Las aventuras yuri de Lucy y Erza 2

Lucy x Virgo

-¿Te gusta esto, princesa?-preguntó Virgo Eclipse.

-No...de...detente Virgo...

Lucy se sobresaltó y pegó un enorme grito.

-Otra vez ese sueño-dijo suspirando-No soy capaz de quitármelo de la cabeza.

Resulta que tras los hechos de Eclipse, Virgo no aparece cuando Lucy la invoca y eso hace que la rubia quede asombrada, ya que Virgo solía salir sin permiso a veces. Pero ahora, la espíritu no salía ni a tiros.

Virgo suspiró, mientras se encontraba en el mundo celestial, pensando en que quizás, la ha defraudado.

-Igual me odia o algo mucho peor-dijo para si.

Virgo suele ser una espíritu algo pervertida, alocada y con ganas de que Lucy la castigue, pero cuando pasó a ser Eclipse, su actitud cambió a una sádica masoquista, que castigaba a los demás e hizo que Lucy fuese violada por ella una vez.

Cuando Virgo volvió a la normalidad, sentía que algo no estaba bien, sabía que había violado a Lucy y ahora le come la culpa y algo más; ya que se dio cuenta de que siente algo muy fuerte hacia ella. Pero en el fondo es lógico,¿como puede un espíritu celestial enamorarse de su propietario?

Aunque sabe que Leo le tiraba fichas a Lucy y desde hace unos días, siente celos de él.

Pero claro, si no sale,¿como va a pedirle disculpas y decirle que la ama?

-Igual si salgo, la princesa me puede castigar, por no obedecerla-pensó Virgo.

El mundo celestial funciona de diferente manera; un día en ese mundo equivale a una semana en el real y Virgo lleva como dos semanas sin invocarse.

-¿Qué hago?-se preguntaba Virgo-¿Salir y confesarle mis sentimientos? ¿O salir, pedirle disculpas y pedirle que me dé un beso? De esta forma puedo saber si le gustan las chicas.

Mientras Virgo meditaba, fuera, Lucy volvió a intentar invocar a la doncella.

-Si no se abre ahora, es que ya no quiere hablar conmigo. Allá voy,¡ábrete portal de la doncella, Virgo!

Esta vez, la invocación tuvo éxito, ahí estaba Virgo, quién nada más mirar a la rubia, apartó la mirada y se sonrojó.

-Virgo-suspiró Lucy-Me tenías preocupada,¿qué te ha pasado?

-No...no es nada, Hime-sama-dijo la espíritu entre titubeos.

-Llevo intentando invocarte dos semanas y no salías. ¿He hecho algo malo?

-No, usted no hizo nada, fui yo. Hime-sama,¿se acuerda de....de....ESO?

-¿El qué?

-Ya sabe, lo que hice en mi otro estado.

-Ah ya, si-dijo la rubia-Todavía tengo pesadillas sobre eso.

-Quería disculparme Hime-sama, le aseguro que no era yo.

-No, no lo eras, pero tranquila, no te guardo rencor, sé que tú no lo harías.

Virgo se calló de repente y notó como su corazón se aceleró, necesitaba decírselo, pero no tenía el valor suficiente; en su lugar dijo:

-¿Me...me castigará por eso, Hime?

-¿Qué?

-No me quedaré tranquila con usted sino me castiga por ello. Castígueme por favor.

-¿Qué clase de castigo quieres?

-Quiero que me azuzes con el látigo-contestó Virgo.

-No sé si seré capaz-dijo Lucy.