Learn To Let Go

#5 Una palabra, un sentimiento: ODIO

¿Nunca han estado en uno de esos momentos incómodos donde no saben que decir? Bueno este era uno de esos. Estaba totalmente petrificada, sentía que si hacia cualquier cosa me pondría a llorar de la desesperación.

-¿No piensas decir nada Elizabeth? –dice con una sonrisa.

-No entiendo porque tendría que decir algo Nathe –frunce el ceño.

-Uhm no lo sé… ¿tal vez porque literalmente me estoy humillando diciéndote que sigo enamo…

-No –lo interrumpo –No lo estas Nathaniel, no sigues enamorado de mí.

-¿Y tú como sabes lo que yo siento? ¿Acaso lees mi mente? –ahora suena enojado.

-No necesito hacerlo para saber que no sigues enamorado de mi –le respondo empezando a enojarme también. Suelta un bufido.

-¿Ahora controlas lo que siento?

-No. Pero no lo estas Nathe, creo que eso quedo claro hace dos años –sus ojos se abren, sorprendido de que haya sacado el tema.

-Mira Elly, yo…

-¡No Nathaniel! ¡Tú nada! –exploto, eso fue el colmo.

-¡Estoy tratando de hablar contigo racionalmente, y tú… tú… TÚ NO ME DEJAS SIQUIERA DECIR UNA PUTA PALABRA!

-¡Pues tal vez estoy harta de tus estúpidas y vanas explicaciones!

-¡Pues tal vez yo este harto de ti!

-¡Y yo de ti!

-¡Pues tal vez terminar fue lo mejor, porque enserio no te soporto, no sé cómo pudimos estar juntos siquiera!- Auch, golpe bajo. Toda expresión de enojo se borra de mi rostro. No lo veo, pero lo siento.

Nathe se da cuenta de lo que dijo y sus ojos se abren como platos.

-Elly… yo no… no quise… -me giro antes de que siga hablando o pueda notar que las lágrimas pugnan en mis ojos por salir.

Antes de salir le susurro un “Te odio” sin mirarlo, abro la puerta y salgo de ahí. Escucho como me llama pero lo ignoro. Ni siquiera volteo a ver a Meggie cuando paso, la cual me mira sorprendida supongo que escucho todo.

Azoto lo puerta y me recargo en ella. Haber venido fue una muy mala idea. Observo el pasillo que sigue vacío y trato de calmar mi agitada respiración. Siento que algo me falta pero no logro recordar…

Mi mochila.

Deje mi mochila dentro. En el cubículo de Nathe. Mierda.

Dejo escapar una risita sarcástica, bien hecho Elizabeth. Bueno que traigo mi celular en el bolsillo del pantalón, malo que ahí tengo los audífonos y mi caja con plumillas. Así es, toco lo guitarra, hace un tiempo que no lo hago pero esperaba poder (y querer) retomarlo.

No volveré a entrar así que ruego porque Nathe no le tome importancia y Meggie la encuentre y la guarde.

-Hoy abra examen sorpresa, así que espero que hayan estudiado al menos por el hábito de estudiar –se escucha una queja general. Damas y caballeros les presento a la maravillosa maestra de Química. Debería de estar en un museo, es un fósil. Y tiene mi total y profundo odio. Es la última hora del día y tiene que arruinármela.

De seguro será un examen de temas que vieron antes de que llegara. Pasan las hojas para atrás y sí, estoy en lo cierto, no tengo ni jodida idea de lo que me están preguntando. Volteo a ver a Harry que está a lado mío, hago una pistola con mis manos y la dirijo a mi cabeza como si dispara, él suelta una risita.