excelente y hermosa vista.
El muchacho aprovechó el momento abrazándola y acercándola hacia él.
- te quiero Reiner- dijo Historia con una voz dulce
- yo te quiero mucho más Historia- dijo él besando su frente demostrándole cuanto la quería.
Ella cerró los ojos sintiendo el contacto de su piel, le correspondió el abrazó, pero su momento en la rueda se había acabado, pues en menos de lo que pensaron estaban de nuevo en el suelo.
Se dirigieron a la salida del festival debido a que ya era tarde, Reiner llamó a su amigo.
-Berth – dio cuando le contestó del otro lado de la línea
- Hola Renier, ¿qué pasa? – contestó el moreno
- estás tan entretenido que no te das cuenta de la hora, estás contento– aseguró el rubio
-sí, te cuento en casa – este rió
-vale, pero voy a acompañar a Historia a su casa, ¿vienes o qué? –
- llévala ya nos vemos en casa luego –
-entendido, mucha suerte – dijo entre risas cómplices
-igualmente – y colgó.
Salieron para tomar un taxi, finalmente llegaron a su destino y él la acompañó hasta la puerta.
-bueno, supongo que es todo – Reiner se tocó la cabeza, nervioso
Ella soltó una pequeña risita.
-espero haber sido un buen acompañante – sonrió el rubio
- me divertí mucho, gracias Reiner –
Él solo asintió y se dio la vuelta para irse, pero ella tomó su mano y poniéndose en puntitas le dio un corto beso en los labios – hasta pronto – sonrió y entró a casa cerrando la puerta como un rayo.
Reiner no lo podía creer, se fue dando saltos y festejos por lo que había logrado, sin duda había sido una gran noche para todos.