Algo como ella

Capitulo 2

Hace unos nueve años, antes de que muriera mamá, solía decirme que era muy muy hermosa. Me llevaba a esos concursos infantiles de belleza, donde me ataba el cabello y me confeccionaba vestidos hermosos. Ella era muy hermosa, era amable y linda. Un año después murió, papá dejo de llevarme a esos concursos, pero en lugar de eso me llevaba a la biblioteca, me sentía tan cómoda para irme y deje de pedir que alguien me llevase a los concursos. Pero al año la abuela de parte de mamá alego que el no me cuidaba bien. Hubo un juicio, una corte, un juzgado, pero no me preguntaron nunca mi opinión.

Y bueno ahora...

Bueno estoy aquí sentada en el piso, mientras todos, pero todos pasan de mi y seria explicito decir que no me miran y los que lo hacen es para mirarme mal. Hace un año las cosas no eran como esto, eran mas bien el odio, calumnias, yo decía algunas, alguien decía otras. Pero vamos el pasado es pasado.

Y el amor es, es...

Una mierda

Ella paso delante de mi, me miro, alejo la vista y se fue. Bueno su nombre seré honesta no lo recuerdo, solo sus zapatos ¿han visto la escena donde un personaje es muy feliz porque tiene lo que quiere y se va? Bueno pues eso fue lo que paso y su nombre era...

—Reg, ¡que bueno que estas ahí!  llevaba todo el día Buscándote y mira donde te has metido, ven vamos a almorzar- el nombre de esta chica gritona es Erika es mi mejor amiga después de mi cama ella fue la única que se quedo y la que le dio la misma suerte.

-Me llamarás fácil, pero vamos

Bueno diganló como quieran, esto es la preparatoria o vives o mueres y yo he muerto así que mas da, la resurrección es casi apocalíptica así que bueno. No voy a mentir.
Después del almuerzo me fui a las clases que me faltaban literatura española y luego biología un día pesado. Me parecía es luchar a todos seguir susurrando detrás de mi. Los responsables de esta nueva vida eran ellos.

Me fui a mi salón y espere a que todos se acomodaran, todos siempre se sentaban hasta adelante, pero a mi me gustaba vivir detrás. Donde nadie me veía, Erika se sentó conmigo y en vano trato de levantar mis ánimos yo sólo le sonreí y fingi con ella que nada me importaba, lo sentía como una especie de juego, yo fingiendo, las reglas de este juego eran no llorar, el que se desmoronaba en frente de ellos perdía. Antes solía jugar otro tipo de juegos no como estos, pero los otros ya habían acabado y estos eran los únicos que quedaban en alquiler
Hoy en mi cabeza hay una palabra "vivir" una extraña palabra para comenzar el día, pero de cierta manera la necesitaba hoy como el aire. Había pasado alrededor de cuatro días después de que los freks y las gorditas pidieran lo que venían a buscar. Pero no les daría nada, ni una muestra de debilidad, la abuela me enseñó eso, papá era muy duro y gélido ahora conmigo, pero antes no lo fue y mientras la abuela estaba a mi cargo dijo que cuando regresase si es que llegaba a hacerlo lo necesitaría. Y lo aprendí. Hay varias reglas para esta vida.

Que nadie sepa quién eres
Que no sepan cuando te han hecho daño, o volverán a hacerlo.
Que todos sepan que nadie se mete contigo.

Las reglas con las que todos debimos de crecer. Y no hacerlo implicaba muchas de las razones por las que hay tantos corazones rotos en este mundo. Todos se creen con el derecho de herirte. Incluso los que esperamos que no lo hagan lo hacen. Y se vuelven una especie de adictos a herirnos, a hacernos daño.

Mi ex paso con ella y se colocaron al inicio de la clase con la frente en alto, no supe cuanto tiempo me quede congelada hasta que el se volteo, obligándome a mirar hacia abajo, a través de mi cabello podía mirarlos el con un movimiento de cabeza me señalo y ella me miro y rió. Sentí nauseas, no sabia a que se debían pero me provocaban cierta gama de malestar. No eran celos eso era seguro, pero de cierta forma todo esto representaba algo nuevo para mi, y no sabría decirlo con certeza. El maestra llego y tomo asiento al frente de la clase, me la pase tratando de ocultar que no los veía burlarse por lo bajo d lo patética que me veía hoy ya podía imaginarme los hablando de lo fea o gorda, o cualquier cosa que a Paula se le ocurriera, desde que tomo el poder del tablero ella mandaba y regia este juego.