El resto de la semana se pasa más o menos igual, estar con Harry o Tay, reír de las estupideces que hace la bolita en los recesos y no ver a Nathe, lo cual agradezco. No apareció en toda la semana y tuve una paz mental más o menos normal.
Ya tenía fama de chica mala, pero la gente es tan estúpida que ya crearon más rumores de mí. Que si ya me tire a casi todos los profesores para no tener que hacer nada el resto del semestre o si ya robe en tal tienda o si Harry y yo practicamos vudú y haremos que todos en la escuela sufran; es estúpido. Pero que me tengan miedo tiene sus ventajas, nadie me molesta y no me dicen absolutamente nada.
-¡Elizabeth!- Taylor grita y varios en la cafetería nos voltean a ver raro.
-¿Qué?- creo que lleva hablándome un buen rato, pero no me había dado cuenta.
-Que si quieres salir hoy.- ella sin salir los viernes no sería la verdadera Taylor.
-Ah… claro, porque no.- le respondo con una media sonrisa.
De repente las puertas de la cafetería se abren y entra un muy cabreado y bastante golpeado Nathe. Santo. Dios. Tiene un ojo morado, el labio dejo de sangrarle desde hace un rato pero se le nota que hubo mucha sangre, no se notan mucho pero tiene unos moretones horribles por todo el cuerpo. Asustada, volteo a ver a Harry. Él solo alza los hombros, confundido igual que yo. Taylor salta de la silla y va corriendo hacia él.
-Oh Dios. ¡NATHANIEL! ¿Qué hiciste? ¿Quién te hizo esto?- le pregunta/grita preocupada, tomándole la cara con las manos y revisándole las heridas. Nathe solo la ve por un momento y dirige su mirada hacia nuestra mesa, se zafa de las manos de mi amiga y empieza a caminar hacia aquí. Cuando llega se queda parado frente a mí. Suspira.
-La próxima vez que mandes a tu hermanastro a golpearme, pídele que sea más compasivo.- que te jodan Mike. Las puertas de la cafetería se vuelven a abrir, hablando del rey de Roma, entra Mike casi en la misma situación que Nathe.
-¡Todavía no he terminado contigo Anderson!- llega a donde esta Nathe y este último se voltea a encararlo. -Te lo advertí.- dijo entre dientes -Te advertí que si la lastimabas te castraría.- él solo lo observa mientras le dice todo tipo de insultos, hasta que se le agota la paciencia y empieza a gritarle también. Después empiezan los empujones y sé que están a punto de golpearse otra vez.
-¿Por qué ahora Michael? ¡Tuviste dos años para golpearme todo lo que quisieras!- le grita Nathe a mi hermanastro.
-Porque quería que ella lo viera. Que viera como te hago sufrir, como te rompo esa cara de niño bonito- él le responde con la tranquilidad que viene antes de la tormenta. Todo el tiempo estuve solo observando algo shockeada, pero en el momento en que el puño de Mike empieza a dirigirse a la cara de Nathe me levanto de la silla y corro hacia ellos, veo por el rabillo del ojo que también Harry se paró y que hace lo mismo que yo. Antes de que el puño de Mike impacte contra su cara, lo empujo y me pongo en medio. Grave error. Sé que Mike jamás me golpearía pero su puño ya llevaba impulso, un impulso que choca contra mi mejilla derecha y me tumba al piso. Los miro a ambos con desprecio desde abajo mientras me tomo la cara.
Hay un silencio sepulcral en la cafetería. Harry me ayuda a pararme, Mike me ve con los ojos como platos, Nathe se ve preocupado y Tay ve a mi hermanastro y a su hermano con odio.
-¿Estas bien?- me pregunta mi mejor amigo.
-Sí- es mentira, el lado derecho de la cara me arde como si estuviera en llamas. –No fue nada.
-El… yo… no quería…
-Pero lo hiciste grandísimo idiota- Nathe le responde antes de que yo siquiera piense en un comentario sarcástico. Mike voltea a verlo, con sus ojos llenos de furia.
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Learn To Let Go
Lãng mạnElizabeth tiene muchos problemas y muchos secretos. Nathaniel piensa que jamas la volverá a ver en su vida. Cuando ella regresa del reformatorio a donde la pusieron, lo hace para trastornar el mundo de Nathe. Ella no es de las que perdonan y menos p...
