Capitulo 13

255 23 9
                                    

Hola muchachos, que tal ya volví después de tanto tiempo, pero ahora ya volví con más ánimo y mucho más contenido y volveré a subir con continuidad como antes jeje, además ya vamos a empezar mejor con el romance y no sólo eso pues ya se vienen muchos misterios con los que intentaré hacer que piensen hasta romperles la cabeza :v.
Bueno sin más aquí está el capítulo, muchas gracias por la espera.

Reiner decidió quedarse en el sillón esperando que Berth llegara, su parte curiosa querías saber como había ido su cita y de paso presumir su beso con Historia; al cabo de un rato el pestillo de la puerta sonó dejando ver a su amigo sonriendo de forma inigualable.
-¿Reiner? No creí que siguieras despierto -
-y yo no creí que llegarás tan tarde- El alto solo río
- ¿cómo fue todo, galán? – el rubio le hizo espacio para que sentara a su lado
- de maravilla, incluso estoy sorprendido – se dejó caer en el sillón rascándose la mejilla
- ¿por fin la chica de hielo mostró sentimientos? - dijo Reiner en broma
- aún mejor amigo –
- ¿la hiciste reír!?- dijo aun bromeando –
- no, de hecho...- hizo un corto silencio, no sabía si era correcto contarlo tan pronto, pero, ¿era a su mejor amigo? No pasaría nada - nos besamos y pues, pues ahora somos pareja – dijo finalmente
- ¿¿¿que??? – preguntó el rubio levantándose de golpe, el moreno rió por su reacción exagerada
-sí, lo sé es increíble - dijo con una inevitable sonrisa en la cara
- ¡vaya!  y yo que venía a presumirte que por fin bese a Historia, pero creo que tú me ganaste por mucho - dijo riendo Reiner
- ¿enserio?, ¡wow!  te felicito amigo - Siguieron platicando aproximadamente una hora sobre todo lo que habían hecho y bromeando un poco para hacerlo más divertido.
finalmente, a ambos les llegó el cansancio y tuvieron que ir a dormir, se dirigieron a sus habitaciones y finalmente se recostaron para dormir.
Una sensación recorrió de repente el cuerpo de Berth, era familiar, siempre aparecía cuando esos extraños sueños con gigantes se hacían presentes en sus noches, pero esta vez era más intensa, como más real. 
Cuando fue consciente se encontraba en un cuarto completamente oscuro y aunque no parecía estar atado, su cuerpo no se movía.
- hola Bertholdt – escuchó una voz desconocida en algún punto de la habitación
- ¿quién eres? ¿qué es esto? – Pregunto nervioso
- eso no te lo diré, no estás aquí para hacer preguntas – la voz se escuchaba más cercana que antes
- ¿por qué estoy aquí? – se esforzó por al menos avanzar un poco, pero fue simplemente imposible
- verás, de alguna forma, que yo no me explico, estás recordando cosas que no debes –
- no sé de qué hablas – cerró los ojos tratando de salir de ese sueño tan incomodo
Escuchó un suspiro frustrado – gigantes, titanes, ¿no te suena? -  Bertholdt reaccionó sorprendido, pues en ese momento supo que eso ya no era un sueño, era algo diferente, pero aún no estaba seguro de que - yo sé que no lo haces por placer, sé que es algo involuntario, pero lo mejor es que dejes de hacerlo - hizo una pequeña pausa y se acercó un poco más al pelinegro, pero solo lo suficiente para que se viera una diminuta parte de su cara - disfruta esta vida, porque créeme no te gustaría regresar a la otra – lo amenazó
- no, no entiendo nada, ¿de qué hablas? No me gusta estar aquí –
- es mejor así – el otro se colocó una armadura con su yelmo impidiendo que pudiera siquiera tratar de reconocerlo, lo único que pudo distinguir fue su forma silueta humana que se empezó a acercar demasiado al moreno que seguía paralizado.
Lo próximo que sitió fue un inmenso dolor en el pecho, el ser desconocido le había hecho una profunda cortada con una daga cerca del corazón.
Bertholdt gritó de dolor, nunca en su vida había sentido tanta angustia como en ese instante, su vista empezó a nublarse y se desplomó, antes de caer en la inconciencia pudo distinguir más siluetas iguales a ese ser, eran tres.
A la mañana siguiente se despertó de golpe, agitado y sudoroso, ese sueño había sido demasiado real, recordaba cada detalle a la perfección.
Se levantó la camiseta sorprendiéndose, ¡había una cicatriz en su pecho! Él estaba completamente seguro que eso no estaba allí antes.
Ahora todo era más confuso que antes, ¿quién era ese tipo del sueño? ¿qué era lo que quería decirle con “otra vida”? el moreno quería saber las respuestas a todas las preguntas que invadían su mente en ese instante, pero no estaba ni cerca de lo que realmente significaban.

En otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora