Fingiendo ser una Lesbiana #Lesbianas (TERMINADA)

Capitulo 11

Los días habían pasado rápido, Rebeca y yo llevábamos tres semanas de "relación" y mis amigas creían que era momento de sacarle la verdad. Según ellas y su elaborado plan, ésta noche debía invitarla a salir de antro con nosotras, embriagarla y hacerla soltar la información.

Les explique que una confesión de ella ebria no serviría de nada en un juicio pero mis amigas insistieron que sí la hacía confesar después solo tendríamos que amenazarla para que diga la verdad a la policía.

Le envié un mensaje a Rebeca invitándola a salir con nosotras y tras un minuto ella contesto felizmente que sí. Nos arreglamos y salimos en su encuentro, pensamos que sí la llevábamos con nosotras en lugar de que ella manejara sería más probable que se embriagara.

De camino a su casa revisé mi vestimenta por milésima vez, me sentía algo incomoda con éste vestido ya que es algo corto pero mis amigas insistieron en que vistiera provocadora para ella. Estacionamos afuera de su casa y le mandé un mensaje para avisarle que estábamos aquí. Tras unos minutos ella salió de su casa luciendo increíble, llevaba un pantalón de cuero que moldeaba sus piernas, con una blusa de encaje negra y una chaqueta de piel, toda ella usaba negro y lucia enserio sexi. Mis amigas se rieron de mi reacción y yo solo las fulminé con la mirada.

-hola linda- me saludo plantando un beso en mi mejilla, le agradecí mentalmente por evitar un momento incomodo con mis amigas

-te ves muy bien- intenté que mis palabras salieran claras y sin titubear

-gracias cariño, tú te ves increíblemente sexi- susurró en mi oído, provocando mi sonrojes

-hola Rebeca- la saludo Karla desde el asiento del copiloto

-hola Karla, chicas- todas la saludaron y seguimos nuestro camino

Todo el tiempo en el coche nos mantuvimos calladas, solo unos roces de manos y miradas disimuladas bastaron para que ella me pusiera nerviosa. Sabía que tendría que embriagarla y sacarle la verdad y eso no me emocionaba demasiado.

Llegamos al antro, no había tantas personas debido a que era jueves pero se percibía buen ambiente. Elegimos una meza cerca de la barra y pedimos unas bebidas al mesero. Mis amigas se pasaron la noche bailando y divirtiéndose, yo por otra parte me la pasé pidiendo tragos para Rebeca y para mí. Algo que teníamos a nuestro favor es que por alguna extraña razón de la vida yo no me emborracho, sin importar cuanto alcohol beba, por lo que no tenía que preocuparme por eso, solo enfocarme en que Rebeca terminara ebria.

Después de casi dos horas de alcohol y risas noté que Rebeca ya estaba muy tomada, ella insistió en que bailáramos aunque apenas podía caminar hacia la pista sin caer. Nos introdujimos entre las personas y comenzamos a bailar, ella estaba demasiado cariñosa por el alcohol y eso me estaba poniendo incomoda. Sus manos se movían por todos lados en mi cuerpo, yo solo pretendía que lo disfrutaba y que estaba tan ebria como ella. En algún momento de la noche me dijo que se sentía muy mareada y me ofrecí a llevarla afuera a tomar aire.

Salimos y caminamos hacia la camioneta, ella apenas se mantenía estable gracias a mi ayuda, nos subimos al auto con la ventana abajo para tomar aire pero sentadas. Rebeca recostó su cabeza en mi hombro y se veía muy frágil, casi me sentí mal por eso.

-creo que...puede que tomara un poco de más- dijo lento y bajo

-está bien Rebeca, yo estoy aquí para cuidarte- acaricie su cabello

-gracias, gracias por ser...tan...increíble y hermosa y maravillosa y...

-detente, deja de decir locuras, no soy tan increíble como tú dices- y eso era tan cierto