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Despertó con un largo bostezo y se levantó con pesadez, hizo algunos estiramientos exagerados y se dispuso a ir a desayunar con los demás.

Justo antes de cruzar la puerta llamó su atención una chaqueta roja que colgaba del perchero.

Confundido y sin saber muy bien como había terminado allí, la tomó antes de salir. Y se sintió afortunado de encontrar al propietario cruzando por los pasillos en ese momento.

—Oye Keith —exclamó, a lo que el contrario giró casi al instante. El moreno señaló la chaqueta y con mirada confundida se acercó a él —¿cómo terminó esto en mi habitación? —cuestionó mientras el pelinegro la tomaba con actitud molesta.

—No lo sé, estuve buscándola por todas partes ¿qué hacías tú con ella? —gruñó.

—¿Cómo quieres que sepa? la encontré hace unos segundos —reclamó señalando de nuevo la prenda.

—Olvidalo Lance, no tengo tiempo de pelear contigo.

—¿Pelear? Tú comenzaste, yo solo te di tu tonta chaqueta —lo empujó con su mano haciéndose el indignado y se dirigió a la cocina.

—Buenos días Lance —lo recibió Hunk desde la mesa, donde todos comían.

—Buenos días ¿qué comeremos hoy? —se sentó rápidamente esperando su porción.

Pidge habló después.

—Hunk preparó algo nuevo, con la vegetación del plane-

—Sí, sí, entiendo, comida deliciosa del espacio, el mejor cocinero espacial ¿hay planes para hoy? ¿chicas lindas a quienes salvar? —preguntó haciendo sus típicas poses de galán en el asiento.

Ya le había servido un plato con comida el mayor a Lance.

—No hay tiempo para distracciones paladines —habló la princesa terminando de comer —aún no hay rastro de Lotor y tampoco tenemos pistas de lo que planea hacer con la nave.

—Sea lo que sea, no creo que vaya a ser bueno —agregó Shiro preocupado —¿has encontrado algo Pidge?.

—Nada todavía, al parecer tienen un escondite que bloquea mi rastreador.

—¿Cómo La espada de Marmora? —preguntó Hunk terminando también de comer.

—Así parece, pero no estoy segura de donde podría estar, hay muchos sitios donde sería posible bloquear los rastreadores, no tenemos idea de hacia donde fue Lotor.

—Ok, expliquenme una cosa, si no sabemos dónde está o qué planea hacer, entonces ¿cómo vamos a salvar el universo? —exclamó Lance nervioso al tiempo que Keith entraba a la cocina.

—No lo sé, pero se nos ocurrirá algo ¿verdad chicos? —habló el recién llegado, quien escuchó al castaño.

Todos se miraron con preocupación y asintieron.

Luego de que todos terminaran su desayuno, cada quien fue a investigar lo que pudo.

Pidge y Hunk fueron juntos para buscar puntos ciegos.

Allura y Korann buscaron rutas posibles de escape.

Shiro fue a entrenar junto con Lance.

Keith pensaba hacer lo mismo, pero no tenía ganas de salir de su cuarto en lo absoluto. Se recostó y observó la daga que cargaba consigo, preguntándose de nuevo acerca de su origen.

La puerta de su cuarto se abrió y se levantó para ver al recién llegado. Lance.

—Hey Keith, oye, me preguntaba por qué no vienes a entrenar con nosotros, tu sabes, para ganarles a los villanos —rió un poco de manera nerviosa.

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