Murder Murdoc

Capítulo 2.- Isla.

Antes de comenzar de nuevo con esta historia, retrocedamos un poco. Después de la caída de la isla plástica, 2D fue devorado por su mas grande terror... La ballena. Tal vez habían pasado una hora, tres horas o dos días en los que el cantante se encontraba dentro del mamífero. Por razones del destino, la ballena llegó moribunda a una isla desconocida. Una vez que murió, tardó el cantante para salir del hocico del cadáver y ya que logró encontrar la luz, salió con toda la calma del mundo cubierto de baba, y un poco de ámbar gris. Miró por un momento a su alrededor con los ojos entrecerrados y después de analizar mejor la situación lo primero que dijo fue -¡Guácala! ¡Guácala! ¡Guácala! ¡Guácala! ¡Guácala! ¡Guácala! ¡Guácala! ¡Guácala...! –Corrió todo lo que pudo hacia el mar y se aventó al agua de un solo salto. Después de un rato, salió del agua con un poco mas de calma, se sentó en la arena y dio un gran suspiro al agachar su cabeza –En verdad necesitaré un buen baño. -Recapituló lo sucedido mientras veía la arena entre los dedos de sus pies y al acordarse de sus compañeros de la banda dio un sobresalto –Es verdad... Los muchachos... –Se levantó de su lugar –Debo ir a... –Fijó su vista hacia el mar, pero no vio señales de la isla de su "patrón" –Esto es malo... –Volteó a ver en donde estaba y por lo visto estaba en una isla deshabitada –Demonios... Creo que estoy condenado...

Pasaron máximo cuatro días desde su naufragio. Estaba cortando un poco de carne de la ballena mientras que tachaba sobre la piel de esta una línea que marcaba el tiempo de lo que llevaba atrapado en este lugar –Nunca imaginé que terminaría así... –Se decía al desprender el trozo de carne –Espero y alguien me ayude a salir de aquí... –Suspiró con pesadez sentándose de nuevo en la arena. Miró con un poco de asco el trozo de carne y le dio una mordida. Masticó con desagrado, poco a poco fue agarrándole el chiste y sin más que hacer, prosiguió a comer el resto de la carne –No estaría mal que lloviera un poco...

-¿Sólo eso quieres...? –En esos momentos escuchó una tétrica voz. Volteó a todas partes pero no encontró a nadie –Lo que faltaba... No he pasado ni un día y ya mi mente...

-¿Alucina...? –Con esto se sobresaltó mirando por todas partes buscando a ese alguien –Descuida... No es una alucinación... –De pronto, un extraño humo comenzó a emanar en la arena cubriendo los pies del cantante. El chico retrocedió, pero el extraño humo lo persiguió, intentó huir, pero una gran cortina de humo le obstruyó su camino –Stuart Tusspot...

-¿Quién eres...? ¿Cómo sabes de mi verdadero nombre...? –El miedo comenzó a invadirlo mas –Nadie mas sabe de ese apellido... Sólo...

-Tu familia... Y algunos admiradores que consiguieron a duras penas ese mugre libro... Y otros pidieron mi ayuda...

-...

-Stuart... Tu... –La maligna voz comenzó a escucharse con mas eco provocándole tremendos escalofríos a su presa.

-¿Quién rayos eres tu...?

-Adivina...

-...

-Yo estuve todo este tiempo cerca de ustedes... Si no fuera por mí... Ustedes estarían en la calle... –El ente por fin dejó ver su identidad rodeando con su largo cuerpo el espacio personal de nuestro músico –Tu jefe me debe mucho...

-Tú... –Trató de escapar pero su cuerpo estaba paralizado por el poder del ente -¡Basta, por favor! ¡Déjame ir, te lo suplico...!

-No vine a hacerte daño...

-Por favor, vete... –Su voz se escuchó algo quebrada.

-Créeme... No vine para matarte... Estoy aquí para ayudarte...