Capítulo 16

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- verás Anielka, sucede que Bertholdt necesita ayuda en algo y tal vez tú puedas darle una mano – se encogió de hombros
Berth se preguntaba de que estaba hablando, pues hasta donde recordaba no habían hablado más de unos segundos y no le había dicho que tuviera ningún problema, más sin embarga guardo silencio.
- bueno, solo dímelo – sonrió la chica amable
- resulta que Berth y Annie tiene una relación, y quieren decírselo a los demás, pero no saben cómo – susurro en medio de los tres
- espera, ¿qué? – el moreno retrocedió un poco
- ¡vale, ya sé de qué va todo!, claro que voy a ayudarte, tu problema no es tan grave, pero quiero algo a cambio – sonrió la chica mostrando todos los dientes
- pero, espera un momento, ¿tú cómo sabes eso, Yelaiah? – exclamó Bertholdt
- bueno, yo no tengo la culpa de que no puedas dejar de pensar en voz alta, te escuché en la entrada – los recién llegados soltaron una risilla que en lugar de enojar al moreno lo contagio un poco
- ¡ah! Soy un tonto – se golpeó la frente con la palma de su mano
- tranquilo, no le diremos nada a nadie, además Anielka te va a ayudar, saliste ganando – le guiñó un ojo
- está bien, confío en ustedes – se resignó
- como te decía, quiero algo a cambio, no es difícil, es solo ley de intercambio – agregó la chica
- dime que necesitas – dijo Berth
- ves a ese chico de allá – señaló el otro extremo del pasillo - ¡es mi crush desde hace unos minutos! – soltó una risilla haciendo reir a los chicos - ¿podrías presentármelo? – formó un puchero tapando sus mejillas totalmente rojas con ambas manos
El moreno volvió la vista para darse cuenta quien era el dichoso personaje.
- ¡ah! Jean – dijo mirando de nuevo a la chica
- entonces ese es su nombre – se puso pensativa para luego apretar las manos y hacer un ruidito de felicidad – sí, ese mismo – asintió rápidamente
- ¿y por qué no le hablas y ya? Él es buen conversador – se burló Berth un poco
- ¡porque me da vergüenza! – gritó ella – y cuando estoy avergonzada no hago más que estupideces – negó borrando las escenas bochornosas que pasaban por su mente 
- Anielka – dijo Yelaiah con un suspiro frustrado – concéntrate ya y ayúdale a Berthold – dijo con la boca hacía un lado
- ¿y tu qué se supone que vas a hacer? – Anielka se cruzó de brazos mientras achinaba los ojos
- cosas importantes, obviamente – le pegó en la frente con sus dedos
- irás a dormir un rato ¿cierto? -  preguntó con el ceño fruncido
- tal vez, pero ese no es el caso, te estas desviando del tema de nuevo – chasqueó la lengua
La chica se quedó un momento pensando haciendo expresiones raras.
- ¡lo tengo!, lo normal después de las vacaciones es que todos relaten lo que hicieron en los días libres, puedes usar eso a tu favor, es decir, podrías “indirectamente” decir que ahora tienen una relación, ¿me entiendes? – dijo ella con una sonrisa
- me parece buena idea, finalmente el que decide eres tú Bertholt, suerte – dijo Yelaiah dándole una palmadita en el hombro
- ¿y si me pongo nervioso? – el moreno puso las manos alrededor de su cabeza con preocupación
- todo saldrá bien, solo tranquilo -
- ¿qué saldrá bien? - sonó una fría voz desde atrás
Yelaiah volteó para ver de quién se trataba y Bertholt para saludar
- hola Annie- dijo el moreno
El otro chico abrió los ojos, había escuchado que es pequeña chica daba unas buenas palizas, y él definitivamente no quería comprobarlo ese día, así que sonrió amigable
- Annie, ¿cierto? Ya nos conocíamos antes – dijo en son de paz
- si te recuerdo – dijo con su tono frío de “eres un desconocido y no me importas”
- tranquila, prometo que soy de los buenos - dijo el chico tratando de bromear
- no te conozco, no puedo juzgarte, pero no des paso en falso – amenazó ella
- oye Annie podemos hablar un momento - dijo el más alto tratando de romper la tensión
- si claro, berth - mencionó ya más tranquila
Ambos se alejaron y entraron en el salón, tenían que decidir cómo darían la noticia, y aunque parecía que se estaban complicando demasiado, para ellos era importante; Annie por otro lado quería hablar sobre algo un poco más serio
- bueno berth, yo…también quería hablarte de otra cosa- dijo con un tono extraño la rubia
- ¿qué sucede? – dijo el moreno ladeando la cabeza
- ese chico no me da buena espina, no sé por qué, pero no lo hace – lo miró a los ojos
- a mí me parece buena persona - dijo un poco despreocupado el moreno
- está bien confío en ti, pero hay algo extraño en él, lo sé – desvió la mirada al no encontrar apoyo a su teoría
El sonido de la puerta abriéndose de golpe los alerto, todos se sentaron en sus puestos correspondientes, y el típico protocolo del que Anielka había hablado empezó, todos contaban emocionados sus aventuras vacacionales, después de un rato el turno de Bertholdt llegó y con eso los nervios más horribles que había sentido.
Decidió seguir el plan, era ahora o nunca.
- bueno pues yo no hice mucho durante mis vacaciones pues no salí muy lejos, pe...pero...hice algo muy importante en estas, y tal vez eso lo hizo las mejores, ¿No es así, Annie? – dijo nervioso y con tono rojizo en su cara
- si Berth, así fue- dijo la ojiazul con una ligera sonrisa
Bertholdt volvió a sentarse y observó cómo sus compañeros pensaban lo que había pasado, parecía que todos habían entendido, a excepción de Eren quien llamaba a Armin en voz baja para que le explicara qué demonios estaba sucediendo, definitivamente era un torpe para esas cosas.
Todo el resto de día transcurrió normal solo algunos compañeros que hablaron y felicitaron a la nueva pareja, esto parecía ir muy bien, pero ninguno de los chicos sabía que pronto algo se acercaba, algo que afectaría a todos.
¿pero quién podría esperarlo?.

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