Familias enemigas (Damon Salvatore, Lucien Castle y tu)

Capítulo 23

-Quedé en shock, mi cerebro trataba de analizar toda la información que Elijah me había dado de un segundo a otro, tardé unos segundos y después sacudí mi cabeza regresando a mí misma, dejé el vaso en la mesa y me levanté.-Casi siempre estoy del lado de Rebekah.-Ella soltó una sonrisa victoriosa.-Pero creo que si por una vez en mi vida. me pongo en su lugar, estaría super paranóica, así que creo que deberíamos ir a New Orleans.-Rebekah soltó un suspiro pesado.

-¿No podemos mandar a alguien? No es como que New Orleans me traiga los mejores recuerdos.-Volteó hacia un lado ocultando su rostro y sabía que algo no estaba bien pero luego hablaría de eso con ella.

-No es necesario que vallamos todos, puedo ir sola con Klaus o Elijah.-Propuse tratando de evitar discusiones entre mis hermanos.

-Yo creo que solo están exagerando, no es necesario tanto por una información que seguramente sea falsa.-Dijo Elijah sorprendiéndome, Nik me miró y básicamente su mirada decía, ¿ahora ves por qué nos peleamos?

-Pareciera que no les importa su familia.-Rebekah y Elijah me miraron sorprendidos.-Todos sabemos que existen brujas muy poderosas, y que Klaus no es especialmente su mejor aliado, así que perfectamente puede estar corriendo un riesgo, es más todos podemos estar en peligro y a ustedes parece no importarles.-Me levanté realmente molesta.-¿Qué no recuerdan "por siempre y para siempre"? Porque parece que no lo hacen.-Terminé de decir eso y subí a mi habitación en donde aún estaba Caroline.

-Bueno, al menos se quedaron callados.-Reí junto a ella y luego salímos al Grill, al entrar vimos a Damon y Elena peleandose, rodé los ojos y caminamos a la barra, nos sentamos y un gritó frustado por parte de Elena llamó nuestra atención.

Elena le comenzaba a gritar cosas sin sentido a Damon, parecía una loca desquiciada, Damon tensó su mandíbula y se acercó bastante furioso hacia mí, me levantó y aceró hasta Elena, su actitud me sorprendió y realmente no escuchaba lo que decían, pero de pronto, cuando volví a estar dentro de mi cuerpo, Damon me estaba besando!! Y yo le estaba correspondiendo!! Rápidamente lo empujé y pude ver que Elena ya no estaba, por el contrario Damon me miró con una sonrisa ladeada.

Nuevamente algo se rompió dentro de mí al entender lo que había pasado, Damon solo me había utilizado para enojar a Elena, seguramente dándole celos, y yo había caído en su trampa, había correspondido a su beso, a un amor no correspondido, ahora me daba cuenta de que, como integrante de la familia Original, de los Mikaelson, jamás podría enamorarme de alguien, y si lo hacía iba a terminar mal, yo no podía tener una vida felíz, mucho menos un final felíz.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que solo un gruñido por parte de Damon me hizo darme cuenta de lo que pasaba, mi subconsciente, mientras yo estaba desconectada tomó el contro sobre mí y lo había golpeado, salí fingiendo estar enojada, pues realmente estaba confundida, pero como creía que pasaría Damon me siguió, lo que si no me esperé es que me volviera a besar, una vez que nos separamos me miró a los ojos, un extraño brillo se instaló en sus hermosos ojos azules.

-No te besé por hacer enojar a Elena ni mucho menos.-Acarició mi mejilla, y yo, como la gran sedienta de amor que soy junto a mi hermana disfruté de su tacto.-Lo hice porque te amo, y Elena no quiere aceptar que te elegí a tí sobre ella, pero lo hice.-Nuevamente unió nuestros labios en un beso, que se hizo cada vez mas apasionado, eso me hizo darme cuenta de algo, el amor era mi punto débil, y Lucien junto a Damon eran las personas que amaba dejando de lado a su familia, ellos serían los primeros en quedar heridos.

Pero no era todo, Stefan, que a pesar de no haber hablado con él sabía que era bueno, Bonnie, que era igual que Stefan, Matt y el primer híbrido de Niklaus, Tyler, aquella persona que sufrió tanto por culpa de su familia. Y Caroline, a pesar de todo, ella se había encariñado con la pequeña rubia, no era como Rebekah, pero ella daba algo de equilibrio a la casa, ayudaba a Nik a controlarse.

En ese momento realmente prefería haberse quedado en esa caja con esa daga, su familia tenía miles de enemigos, y el momento en que ella llegó no era el mejor, al ser parte de los Mikaelson las personas la tomaban como una enemiga más, era obvio que me observarían, que verían que tan fiel le soy a mí familia, y una vez que se dieran cuenta de que ella también pertenecía a aquella promesa, "por siempre y para siempre", jamás volvería a descansar, viviría igual que hace 1000 años.

Hubo un tiempo, en el que ella no estuvo en el ataúd, un momento en que esa caja no tenía ese hechizo, y sus hermanos la sacaron de ahí, por eso conoció a Lucien, podía jurar que huir de su padre era lo peor del mundo, no poder ser ella misma, además de que era igual a Kol, sus actitudes los hacían que los descubrieran a donde fueran, y justamente por eso la daga que había hechizado su madre volvió a parar a su corazón.

Solo que esta vez las cosas no fueron tan fáciles, no pudieron abrir el ataúd y sacarle la daga, ella se quedó ahí, por 1000 años, 1000 años en los que el rencor había crecido dentro de ella. Algo de su historia le recordaba a Finn, su hermano mayor, el estuvo igua que ella solo que por 900 años, a el si le podían sacar la daga y eso fue lo que lo hirió más, que nunca lo hicieron.

Si se trataba de eso ella era más parecida a Finn de lo que creía, y si el llegaba, seguramente sería su debilidad para olvidar su perdón hacia sus hermanos y terminaría haciendo lo que quería desde que llegó, enterrarles una daga en el corazón, mirar a Niklaus a los ojos mientras veía como se secaba frente a ella, igual que el lo hizo con ella, y después meterlos en cajas, ataúdes, hechizarlos, y esperar 1000 años a que una persona los quiera revivir.

¿Qué ganaba con eso? Nada, absolutamente nada, ni siquiera sentiría satisfacción u orgullo por hacerlo, pero aún así lo haría, al igual que un milenio atrás sufrió por eso.

Intentaba olvidarlo, pero cada vez que cerraba los ojos, cada noche, cada vez que parpadeaba, tenía el miedo de no poder abrir los ojos, de sentir nuevamente ese dolor punzante en su pecho, o que al despertar, estuviera nuevamente dentro de ese ataúd, o en el "otro lado" y tenía miedo, era exactamente eso lo que sentía, miedo, dolor, traición, ira, demasiadas emociones, y el ser un vampiro no la ayudaba en nada.

¿Podía controlarse realmente? ¿Podía olvidar cualquier rencor hacia sus hermanos? Lo dudaba realmente, pero lo estaba intentado, mientras Finn no volviera todo estaría bien, o al menos eso esperaba.