A pasos agigantados

450 87 10
                                    

—Bien, pues henos aquí— anunció el rubio luego de colocar el cuerpo de Castiel sobre la cama

—Supongo que ya estarás contento— frunció el ceño —Mira cómo estoy—

—A decir verdad sí, estoy feliz de que ya estés en casa— sonrió

—Esto no estaría pasando de no ser porque...— pausó — tomé las pastillas sin saber de mis alergias, ¿cierto?—

—Efectivamente, yo no te las habría dado si hubiese sabido...pero en fin, ya pasó. Ahora debemos esperar a que la urticaria desaparezca y no hayan nuevos brotes—

—¿Podré seguir trabajando en la agencia?— cuestionó preocupado y algo temeroso de la posible respuesta

—¡Claro que sí!— exclamó —Balthazar entiende que fue un problema de salud, él es comprensivo. Si lo trataras más te darías cuenta de que es una excelente persona— guiñó, sentándose a un lado del castaño, quien lo miraba atentamente

—¿Desde hace cuánto lo conoces?— arqueó una ceja

—Desde que era niño...— hizo una pausa, tragó saliva e intentó no ponerse nostálgico —Él ha sido de mucha ayuda para mi hermano y para mí— sonrió, completamente agradecido con aquella persona que los había acogido después de que su madre muriera y su padre, John, los abandonara.

—Pues la manera en la que te expresas de él me hace pensar que así fue, ¿qué ocurrió?— gesticuló estirando la mano para lograr alcanzar la caja con los medicamentos que le habían recetado

—Es una larga historia— dijo bajando la mirada —Pero supongo que no te interesa— rió irónico

—Cuéntame— respondió serio, mientras observaba fijamente al rubio con suma atención

—Pues, verás...mi madre se llamaba Mary. Era una mujer hermosa y completamente entregada al hogar y su familia. Mi padre, John...era todo lo contrario, para él sólo importaba su trabajo y cuántos dólares podía ganar a la semana. Un día llegó ebrio a casa así que mamá trató de reprenderlo, pues ese día habían quedado en sacarnos a dar un paseo por el parque y después ir al cine por la noche. Sam, mi hermano, había estado preguntando toda la tarde porqué se había retrasado tanto. Mi madre intentaba distraerlo pero él siempre fue inteligente y sacaba sus propias conclusiones. Se fue a su habitación triste y yo traté de consolarlo...— pausó

—Continúa, por favor. No dejes de contarme—

—Le dije que posiblemente papá había tenido algún percance y que por eso no había podido llegar a tiempo. Él me respondió que era porque no le importábamos...todavía recuerdo la amarga sensación de escuchar aquellas palabras saliendo de la boca de mi hermano. No supe qué responder y simplemente me limité a darle un abrazo. Bajé por unos emparedados a la cocina para poder merendar con él mientras continuábamos esperando. Al salir escuché la puerta principal abrirse y la voz de mi madre...—


—Así que por eso no llegabas, mira en qué estado te encuentras. Los niños han estado esperándote toda la tarde. No es justo, John

Shhh no digas nada. Sabes bien qué pienso acerca de ellos—

—No sé cómo puedes dudar de que sean tus hijos, te he dicho miles de veces que jamás te engañé con nadie, pero tus estúpidos celos lograron vencer a tu capacidad de pensar y razonar las cosas—

No tengo nada qué razonar. Esos niños no son míos—

—Bien, pues si eso es lo que piensas no entiendo porqué debamos seguir casados—

LOVE SHOT 📸❤ ➸ DESTIEL © -𝖤𝗇 𝖾𝖽𝗂𝖼𝗂𝗈́𝗇-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora