302. Alas negras, palabras negras

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-Venga, no te detengas -le digo a Jojen mientras caminamos por el frondoso bosque-. Ya tendremos tiempo de descansar por la noche.

Escucho un suspiro detrás. Mi hermano pequeño siempre ha sido muy expresivo, quizá demasiado para el bosque. No puedo evitar temer por él. Aunque soy consciente de que era totalmente necesario que me acompañase en esta empresa, en principio mi negativa era rotunda. Nunca superaría que mi hermanito muriese por mi culpa.

Mis sentidos se agudizan en el bosque. Lo sé cuando vislumbro una hilera de humo a una distancia que no hubiese visto en cualquier otra situación fuera de peligro. No hemos avanzado ni 50 metros cuando veo a un lobo gigante, un niño durmiendo y una mujer. Son ellos, susurro y le hago una señal a Jojen para que rodee el pequeño campamento que han montado. No sabemos dónde está el otro niño ni quién es la mujer, pero el lobo huargo es la seña de identidad de cualquier Stark. He venido a proteger a Brandon y Rickon de la casa Stark para demostrarle lealtad a Robb, el Rey en el Norte, y daré mi vida si es necesario.

Cuando pienso que mi hermano ya está lo suficientemente alejado, piso con fuerza varias hojas y ramas. En menos de un minuto, una figura se acerca a zancadas hacia mi. Sin embargo, se gira en cuanto el lobo gruñe. El temor por la vida de mi único hermano hace que siga a la mujer, que va armada. Antes de que Jojen diga nada, ella lo alcanza con una lanza y dice algo que no logro entender, aunque suena a amenaza.

-Voy desarmado -dice Jojen, totalmente tranquilo.

-No eres precavido -contesta ella.

Me acerco poco a poco, de forma casi imperceptible para el niño o el lobo, que tienen la vista fija en mi hermano. La mujer, por su parte, está de espaldas.

-Mi hermana lleva las armas.

Esa frase me basta para alcanzar a la mujer, sacar mi cuchillo y rodearle el cuello.

-A mí se me dan mejor -digo amenazante-. Suelta la lanza.

El lobo gruñe cada vez más fuerte y la mujer no mueve ni un músculo.

-Déjala -insisto.

-Si me matas, los lobos os despedazarán -dice ella mientras baja los brazos.

Ya libre de toda amenaza, Jojen se acerca tranquilamente al lobo y le ofrece su mano.

-Debes de ser Verano.

El animal, se tranquiliza en cuestión de segundos y yo no puedo evitar sonreír un poco ante la magia de mi hermanito, esa a la que no creo que vaya a acostumbrarme del todo nunca. El niño, que por el color de pelo oscuro debe de ser Brandon, mira inquieto al que cree su enemigo.

-Soy Jojen Reed -dice y me señala-, esta es mi hermana, Meera.

Los ojos del chico pasan de mi hermano a mi, que me inspeccionan en silencio. Todavía tengo el cuchillo en el cuello de la mujer, está claro que no se fía de ninguno de los dos aunque seamos de una casa norteña.

-Venimos de muy lejos a buscarte, Brandon. Y aún nos queda mucho camino.

Las palabras de Jojen parecen estar calando en Brandon, cuya mirada sigue mostrando miedo, pero también duda.

***

Poco antes de anochecer, se unieron a nosotros el otro niño, Rickon, un medio gigante llamado Hodor y el otro lobo. La mujer, llamada Osha ha resultado ser una salvaje que ayudó a escapar a los niños de una muerte segura en Invernalia. Al primer rayo de sol, hemos continuado el viaje que ellos habían emprendido.

Mientras caminamos por un sendero, no puedo evitar sentirme intranquila. Si bien es cierto que los Stark y Osha parecieron creernos cuando les dijimos que hemos venido a protegerlos por órdenes de nuestro padre, presiento que la salvaje planea matarme mientras duermo por haberle puesto un cuchillo en la garganta. Mis pensamientos se interrumpen cuando el niño rubio empieza a corretear jugando y se aleja del camino.

-¡Rickon! -dice Osha- ¡No te vayas!

-No pasa nada -la interrumpe Bran-, los lobos le protegerán -añade y le hace un gesto al lobo, para que vaya tras él.

No puedo evitar fijarme en el chico. Sé que hace un par de años cayó por una torre de Invernalia, lo que lo dejó inmóvil para el resto de su vida. ¿Qué debe sentir al ver a su hermano correr por la pradera mientras él tiene que ser arrastrado en una carretilla? Sin duda fuerza. Yo no estoy segura de poder aguantar algo así, más después de que su padre fuese decapitado por traición. Mientras el lobo se aleja, el resto del grupo continúa la marcha.

-Pues entrar en su mente y ver por sus ojos -dice de la nada Jojen.

Bran lo mira atentamente, dubitativo.

-Solo mientras duermo.

-Así se empieza, hasta que aprendas a controlarlo. Te apropias de los lobos.

-No solo de los lobos. A veces, en sueños... 

-El cuervo de tres ojos -lo interrumpe Jojen. Y sé, por su tono, que tiene una sonrisita triunfal.

-Lo has visto -dice Bran sorprendido.

-Lo vimos juntos -puntualiza el aludido-, no lo olvides.

-¿Tiene algo que ver con ser cambiapieles?

-El cuervo es algo diferente. Más profundo.

Ya que su conversación empieza a aburrirme, es algo que he escuchado cientos de veces en mi corta vida, me centro en el paisaje. Creo que nunca había estado tan lejos de casa. Osha me saca de mi ensimismamiento.

-¿Qué le está diciendo?

-¿Por qué no se lo preguntas? -le contesto, divertida por lo sobre protectora y desconfiada que es.

Ella suelta algo parecido a un gruñido por mi respuesta. Entonces, me mira con una cara con la que sé que no tiene nada bueno para decir.

-¿No le da vergüenza a tu hermano que tengas que protegerlo?

No puedo evitar reírme.

-¿Por qué iba a darle vergüenza? 

-Un chico de su edad que necesite a su hermana para protegerlo acabará necesitando mucha protección.

Pienso en lo que ha dicho y me tomo unos segundos para meditar mi respuesta a eso.

-Algunos siempre necesitan ayuda. Y no significa que no la merezcan.

Osha me mira de reojo y yo me fijo en Jojen, todavía hablando con Brandon de visiones y cosas que se escapan a mi alcance. No puedo evitar sonreír al pensar que ha encontrado a alguien como él. Presto de nuevo atención cuando empiezan a hablar de nuestros padres durante la Rebelión de Robert Baratheon.

-¿Tu padre te habló de la Rebelión? -pregunta mi hermano, sorprendido- El mío, nunca. Pero la vi también.

-¿Qué más has visto? -contesta Bran, repentinamente interesado.

-Solo una cosa que importe: a ti.

El niño calla. Y el resto de la mañana lo pasamos en silencio, sin que nadie más tenga nada que decir.

HE WAS NEVER MINE TO LOSE | ·Meera Reed x Bran Stark·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora