El destino está de mi lado

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El castaño salió hecho una furia. Dirigido hacia la oficina de Balthazar, dispuesto a hacerle saber su queja por haber contratado a alguien sin notificarle. Entró sin siquiera tocar, un gesto muy común de su parte.

—¿Así que esta es tu manera de molestarme? ¿Contratando personal incompetente?—

—Linda tarde Castiel, puedes pasar— respondió el rubio sarcásticamente

—¿Quién es ese nuevo sujeto que has contratado? El tipo es digno de odiar— dijo con una mueca de total desagrado y tomando asiento en el mismo sofá que hubiese ocupado su manager horas antes

—Veo que has conocido a Dean— mencionó Balthazar con una pequeña risita, mientras subía los pies a su escritorio

—No encuentro cuál es la maldita gracia— respondió molesto —¿Qué pasó con Diego?—

—Tuvo que irse a su país por asuntos familiares, no me notificó si fue una renuncia o algo por el estilo. Pero obviamente no pensaba retrasar el trabajo de los demás sólo por un simple fotógrafo—

—Pues él me caía mucho mejor, era callado y obedecía todas mis órdenes— dejó salir un suspiro de inconformidad

—¿Esa es la razón por la cual no te agradó Dean? ¿Te molesta el saber que no podrás manipularlo a tu antojo como a todos los demás?—

—Vaya, me conoces bien. Y siendo sincero estás en lo correcto, le pedí un café y se puso como loco. ¿Qué le pasa? ¿Acaso sabe quién soy?— dijo llevándose una mano al pecho, en señal de haberse ofendido y como si de algo grave se tratase

—Es probable que no sepa y muy seguramente ni siquiera le importe. Supongo que deberás adaptarte, él es un excelente fotógrafo y no pienso despedirlo sólo por otro berrinche de tu parte—

—Si eso es lo que quieres...veremos quién ahorca primero al otro—

—Estoy seguro de que no te agradó, pero es por el hecho de que Dean tiene un carácter demasiado definido y tú solo juegas a ser la niña caprichosa. No creo que seas realmente como te muestras, así que te sugiero hagas las pases contigo y dejes de comportarte como adolescente con menarquía—

—¡Eres nefasto!— gritó el castaño, levantándose del sofá y saliendo a toda prisa de la oficina, con un recién intento fallido de hacer que despidieran al chico.

El timbre que marcaba el horario de salida sonó. Indicándole a todos que su trabajo por ese día, había terminado.

—¿Es una alarma de incendios o algo así?— dijo el rubio dirigiéndose al modelo con un rostro lleno de preocupación. Ethan no pudo evitar soltar una pequeña carcajada

—No Dean, es el timbre que nos avisa que ya podemos retirarnos— sonrió —¿Te dan miedo los incendios?— preguntó curioso

—Me traen malos recuerdos, eso es todo— respondió cortante —muy bien, entonces fue placer haber trabajado contigo el día de hoy. Es una pena pero debo retirarme— dijo tomando la pequeña maleta de color negro en donde guardaba su cámara y demás herramientas de trabajo

—Espera, yo... lamento si te hice recordar algo que no querías—

—Descuida, pero en realidad debo irme. Nos vemos pronto— respondió, alejándose rápidamente de allí.

Salió del edificio y se dirigió a su auto. Observó alarmado en todas direcciones, pero no había rastro del Impala. En su lugar se hallaba un Ferrari negro clásico. Una voz lo sacó de sus pensamientos.

—¿Buscas ese pedazo de hojalata que estacionaste en mi lugar?—

El rubio giró y pudo observar al tipo que quiso ahorcar momentos antes, el cual tenía una gran sonrisa de satisfacción.

LOVE SHOT 📸❤ ➸ DESTIEL © -𝖤𝗇 𝖾𝖽𝗂𝖼𝗂𝗈́𝗇-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora