Hoy me defendiste cuando creí que ya no te importaba.
El penúltimo periodo acababa de terminar cuando decidí salir a buscar a mis amigas.
Y todo pasó tan rápido...
Había llamado a mi mejor amiga desde el segundo piso para captar su atención cuando un chico prepotente y estupido me gritó que me callara enfrente de todo el mundo haciéndome sentir como una tonta.
Ni siquiera lo podía creer.
Me quede quieta sin hacer nada congelada en el pasillo lleno de gente.
Rápidamente mis amigos que estaban cerca le reclamaron indignados con su trato hacia mi.
Ni siquiera se de donde saliste, pero lo que hiciste tú... jamás lo vi venir.
Te acercaste a el amenazadoramente, estabas enfurecido y decidido a enfrentarlo aún cuando te doblaba la altura.
Recuerdo bien tus palabras: "¿Y así esperas que te haga caso? Esa no es forma de tratarla. Créeme que si quieres que te haga caso así nunca lo vas a lograr."
Me dejaste totalmente paralizada.
Aunque a decir verdad mi corazón estaba latiendo más rápido que nunca.
Cuando creí que no podías sorprenderme más, me demostraste cuán equivocada estaba.
Nadie nunca había dado la cara así por mi y fue tan lindo, me sentí tan bien aún cuando me sentía humillada.
Supongo que después de todo, después de tantos meses aún te importaba.
