Se acercó a mí tanto que pude sentir su respiración, pude oler su aroma perfectamente, tanto que aquello me ponía tan nervioso. Me miró fijamente y me sonrió.
Tienes unos bonitos ojos.- me dijo aún tan cerca de mí que mi respiración agitada se podía escuchar y yo al de ella. Entrecerré los ojos, pensé pensé y pensé. Debo controlarme.
Gracias, Sky.- le sonreí mientras me alejaba de ella.
Mh, ¿tenemos clases juntos?
No lo sé, Sky.
Me gusta que me llames Sky, suena genial. -ahora ella intentaba sonar genial ¿a que sí?- ¿vamos? No sé a caminar por ahí.
¿por qué no? - me levanté y esperé a que ella caminara para seguirla. En realidad, creo que ella pensaba que era tímido. Y sí que lo era, pero no tanto. Solo no quería tener relación con una canadiense. Me refiero a que mis padres aman mucho Corea, y esto de juntarme con alguien no asíatico para ellos se vería mal.
En verdad, no es que no pudiera ser amigo de ella, es que ella me atraía mucho, por alguna razón así lo sentía yo. Aunque nunca había llegado a esa conclusión con una chica, nunca llegué al punto de pensar si alguien me gustaba o no. Pero ahora lo hacía, con una chica que no era coreana, y sobre todo, con una chica que probablemente no era de mi religión.
¿Qué piensas? - me preguntó ella unos minutos después de haber comenzado a caminar. No había notado que ella seguía ahí.
Eres linda, eso pienso.- No pensaba en eso, pero ahora, sí. Era linda.
Wow! Es la primera vez que dices algo así. - Ya, ella me hacía sonrojar.
Era broma, bah.
¿Eres medio idiota, verdad? -Salió corriendo, lejos de mí. Quería seguirla,pero esto solo haría que me disculpara, y yo, cayera en sus redes. Esas lindas redes en las que quería caer.
***
Terminando las clases, me di cuenta que ese día no tenía clases con ella. Así que por lo menos no la vería y me sentiría mal conmigo mismo. Había sido un idiota, lo sabía, pero no quería enamorarme ni nada que conlleve a algo parecido.
Me encontre entonces con Park que me pegó un codazo fuerte en el hombro.
¿Qué le hiciste a Skylar? Está muy enojada contigo.
No sé, Park, dejame ya. -lo evadí, no quería saber más de ella por ahora, me lamentaba todo.
No te das cuenta que esa chica quiere contigo. Está loquita por ti.-me dijo de repente. ¿Era en serio? ¿era parte de una broma? Yo no había mostrado el más minimo interés por ella, pero no sé yo sentía una gran atracción y ella, ella también.
¡¿Lo dices en serio, Park?!
¿A ti también te gusta, no? Anda por ella, amigo.
Asentí y lo obedecí, no del todo, o sea quería disculparme por mi estúpidez, luego de ello, quizás, sentiría felicidad al saber que ella sienta lo mismo.
La encontré sentada al lado del baño de chicos. Negué con la cabeza.
¡Tonta! Lo siento ¿sí? Es que no sé decir estas cosas... ¡vaya! Si eres linda, pero no sé como decirlo. Es que, bah, ¿no te das cuenta? Soy raro, no soy un tío normal. Nunca he estado tan cerca a una chica y no sé como hacerlo... -quería seguir, las palabras salían sin siquiera pensarlas. Pero ella me calló con un abrazo. Le devolví este, rodeándole con mis brazos la cintura.- Perdon, Sky.- casi quería llorar, era una gallina.
¿Vamos por un helado? -Le pregunté después de que nos separamos. Ella asintió y la volví a abrazar. Han sido los dos abrazos más lindos que recibí y dí en la vida.
Estando una vez en la cafetería me atreví a mirarle, sonreírle y coquetearle. Ahora que sabía que a ella le gustaba intentaría no ser obvio con ello, pero sí con lo que yo sentía por ella. Me senté a su lado mientras tomaba mi helado con ganas, chocolate, el que más me gusta. Por suerte, tenía el dinero suficiente para invitarle. No había gastado nada de mi mesada en esta semana, no tenía en qué,claramente.
¿Hacemos un juego? - pregunté. Ella no respondió entonces proseguí.- Es simple, yo te preguntó algo, tú lo respondes. Luego, tienes todo el derecho de hacer lo mismo. No vale opinar sobre lo antes respondido, es decir, no puedes contrargumentar nada de lo que yo responda a tus preguntas y, obviamente, yo tampoco a las tuyas. Solo respuesta y pregunta. El primero que comenta algo sobre el otro pierde.
¿Siempre tienes que ser tan serio? -preguntó, curvando un sonrisa en sus labios y acomodando si cabello a un lado. Ahora mis pensamientos no estaban claros, pues, estaba en este punto donde te derrites un poco y contigo, tu cerebro.
Lo soy, porque mi familia lo es. Casi siempre lo soy. ¿Qué haces en tus tiempos libres? -pregunté ahora yo.
Me gusta mucho leer, la música, pero también divertirme. ¿Qué haces tú en tus tiempos libres?
También leo, escucho música. Creo que eso me divierte, básicamente.¿Siempre tiendes a morderte así los labios?
Ella se sintió incómoda, bastante, diría yo. No lo volvió a hacer más. - Lo siento, no me había dado cuenta.-me miró y empezó a reir.- Mh, ¿sabes coreano?
Claro que sí, viví en Corea varios años de mi vida. ¿Tú sabes coreano? Podríamos conversar en coreano, sería nuestro código secreto. Aunque en la escuela todos deben saberlo. Creo que deberías olvidar esa idea.-reí nervioso.
Sí sé.- Hubo un silencio largo, creo que quería decir algo, pero no podía. Así era el juego.- ¿Por qué te mudaste a Cánada?
¡Vaya! Mh, asuntos netamente familiares.- sonreí levemente, esta pregunta era algo icómoda para mí.- ¿Cuál crees que es tu mayor defecto?
No lo sé, creo que tiendo a ser muy sentimental. ¿Cuál es tu peor defecto, Calum?
Tengo muchos defectos, Sky, soy muy serio, aburrido, terco, me hago problemas por todo. Con problemas me refiero a que tiendo a autocriticarme y criticar a los demás. Ahora lo importante,¿Estás soltera?
Ella estalló en risas, el sonido de esta se lograba escuchar en las mesas vecinas.- Lo estoy, de hecho, si no lo estuviera ahora mismo no estaría aquí. ¿Tú estás soltero? - frunció los labios e hizo un moviemento con sus manos.
Sí, nunca he tenido una novia.- No sé porque dije eso, pero quisé hacerlo.- ¿Entonces, te gustan los coreanos?
Se limitó a asentir. ¿A ti te gustan las chicas, cierto? -me miro fijo. Esto me había ofendido mucho ¿creía que era gay? Pero ¡Ah! Esta chica estaba loca y no sabía distinguir nada.
Mh, no. -No mentía en este punto. No me gustaban las chicas, me gustaba ella.
¿Eres gay? -preguntó al borde del colapso.
No. Tampoco. -¡Vamos Calum, no seas cobarde! dile ahora eso que estás pensando. Dile que te gusta, Calim. La quieres, se lo debes de decir.
¿Entonces? - Parecía confundida, pero a pesar de eso, no quitaba los ojos de mí.
Me gusta una chica, no todas. Es ella. -Eso era verdad, solo que no dije su nombre por cobarde.
¿Quién? Sabía que eras misterioso porque andabas clavado con una chica. - Sonrío y comenzó a hacer un sonido de ambulancia, no parecía incómoda. Para nada, y eso era raro, porque si le gustaba debía reaccionar de otra forma. El mismo día que la conocí y vi que Park la enamoraba me sentí mal, esa debía ser su reacción o eso creía yo, dentro de mi inexperta cabeza. Esto era tan complicado.Al diablo todo, seguro Park me había mentido, quería jugar sucio conmigo. Quería algo o, quizás no. No sabía nada de ella, no sabía nada de Park y tampoco nada de mis sentimientos. En verdad, sí sabía lo que sentía. Y cuando uno sabe algo, debe decirlo.
Me gustas tú, Sky.