Una última oportunidad [COMPLETO]

Capítulo VI: El secreto de Viktor.

*Capítulo narrado desde la perspectiva de Viktor*

*Si tiene la facilidad de apoyarse con la instrumental dejada sería lindo :3*

***

Hay un momento en donde se alcanza la felicidad plena, un momento en el que puedes pensar "No necesito nada más si lo tengo a mi lado". Y ese momento llegó cuando él me aceptó en el altar.

Me sentí la persona más poderosa de todas, alguien que podría sufrir los peores desastres siempre y cuando se encontrara a mi lado y yo al suyo. Era mi eterno amor.

Los años vividos con él desde el primer momento fueron especiales, de cenas bajo la luz de la luna en un estúpido cliché que ambos odiábamos hasta hacer las más impensables locuras, transformando una zona pública en el mejor de los lugares para entregarnos amor. Yo lo amaba y daba por él mi vida entera.

Mi Yuuri, mi amor.

-¡Viktor! Enséñame a patinar.

-Pero Yuuri, te podrías lastimar.

-Amas el hielo ¿Verdad? Quiero amar lo que Viktor ama.

-Te amo a ti—Sonreí cuando sus mejillas se tornaron rojas y calientes—Pero ya es muy tarde para...

-Yo prefiero no contar el tiempo, y que sea infinito hasta que se me permita verlo de esa forma. El tiempo es irrelevante, Viktor.

¿Cómo decirle que no a la persona que consiguió un "Sí" de mi boca en el altar? Imposible.

-Solo promete que no te lastimarás, y que cuando el sol se oculte iremos a nuestro hogar.

-¡Lo prometo!

En mi piel se podía sentir el calor de su abrazo, ese calor que a mi corazón le faltaba y esa felicidad que mi alma gritaba.

-¡Te amo!—Nunca pude responderle que esas palabras eran cortas para el inmenso amor que yo le tenía—Eres como un calefactor averiado, Viktor.

-Y tú demasiado frío, mi amor.

Enseñarle a patinar fue lo más divertido y emocionante que pude experimentar. Años y años de haber pasado juntos, esa infancia vivida a su lado y todos los momentos con él solo me hacían amarlo más. Pero verlo sobre el hielo, haciendo lo que yo amaba con todo mí ser, me hizo sentir que en el mundo no encontraría a quien amar más que a mi Yuuri.

-Estoy patinando, Viktor. Estoy patinando.

-Y lo haces muy bien amor—Le sonreí desde el borde de aquel lago congelado en donde solía entrenar fuera de miradas curiosas y escándalos innecesarios. Lo veía moverse con gran capacidad de dominar la técnica, como si hubiera nacido para patinar a mi lado, para hacer historia junto a mí. Yuuri era sin dudas la persona que había sido creada para completar mi otra mitad.

Pero ¿Qué estuvo mal? ¿En qué me había equivocado?

Esas respuestas son las que aún espero encontrar hasta ahora, porque no puedo comprender si amar demasiado a Yuuri fue mi error, o mi pasión por el patinaje mi condena.

Desde aquel momento en adelante las cosas cambiaron, Yuuri compartía hasta cierto nivel mi amor por el hielo, pero irme a entrenar todos los días al lago solo provocó un agujero en nuestra relación, algo que Yuuri no podía comprender.

-¿Tienes que ir otra vez? Comprendo lo maravilloso que es el patinaje y lo importante que es para ti pero ¿Te has dado cuenta de lo mucho que te la pasas entrenando?