Cánada es un gran país a pesar de que tengo un par de años aquí, me gusta realmente todo lo que hay aquí, sobre todo la nieve. Es hermoso el clima, la nieve,en está época del año y no es por ser cursi, pero realmente me gusta la nieve, mirarla caer, que caiga en mi piel y sentir como esta se derrite ante mi temperatura corporal. Me gusta también la educación, en Corea del Sur, de donde soy, esto sería diferente.
El colegio al que voy este año es nuevo, ya que según mis padres, este colegio tiene incluidos entre sus estudiantes a varios coreanos. Mi padre está muy orgulloso de dónde venimos por eso su empeño en mandarme a un colegio con estudiantes asíaticos, mi madre lo apoya a pesar que ella es de Australia, simplemente porque ahí lo conoció y para ella ese momento y ese lugar es muy valioso para ella. Gracias a mi padre,tengo rasgos asíaticos y soy delgado como cualquier otro asíatico. Soy un asíatico normal aunque mi madre siempre dice que saqué sus ojos, o sea, soy un asíatico no-asíatico.
Llegué a la escuela a tiempo, en el aula 302 recibiría mi primera clase de matemáticas. Mientras daba pequeños golpecitos con el lápiz al ritmo de una canción de The Police, el aula comenzaba a llenarse.Pronto me di cuenta de que papá tenía razón, esta escuela estaba llena de asíaticos, podía contar a las personas "canadienses" o con "ojos normales",con los dedos de mi mano.
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La clase de mátematica a la media hora estaba formada por pequeños grupos de cuatro o cinco. Yo estaba en uno de cuatro, con gente tan asíatica o más asíatica que yo. Esto era rídiculo, era como estar en la misma Corea. Dos de ellos hablaban entre sí acerca de qué resultado era el correcto ¡Bah! ninguno de los dos tenía la razón según mi resultado. Así que le pregunté al chico de mi lado qué le había salido a él. Este me respondió rápidamente el mismo número que yo y supe que ambos teniamos razón. Le señalé con el lápiz al par de tontos que estaban frente a nosotros. Ambos empezamos a reir, por lo que, pensé haber ganado un compañero.
¿Cómo te salió la número dos? - le volví a preguntar a aquél chico, que para mí, era chino y no coreano. Algo que pocos reconocemos. Sus ojos me miraron fijo y este se encogió de hombros. Estaba vestido con unos pantalones jeans y una remera que tenía un estampado.Su cabello era oscuro a diferencia del mío que era castaño. Sus ojos eran achinados y su estatura era promedio al igual que su peso, no era ni gordo ni flaco. Ibamos a pasar a la pregunta tres cuando una chica se apareció frente a nosotros. ¿Me puedo unir a ustedes? Preguntó, nosotros como idiotas asentimos, probablemente ninguno tenía novia, pues, al verla nos enmudecimos tal y como las personas que apenas tienen contacto con otras personas lo hacen.
Ella se abrió sitio entre mi compañero y yo. Ambos nos alejamos un poco de ella, para que se sintiera más cómoda.
¿Cómo te llamas? -me preguntó rápidamente.
Dudé por un momento en decirle Calum o Thomas, ese nísiquiera era un nombre allá en Corea, pues me llamaba Calum, y mi apellido era Hood aunque mis abuelos eran coreanos y mi padre igual.
Me llamo Thomas. ¿ Y tú?
¿No eres chino?
No. Soy coreano, somos distintos ¿no sabías?-le bromeé, aunque eso me molestaría en otra ocasión. Odiaba que no nos diferenciaran, que nos etiqueran a todos como chinos.
No lo sabía, Thomas. -espetó ella claramente sí sabía que había esta diferencia.- Pero no tienes razgos tan achinados a decir verdad.-Esto casi lo susurro.
No sabía si esto había sido el fin de nuestra conversación, si había sido muy agresivo o si simplemente ella decidió concentrarse en los problemas de mátematica que debíamos entregar al finalizar la clase. Me puse mis audifinos para escuchar un poco de música, lo que hacía que me olvidara del mundo y me concentrara basicamente en terminar los ejercicios. Entregarlos al profesor y así ser el héroe de aquél grupo. Por lo menos así ellos querrían juntarse conmigo siempre en mátematicas. Pero no fue así, luego de unos minutos, aquella chica había terminado los problemas tres, cuatro y cinco.
