Sobre la cabeza de un alfiler

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—¿Qué fue lo que sucedió?— preguntó Balthazar angustiado

—No tengo idea, sólo se desmayó. ¿Ya llamaron a la ambulancia?— respondió el rubio

—Ya viene en camino— intervino Ethan preocupado

—Me dijo que tenía migraña y fui por una pastilla para que se le pasara—

—Demonios, ¿qué pastilla le diste?— preguntó su jefe con el ceño fruncido de la preocupación

—Sólo una aspirina— respondió

—¿Pero qué has hecho Dean? ¡No!—

—¿Qué? ¿Qué ocurre?—

—Castiel es alérgico a las aspirinas—

—¿Y cómo demonios esperabas que lo supiera? ¿Si sabe que es alérgico porqué se la tomó?— gritó

—¿Cómo rayos esperabas que no se la tomara? ¡Ni siquiera ha de recordar qué hizo ayer!—

—¿Dices que no recordaba su alergia? ¡Eso es absurdo!—

—Se trata de Castiel de quien estamos hablando, ¿recuerdas?—

—¿Ya viene la maldita ambulancia? Debemos sacarlo de aquí en cuanto antes—

—No viene— respondió Ethan

—¡Maldita sea!— gritó mientras tomaba el delicado cuerpo de Castiel —¡Abran paso!— ordenó el rubio al salir —Al diablo, lo llevaré yo mismo. Ethan, necesito que abras la puerta de mi auto para que lo pueda introducir allí—

El modelo asintió. Salió detrás de Dean y lo ayudó a estabilizar a su compañero en el asiento trasero. Se subieron rápidamente al coche y se dirigieron al hospital más cercano, en donde Castiel fue intervenido de emergencia al ver que presentaba una severa reacción en la piel.

Ethan y Dean se quedaron en la sala de espera, en donde permanecieron por más de 40 minutos.

—¿Vivirá?—

—Vamos, no seas tan drástico Ethan. Seguro en un par de días estará como nuevo. Aunque me siento culpable por haberle dado el medicamento, probablemente estará furioso conmigo y creerá que lo intenté matar—

—Conociéndolo, no lo dudo— respondió con indiferencia

—¿Familiares del paciente Castiel Novak?—

—Ehhh...sí— respondió Dean

—¿Parentezco?— preguntó el doctor con desconfianza

—Hermanos— intervino Ethan rápidamente

Lo cual despejó las dudas, pues ambos tenían ojos azules, piel pálida y el cabello castaño oscuro. El único que no encajaba, era el rubio.

—Acaba de despertar. Está un poco delicado ahora debido a que presentó una severa reacción a lo que parece ser ácido acetilsalicílico—

—Sí, ingirió una aspirina— respondió Dean

—Menos mal que fue una y que lo trajeron a tiempo, si hubiesen sido dos, ni siquiera estaría vivo—

—¿Podemos pasar a verlo?— preguntó el rubio

—Sólo uno— respondió

Dean observó a Ethan con una mirada que claramente le indicaba que quien debía pasar sería él. Ya que Castiel se hallaba en esa condición debido al fotógrafo.

El rubio se dirigió a la habitación y tocó la puerta tres veces. Al no recibir respuesta, abrió sin decir más.

En la cama se encontraba un joven sumamente pálido y con diversas alteraciones en la piel. Urticaria.
Dean lo miraba mientras un sentimiento de culpa lo invadía.

—Lo siento, no creí...—

—¿Lo sientes?— interrumpió —¡Mírame!—

—¡Yo no sabía! ¡Eres tú quién debe prestar más atención a sus alergias! ¡Pudiste haber muerto!—

—¡¿Y eso qué te importa?!— gritó

—Castiel, estamos en un maldito hospital. Baja la voz y contrólate. ¿Quieres?—

—No, no me calmo. Mira mi piel, ¿tienes alguna idea de cómo me afectará esto? No podré trabajar hasta que me recupere—

—Bueno, eso es lógico—

—¡Y lo dices tan tranquilo! ¡Te detesto!—

—¡Y yo a ti por no haberme dicho que eras alérgico!—

—¿Y yo qué iba a saber?—

—Demonios Castiel, hoy mismo me encargaré de que te hagan un análisis general para saber a qué más eres alérgico. No quiero ir a la cárcel por homicidio—

—No es tu problema—

—Tienes razón, no lo es. Pero aún así pediré que te examinen y le daré los resultados a Balthazar. ¿Me entendiste?—

—Haz lo que quieras— dijo desviando la mirada, arrugó la nariz y comenzó a sentir una intensa comezón en el brazo izquierdo, era tan insoportable que comenzó a rascarse con brusquedad

—¡Deja de rascarte!— gritó acercándose a él, tomando su mano para impedir que continuara haciéndolo

—¡No me digas qué hacer!—

—Como quieras, te quedarán marcas horrendas—

Castiel se detuvo de inmediato. Obviamente el rubio le había mentido para que dejara de rascarse y empeorase más la situación.

Alguien llamó a la puerta

—Adelante—

—Con permiso, vengo a informarles que el paciente ya fue dado de alta y puede retirarse a su domicilio. Al salir le entregarán su ropa y un tratamiento que debe comenzar—

—Muchas gracias doctor...— dijo mientras intentaba mirar el gafete en su pectoral

—Chuck Shurley—

Dean asintió

—Si me necesitan para algo más, estaré en mi consultorio—

—En realidad sí. Necesito que examinen a este chico para ver qué otras alergias podría tener. ¿Sería mucha molestia?—

—En absoluto, en un momento enviaré a un par de enfermeras para que le realicen un chequeo general—

—Muchas gracias doctor— sonrió, mientras observaba cómo el hombre salía de la habitación.




—Bien, llamaré a Balthazar y le diré que ya puedes irte a casa. En cuanto te revisen,  nos vamos de aquí—

—Alguien debe ir por mi auto— respondió el castaño mientras se incorporaba lentamente

—¿Estás demente? Nos iremos en mi auto—

—Jamás me subiría a esa cosa— respondió en tono despectivo

—Oh, pues qué mal porque ya lo hiciste. Así que muévete, no tengo tiempo para tus berrinches de princesa—

—¿Qué has dicho? ¿Acaso me has traído tú?—

—Pues sí, ¿quién más?— rodó los ojos

—Oh...—

—¿Qué sucede?—

—Nada es sólo que, jamás le había preocupado a alguien de esa manera—

—Oh vamos, no te pongas sentimental justo ahora—

Castiel frunció el ceño y cerró los puños con fuerza

—Tienes razón. ¡Es lo menos que debiste haber hecho si fuiste tú quien intentó matarme!—

—¿Seguirás con eso toda la vida?— arrugó la nariz —Te espero afuera— dijo al salir de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

—Cretino— respondió Castiel en voz baja





























LOVE SHOT 📸❤ ➸ DESTIEL © -𝖤𝗇 𝖾𝖽𝗂𝖼𝗂𝗈́𝗇-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora