Las Cadenas Del Deseo. [Ziall]

Capítulo 15.

-Zayn-

Una promesa rota.

Sentimientos vacíos.

Un amor que tortura.

El mismo sentimiento.

Diferentes personas.

"Aquellos que pueden amar sin llegar a sufrir es porque siempre sufriendo. Así que nunca saben lo que están."

Habían pasado dos horas exactamente desde que me sacaron de aquella habitación donde estaba junto a él. Mi cabeza estaba apoyada entre mis manos y me encontraba sentado en una de las camas de aquellas niñas, mientras que ellas platicaban de cosas sin importancia. La verdad era que ya me había desesperado. Empecé a golpear la puerta y a pedir que me abrieran, pero no había nadie cerca. Aquellas niñas me dijeron que hay aproximadamente 25 niños internados en este edificio y que las plantas subterráneas son para su albergue. También me dijeron que la mayoría de ellos estaban en un estado muy débil, debido a que no los alimentaban bien y que la comida era escasa. Después de un rato, mi intranquilidad me había ganado y no dejaba de golpear la puerta y gritando para que me dejaran verlo. Luego aquella puerta de madera se abrió y una persona me tiro al piso y puso su mano en mi cabeza apretando más hacia el suelo. Reconocía su risa. Trate de golpearle, pero inmovilizo mis brazos.

—¿Por qué no sólo me matas? Si es lo que tanto quieres. Padre.— mencione alterado.

—Tranquilo, el tiene que hacerlo. Y deja de chillar que si tanto quieres verlo iras a verlo ahora mismo.— me levanto con furia y me pego a la pared y me encadenó los tobillos y me inyectó un líquido en mi muslo derecho —...Para que no te arrepientas de tu decisión.

Caminamos hasta una habitación enorme, era grande y estaba oscura. Mi padre empujó y me hizo caer en ella. Luego al tratar de levantarme, mis piernas no respondían y comencé a desesperarme. Entonces recordé el líquido que se me inyectó hace unos minutos. Era para inmovilizarme. Pedir ayuda no sería lo indicado; así que no me quedo de otra que tratar de levantarme por mi cuenta. Trataba y golpeaba mis piernas para despertarla. Cuando de repente escuche pasos delante de mí y las luces se encendieron.

—¿Niall? ¡Niall! ¡Estas bien! Por favor ayúdame a le...— me interrumpi a mi mismo cuando note que su mirada estaba clavada en mi. Era como la primera vez. Su mirada llena de odio, aquellos ojos no tenían el brillo y su cabello rubio le cubría la frente y las cejas. Había algo diferente; está era de odio de verdad.

—Toma la pistola.— dijo secamente, su voz era mas grave como aquella vez y señaló con su dedo índice a una pistola que estaba entre mis piernas. Me daba miedo tomarla —¡Tómala!— le obedecí, tome aquella pistola pero sin poner mi dedo en el gatillo. Me empezaba a preocupar.

Creí haber escuchado mal —Niall, ¿que dices?... No pienso dispararte.

—Entonces les disparare a ellos.— comento en un tono frío y sacó una pistola de su bolsillo y apunto a dos niños que estaban atados y con miradas de pánico. Era un niño, menor de 5 años y la niña no parecía más grande que el. No sabia que hacer. Niall era distinto. Me daba miedo. Comenzaba a desesperarme. Su conducta no era la misma ¿Que le habían hecho?

—No Niall, por favor no me hagas esto. Te lo ruego... haré lo que me pidas...

—...entonces dispara.— sus ojos vacíos se abrian más ante esta orden.

—¡No! ¡No pienso hacerlo! ¡Detente Niall!— chille, ya no aguantaba más esto.

—...entonces no me dejas más remedio...— entonces dio dos disparos que hicieron un gran estruendo en la habitación. La sangre de aquellos niños inundó la esquina de la habitación y mis lágrimas salían como cataratas ¿Que había hecho? Entonces cuando pensé que todo había acabado. No fue así. Después de Niall me apunto a mi.