Lo Que La Vida Me Robó©

Capítulo Seis

Kendall

Arquee una ceja e intente no soltar una carcajada —¿quieres que te ayude a depilarte?

—No. Soy hombre— negó —Depilemos a Josh cuando esté dormido.

Solté una carcajada —Me ilusionas— suspiré y asentí —Me gusta la idea, pero deberíamos llevar algo para dormir bien, así podremos depilarlo... "Bien" sin que se despierte.

—¿Con qué duermes a una persona?— alzó una ceja —¿Sabes? Me siento como un emfermo mental que sólo quiere matar y violar.

—Cloroformo— respondí con simpleza —No lo vamos a violar, sólo lo vamos a depilar— reí

—Ok. Me siento como en la gran estafa, sólo que no hay dinero y si hay mucho bello que robar.

Carcajee al escucharlo —Yo pago esto— sonreí tomando más cajas de tiras de cera.

—No, no, no. Yo pago todo, me sale más barato.

—Ni, ni, ni. Yi pigi tidi, mi sili mis biriti— rodé los ojos —¿Qué tiene de malo que yo lo pague?

—Bueno ya. Tú paga eso y yo pago lo demás, así no me haces berrinche, ¿vale?

—Pues ahora no pago nada.

—Eres increíble— dijo riendo y apretando mi cabeza en sus manos jugando —Estás loca.

—Istis liqui— rodé los ojos y me giré para volver a retomar mi camino a la caja con el carrito que tenía mi ropa.

—No te molestes, ¿si?— sonrió empujando el carrito conmigo.

No dije nada y actúe como si lo ignorara mientras tarareaba una canción. Pero eso a él no le pareció, puesto que me jalo contra su pecho y me miró algo molesto.

—¿Puedes dejar de hacer esto?

Me sobresalté cuando me jalo pero intenté parecer casual.

—¿Que deje de hacer qué?

—¿Te han dicho que eres bipolar?— bufó —Sólo digo que no te molestes, no pasa nada si yo pago.

—Vas a llevarme contigo a no me acuerdo dónde, vas a comprarme ropa y por lo visto lo que quieras y no me estás dejando pagar ni la mitad de algo que utilizaremos los dos para hacer una broma. Dime niño sabio, ¿Cómo quieres que actúe entonces?

—Pero... Yo nunca dije algo malo, no te molestes, es sólo que a mí me acostumbraron a pagar siempre que salgo con una chica. Es de caballeros. Y lo siento, ¿si? No pienso cambiar mi manera de ser, quiero ser caballeroso contigo porque aunque no me lo digas, lo que te pasó en el restaurante es tan fuerte que no quieres volver a casa.

Me quedé callada al escucharlo mencionar lo que sucedió en el restaurante y de inmediato los flashback's llegaron a mí, logrando que el miedo que se había esfumado hace un rato regresara de nuevo, pero tampoco le daría el gusto de verme llorar por más asustada que estuviese, así que apreté mis labios y miré en otra dirección.

—Ya está. Lo dije— soltó un gran suspiro.

—Sólo... Vámonos...— murmuré girándome para arrastrar el carrito rumbo a la caja nuevamente.

No dijo nada y sólo me siguió. Permitió que me adelantara al carro mientras él pagaba todo, aunque después, fue al auto guardando todo en la cajuela y subió mirándome.

—Lo siento, ¿está bien?

—No te preocupes, no importa— hablé en un murmullo sin mirarlo.

—Es que sí importa porque te pones así y me haces sentir mal y me siento....— suspiró —Me gustas, no quiero arruinarlo.

—Jouna, sólo quiero que dejemos de lado el tema, no quiero pensar en éso de nuevo, no quiero recordar lo que pasó en la tarde, quiero olvidarme del hecho de que mis papás se la han pasado mintiéndome desde hace no sé cuánto y de que un tipo asqueroso me está persiguiendo para no sé que cosas.

Hablé rápidamente sin pensar en todo lo que decía, al principio lo sabía... Pero después terminé pensando en voz alta.

—¿Qué?— me tomó de los brazos y me hizo mirarlo a los ojos —¿Quién? ¿Cómo era?

—Mierda...— murmuré cerrando mis ojos y apretando mis párpados con fuerza —Lo lamento... No debí decirlo...—

Hablé sin mirarlo, sabía que lo que sea que estaba pasando era algo malo y lo último que quería era poner en peligro a mis amigos.

—No me interesa, quiero que me digas la verdad, ¿te lastimó? ¿Te ofendió?

—Fue el tipo que estaba en el restaurante...— apreté mis labios —No sé que quería, sólo dijo que yo pagaría la gran deuda que mi padre tiene con él...

—Pues... ¿Es por eso que no quieres ir a casa?— tomó las llaves del auto y quitó un par del llavero para después dármelas en las manos —Son de mi casa, tómalas y prométeme que cualquier cosa, lo que sea, vas a ir si lo necesitas.

Dudé un poco cuando me extendió el juego de llaves, iba a negarme pero sabía que cuando regresara las cosas se pondrían feas.

Así que sólo suspiré y tome las llaves.

—Está bien. Te lo prometo...

—Está bien— suspiró y comenzó a conducir rumbo al aeropuerto —No vamos a dejarte, tranquila, no es la primera vez que Josh y yo lidiamos con cosas así.

Me recosté en el respaldar del asiento mirando por la ventana.

—Entonces, ¿tú y Josh están acostumbrados a proteger chicas a las que persigue un tipo asqueroso para quien sabe qué?

—No. Estamos acostumbrados a protegernos, entre hermanos es así, pero ahora que ustedes están aquí, ambos las protegemos.

—Jouna... Por favor, no menciones esto con Josh o Maia...— relami mis labios y lo miré —Por favor.

—Si te hace sentir mejor, sólo Josh lo sabrá, es el único al que le tengo confianza, es mi hermano y también puede ayudarte.

—Es que es horrible... Es humillante— murmuré regresando mi vista a la ventana.

—No lo es porque no es algo que tú provocaras.

—Está bien...

Cerré mis ojos y tomé aire;.esperé un momento y lo liberé para después quedarme dormida.

(...)

Me desperté de golpe cuando él me cargó, estaba asustada, pero me tranquilice cuando ví que era Jouna, suspiré aliviada y sonreí.

—¿Tan mal huelo?— sonrió subiendo las escaleras —Ya vamos a subir al avión.

—¿Quieres que te diga la verdad?— reí —Gracias por cargarme.

—Prefiero ahorrarme el sufrimiento— sonrió dejándome en el asiento —¿Estamos bien?

Reí negando y me acomodé en el asiento.

—Sí, bien —le dedique una pequeña sonrisa.

—Ok— sonrió dejando un beso en mi mejilla y caminando de nuevo a la cabina —Te veo en un rato, Kenny.

—Está bien— sonreí y me acomodé mejor para cerrar mis ojos nuevamente y quedarme profundamente dormida.

Nuevo Capítulo.

Esperemos que les guste porque de verdad que nos hemos esmerado en éste libro. Es nuestro favorito.

¡Gracias por leer!