Sin Ti. ||Joerick||

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Esteban

Llegamos y según Sebastian el idiota estaría en su cuarto, el nos llevó asta su cuarto y mire a Joel serio.

Ya me iba contado la situación con detalles y aunque no conociera al otro chico lo haría por el, para verlo feliz.

Toque muy fuerte mientras los dos estaban detrás de mi, no abría así que seguí tocando asta que el pendejo salio con una toalla atada a su cintura.

—Quien eres?– me dijo enojado, lo empuje y callo sentado en el suelo.

Entre y también los chicos, Joel cerro y era momento de divertirse.

—Que mierda te sucede imbécil?– dijo el idiota mientras se ponía de pie.

—A ti que mierda te sucede pendejo, te acuerdas de el?– le dije mientras señalaba a mi hijo, el idiota solo se puso a reír.

—Es tu hijo?– yo asenti con una gran sonrisa.

—Y sabes que pasa cuando se meten con lo mio? Los torturó y si quiero los mato eres un pendejo engreído– me acerque a el y le deje ir un golpe en la mandíbula que lo hizo caer.

—Primera y última que el me pone queja que lo has molestado– me acerque a el y le seguí dando en la cara mientras el trataba de defenderse, por gusto el gran cuerpo atlético que tiene pensé.

—Papá ya dejalo...– lo mire y se veía un poco asustado, me levante y comencé a darle patadas en el pecho y en las piernas, era divertido y no sentía ni un poquito de lástima.

—Mirame...– le dije mientras lo agarraba del cabello y entre medios abría los ojos pero me miraba.

—Te acuerdas de Brian? Del chico que molestaste ahora?– el negó así que volví a golpearlo no me importaba que lo hiciera sangrar o de mandarlo a un hospital.

—Te acuerdas si o no?– me detuve y el asintió.

—Si le vuelves a decir algo, vendré otra vez y no vendré solo, piensa que esto no es absolutamente nada para lo que te haré a la otra te queda claro imbécil?– asintió con poca fuerza y se sobaba el estomago que con gusto disfrute golpeándolo.

—Estas advertido hijo de puta– me levante y le volví a dar unas cuantas patadas, iba a seguir pero Joel me agarro el brazo y quería que ya no lo hiciera.

A salir iba cuando veo una mesa donde estaban unos trofeos, me separe rápido de mi hijo y fui asta ahí, agarre dos trofeos y los tire muy cerca de el que en segundos se quebraron.

—Si tratas de vengarte, te aseguro la muerte cabrón, así que no me hagas que cumpla mi palabra– esta ves si salí.

Sebastian que tanto hablaba, iba muy callado y con su semblante algo asustado.

Agarre del brazo a mi hijo y lo abrase fuerte, segundos después el lo hizo también.

—Todo esta bien?– el negó y lo solté, le dije que fuéramos a su cuarto.

Seguimos caminando cuando a lo lejos Johann venía corriendo hacia nosotros, el venía con una gran sonrisa pero al estar enfrente de Sebastian se quedó serio mientras el le tocaba la cara.

—Otro rato los veo– le dijo mi niño a los chicos que solo asintieron.

Minutos después llegamos a su cuarto y el se tiro boca a bajo en la cama, me acosté a su lado.

—Ya no te molestará hijo...
—No era necesario todo eso– dijo enojado, lo volteé a ver pero el mirada al lado contrario del mio.

—Hijo solo lo golpeé y lo amenaze, eso no es nada...
—Lo sangraste... Y le quebraste lo más preciado que tenía...
—Pues se lo merece... No dejare que se meta contigo– fui al baño y me mire al espejo.