Capítulo 8

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-¡Eren!- se escuchó un grito agudo y luego una chica corrió al medio del cuadrilátero donde estaba el de ojos claros.
Berth se sorprendió de ver a Mikasa, pero de inmediatamente pensó en lo sobre protectora que era; miró a su alrededor y fue cuando se sorprendió realmente todos sus compañeros estaban ahí.
Sasha y Connie subieron rodeando a los dos chicos jugando entre ellos
- Reiner no me digas que tú…. Invitaste a todo el mundo- el moreno puso una mano en su frente, de repente comenzó a sudar exageradamente
- si – el rubio sonrió satisfecho 
- ay, ay, ay - se sonrojo mientras se tapaba la cara completamente roja – eso significa que Annie me vio y …. ay no-
-Tranquilo chico, ¿Qué importa? Tú ganaste, demostraste que eres mejor que Eren, marcaste tu terreno – dijo mientras entraban en un vestidor
-eso no me preocupa, no quiero que ella crea que soy un neandertal que soluciona todo a golpes – el moreno estaba realmente preocupado
- ¿sabes qué? Voy a decirle que venga – sonrió Reiner confiado 
- espera, ¿qué?, estás loco, no no no no ¡NO! – su cara se puso más roja de lo que ya estaba
-¡es broma, tontito!- dijo el rubio entre risas tratado de sonar como una chica – solo quiero que vuelvas a ser el de siempre –
El sonido de la puerta abriéndose los interrumpió, la pequeña figura de la rubia de ojos azules apareció dejando a Berth helado.
- ¡Annie! Hola – Reiner la saludo con un gesto – creo que voy a ver a Historia, quiero saber si le gusto la pelea, ¡adiós! - salió con una sonrisa triunfante.
- A.…Annie- el moreno le sonrió tímido
- No sabía que eras tan bueno peleando, Berth; sinceramente creí que Eren te acabaría, aunque algo en el fondo me decía que confiara un poco en ti, no defraudaste a esa voz - dijo la chica mientras tomaba un poco de algodón empapado en alcohol.
Él solo pudo reír suavemente.
- practico desde hace un tiempo, además Reiner dice que se me da muy natural – se arrepintió de decir lo último, sentía que sonaba patético en voz alta
- voy a hacer curación en tus heridas, ¿está bien? – sus grandes ojos azules se posaron en los del moreno
- si, no hay problema – mencionó sonrojado
La chica se acercó, en un movimiento rápido le abrió las piernas posicionándose entre ellas y poniendo su rostro cerca del chico para obtener un mejor acceso a sus heridas.
Bertholdt no podía estar más avergonzado.
- gracias, Annie –
Empezó a ponerle una pomada especial en el labio para que se curase más rápido.
-peleaste muy bien allá, tienes que enseñarme tus técnicas – procedió a ponerle pequeñas curitas blancas
-s…si, cuando, cuando gustes – asintió torpemente
- ¿crees estar bien para el día del festival? - pregunto la ojiazul
- aunque estuviera a punto de morir no me perdería la oportunidad de pasar un buen rato contigo- dijo tomando valor de no sé dónde, tratando de disimular su sonrojo
- eso es genial – Annie sonrió un poco – te prometo que también estaré allí contigo – se separó un poco para mirarlo a los ojos
-oye, acaso s... –
- ¡wow!, tú debes ser Bertholdt, ¡me encantó tu forma de pelear! - dijo un muchacho después de abrir la puerta inesperadamente interrumpiendo el momento 
- ¿y quién mierda eres tú? - pregunto la rubia en su típico tono defensivo que solo usaba con desconocidos o personas que no le caían bien
Era un muchacho alto de por lo menos 1,85, tenía el cabello medio de color café claro, piel blanca, finas facciones, ojos cafés y una característica cicatriz en el antebrazo derecho.
-Lo siento, que mal educado, soy Yelaiah, voy a inscribirme a su escuela y creo que estamos en el mismo salón – el muchacho sonrió mostrando todos los dientes
- pues un gusto, y sí, soy Berthold y ella es Annie – dijo el moreno
- el gusto es mío, creo que debería retirarme no quería ser inoportuno, ¡Adiós chicos! Nos vemos- el chico salió dejando un extraño silencio en la habitación, pero segundos después volvió a asomar su cabeza por la puerta – deberían ver que buena pareja hacen- y finalmente se retiró.
El rostro de ambos se encendió como semáforo en luz roja, sus miradas giraron hacía otro lado.
El moreno no pudo evitar que se escapara una risita.
-Ese chico está demente, ¿no crees Annie? – la miró
Ella solo se inclinó hacia adelante tapándose el rostro con ambas manos y sin decir palabra salió del allí.
***
Berth estaba totalmente agotado, tenía antojos de dejarse caer en su cama para jamás tener que levantarse, pero también se le antojaba hablar un rato con su mejor amigo.
Abrió la puerta y vio a Reiner sentado en el sofá con una bolsa de hielo sobre su mejilla.
- Reiner ¿qué rayos te pasó? – pregunto acercándose
- bueno, digamos que abrazar a Historia en presencia de Ymir no es la mejor opción si quieres salir sano – se iba a reír, pero el dolor punzó obligándolo a hacer un puchero
El moreno rio momentáneamente – creí que también habías peleado-
- ¡ja!  a mí nadie podría dejarme así- bromeó Reiner
- Ymir ya lo hizo – Berth disfrutaba fastidiando a su amigo, se sentó a su lado pasando un brazo por el respaldo del asiento 
El rubio lo codeo para llamar su atención.
- ¿y cómo te fue con Annie? - dijo alzando las cejas varias veces
- Pues fue algo raro, todo iba bien, me atrevería a decir que estábamos avanzando significativamente, luego de repente entró un chico que será nuestro compañero y dijo que hacíamos bonita pareja y luego Annie se fue corriendo con la cara roja – el moreno puso una mano en el mentón – no sé qué significa todo eso –
- ¿que? No soy bueno interpretando reacciones –
- realmente espero no se haya enojado conmigo - dijo un poco cabizbajo
- ¡no seas tonto! ahora que lo pienso creo que es algo bueno –
-¿de qué hablas Reiner?- la mayoría de veces Berthold no entendía muy bien a ese chico rubio
- esto es lo que haremos, pon atención, será una prueba que llevarás a cabo la noche del festival - dijo emocionado
- ¿una prueba? –
- lo único que tienes que hacer es usar tus encantos, le dirás que esta hermosa y acomodarás delicadamente un mechón detrás de su oreja- Reiner hacía gestos extraños mientras hablaba – tendrás que sacar tu Eros oculto –
- y ¿se supone que eso tiene que ayudarme en algo? - El moreno era realmente torpe en cosas del amor
- ya lo entenderás en su momento, por ahora, tenemos que ir a dormir, hoy fue un día muy agitado- el chico tomo al otro por los hombros guiándolo a la puerta de su habitación.
El más alto bostezo asintiendo – estoy totalmente de acuerdo -

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