El rubio se encontraba a bordo de un avión internacional, llevaba los audífonos puestos escuchando musica clásica, faltaban alrededor de 15 minutos para llegar a tierras rusas y no podía apartar sus ojos de la ventana.
Faltaban 2 semanas para que las vacaciones terminaran y que Yuri iniciara la preparatoria y quería aprovechar este tiempo para pasarlo en su país natal.
Aterrizaron y el ruso bajo de inmediato para recoger sus maletas, había muchas cosas que deseaba hacer y no pensaba perder un segundo.
Llamó a un taxi para que lo llevara al departamento que sus padres habían comprado para cuando estuvieran en Rusia, esta vez al chico le había tocado viajar solo, mas no corría el mínimo peligro, conocía San Petersburgo tan bien o mejor que a la ciudad en la que residía.
Subió al taxi después de un rato y no pudo evitar pegarse a la ventana, el paisaje resultaba magnético para él, todo era tal como recordaba; pese a ser verano seguía habiendo el clima frío característico que al rubio le parecía tan agradable.
Amaba estar de vuelta en su país natal.
El taxi paro frente al edificio de su departamento, Yuri sacó sus maletas y subió hasta llegar, con dificultad hallo las llaves y abrió la puerta, pasó y arrojó las maletas al sillón, abriendo una para sacar la sudadera con la cual se caracterizaba como orgulloso representante de Rusia en el patinaje artístico.
En cuanto tomo su sudadera volvió a salir, debía avisar cuanto antes su regreso si quería que Yacov lo entrenara pronto.
Sus ojos se iluminaron cuando, después de caminar por un largo rato, se encontró frente al Ice Palace, hace ya un buen tiempo que no tocaba el hielo; sus padres le habían mandado a construir una pista de un material parecido para que practicara en el interior de su casa, pero, no era como el hielo original.
Entró con un brillo en los ojos mientras observaba el sitio, sin dudas ese era su lugar preferido en el mundo.
Decidió que seria bueno que Yacov se diera cuenta de su regreso por si mismo.
Se dirigió a los vestidores y abrió su antiguo casillero, de el sacó unos patines que había dejado ahí solo para verlos cuando volviera y que de este modo le diera la impresión de que nunca se había ido, se los puso y sin siquiera titubear entro al hielo.
Sobre el hielo se veía aun mas hermoso y angelical que de costumbre, se movía por la fría pista grácilmente y con suma belleza.
Tenía un enorme talento, estaba enamorado del patinaje, lo había estado desde hace casi 10 años y lo estaría por el resto de su vida.
>> —Nos quedaremos durante un largo tiempo en Rusia y luego iremos a nuestro país natal, es importante que sepas de donde vienes, Yuri y sin importar lo duro que haya sido tu pasado debes estar orgulloso de él.
Le decía la hermosa castaña madre de Yuri, estaban sentados en la sala de estar del departamento, el rubio aun era un pequeño niño de 5 años.
—¿Hay algún lugar que quieras visitar aquí?
El temeroso niño negó con la cabeza, era muy inseguro y apenas hablaba.
—Vamos, pequeño Yuri, debe haber algo.
El niño tomo un poco de seguridad, no quería pedirles nada a sus nuevos padres pero en serio tenia un deseo.
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Angel (Otayuri)
FanfictionA veces hay cosas fantásticas en nuestro al rededor que por estar enfocados en los que nos parece realmente importante no notamos. Sin embargo, hay personas que tienen un talento especial para sentirlos y que ni siquiera saben que lo tienen. Yuri es...