Capítulo 3: De Rey a Plebeyo.

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Había pasado ya una semana y nada quedaba de las personas gritando su nombre con emoción.

Ahora el rubio se encontraba en la entrada de un lugar en el cual no conocía a nadie, con su mochila en la espalda y una bolsa en la mano, lo único que lo consolaba era que podía ir vestido como el gustara y pudo llevarse su sudadera negra con el estampado de un tigre y unos jeans.

~Milla, odio tu maldita impuntualidad~ Pensó el rubio, habían quedado en la misma escuela, pero no tuvieron la suerte de estar en el mismo salón y ahora el chico se encontraba esperándola, pues se habían quedado de ver ahí y la pelirroja iba retrasada por 15 minutos.

Cuando el ojijade estaba a punto de darse por vencido, escucho la femenina voz llamándolo

-¡Yuri! ¿Cuanto tiempo sin verte?- en un instante la chica ya se encontraba en sima suyo sin permitirle al otro reaccionar.

-Si...- respondió apartándola de si y girando los ojos-Por cierto- agregó tomando la bolsa que había caído de sus manos por culpa de la chica y se la entregó. -Ten.

-¿Que es? - pregunto la curiosa chica para después empezar a explorar dentro de la bolsa.

-¡Descubrelo tu, floja!- respondió con la notable falta de tacto que le caracterizaba.

Al sacar de la bolsa su contenido dejo ver un precioso vestido blanco de día, bastante veraniego.

-Es ruso, de la mejor calidad...- comenzó a explicar el rubio- Ahora que no nos obligan a usar ese estúpido uniforme debes de tener ropa decente, no puedo dejar que me vean convivir con una chica mal vestida...

La chica se quedo atónita.

Yuri no había pensado que podría llegar a irritarle que Milla no dijera nada, normalmente le pedía todo el tiempo que se callara.

-¡Joder, di algo! Si no te gusta no faltará alguna otra chica bonita que lo quiera...

El comentario logro sacar a la joven de su estado de shock.

-¡Claro que me gusta! ¡Me encanta!- la pelirroja emocionada abrazó al rubio- Gracias Yuri.

El nombrado alejo de si a la chica fingiendo irritación, mas la apenas notable sonrisa de su rostro lo delataba.

-Por cierto, ví tu rutina de exhibición y ¡WOW! Estuviste aun mejor de lo normal, lloré con tu programa, tendrás el mejor debut como senior del mundo.

-Lo sé- contesto el chico con sumo orgullo; en ese momento un adolescente pasa a su lado aventándolo sin siquiera disculparse, irritando al rubio -Aunque, a decir verdad no me sorprendería que fueras la única de esta inculta ciudad que lo vio- gruño.

-No creo que disfrutes que gente como esa vea tu arte... Tienes conquistados a todos los que deberían verte y eso es lo que importa.


La irritación del joven pasó levemente y su orgullosa sonrisa volvió a adornar su semblante.

Después de eso estuvieron caminando por la gran escuela en lo que iniciaban las clases, no querían dejar ningún rincón por recorrer.

Pasillo por pasillo, salón por salón.

En un momento del recorrido pasaron por algunos salones apartados los cuales aparentemente estaban inutilizados, estos llamaron la atención del rubio.

Al ser la hora de entrar a clases y de que los amigos se separaran, la chica abrazo fuertemente al rubio el cual no la separo hasta que le pareció que se haría tarde.

Angel (Otayuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora