(Maratón parte 3) Cap 32

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Tras diez horas de viaje llegamos, mi padre estacionó frente a lo que parecía una versión descuidada de la casa de la abuela que todos recordabamos. Se veía que hace tiempo no se cortaba el cesped, ni se regaba las plantas, también se veía sucio. Mi madre tomó la delantera y fue a ver como estaba la situación, entró a la casa mientras los demás nos bajabamos del auto y estirabamos un poco las piernas. Mi hermano se había quedado dormido por lo que papá lo despertó y éste se puso de mal humor. Mi madre se asomó y nos dijo que entraramos, dejamos las maletas en el auto ya que probablemente tendriamos que quedarnos en un hotel pues en casa de mi abuela no habria espacio ya que mis dos tias ya habían llegado antes y seguramente se instalaron ahí.

Entramos y mi tia Gloria se acercó a saludarnos con un abrazo axficiante de esos que ella disfrutaba dar. Es con la persona de la familia de mi madre con quien tenemos más cercanía, suele visitarnos y nosotros a ella, y siempre pasamos juntos las fiestas navideñas. Mi tia Gloria está casada con un tipo algo extraño, él no habla mucho pero tampoco es mala persona, y tiene dos hijos, el mayor es Kevin, tiene veinticinco años y luego David de dieciocho. Siempre nos llevamos bien con ellos, pero hace tiempo no nos veíamos.

Después de saludarlos a ellos, nuestra otra tia con quien mi madre no se lleva muy bien, se acercó a saludarnos a mi y a mi hermano, se llama Sofía, ella y su marido no tienen hijos pues creen que serían un estorbo para la clase de vida que llevan, ellos siempre están viajando y disfrutando de sus vidas.

Con todos presenté a Rebeca sin mencionar que es mi novia, pues mi familia aún no está al tanto de mi nueva relación y que es con una chica. Ella no parecía molesta de que la presentara como una amiga y eso me alivió.

Tras saludar a todos los presentes, subí con mi madre a ver a la abuela, mi padre y Rebeca se quedaron abajo, no quería dejar sola a Rebeca pero no la pensaba exponer al carácter de la abuela y a que fuera a decir algo inapropiado como ella acostumbra.

Entramos a la habitación y ahí estaba ella acostada y luciendo enserio enferma. No parecía la abuela de hace un par de años, estaba más arrugada, palida y delgada. Al vernos nos regalo una sonrisa, algo raro en ella, mi madre se acerco a abrazarla en saludo y después la abracé yo. Se sentía raro pues ella siempre fue una persona fría y no era común recibir un abrazo suyo. Mi madre le preguntó cómo se sentía y aunque era obvio que no podría sentirse bien, la abuela eso respondió

-Qué dicen los medicos?- preguntó mi madre sentandose junto a la abuela, yo solo me pare ahí observando

-Dijeron que arreglara mis asusntos pendientes, creen que a lo mucho duraré un par de semanas más

Escucharla decir eso fue duro, a pesar de la relación complicada que siempre tuvimos con ella, no quería que sufriera, y mucho menos que muriera. La abuela siempre fue una mujer dura y verla así, tan fragil... era dificil.

-Lamento escuchar eso madre

-Es la naturaleza de la vida, algún día tendría que pasar

-Así es, pero es duro, no me gusta verte así, sufriendo- dijo mi madre con la voz algo quebrada

-No estoy sufriendo, creeme que me encuentro en paz, ahora que todos están aquí, siento que ya puedo partir tranquila

-Debimos venir antes, perdón por tardar tanto en visitarte- mi madre se veía más afectada de lo que pensé y pues con justa razón, era su madre quien estaba muriendo a fin de cuentas.

-No te preocupes hija, lo importante es que están aquí

-Sí, bueno dijo Goria que se están quedando aquí, nosotros nos hospedaremos aquí cerca y mañana vendremos, deberiamos preparar algo para comer todos mañana ¿te parece bien?

Fingiendo ser una Lesbiana #Lesbianas (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora